Roures acusa a su socio Tatxo Benet de censurarle tras su salida de Mediapro

Jaume Roures, hasta ahora presidente y consejero delegado de la productora audiovisual Mediapro —cargos que compartía con el otro socio fundador, Tatxo Benet— ha explicado este lunes el contexto y los motivos de su salida de la compañía, ocurrida el pasado viernes, como adelantó Cinco Días. Roures ha relatado, en una entrevista en Rac-1, que lejos de salir voluntariamente, la empresa le invitó a marcharse.

El socio mayoritario de la empresa, el grupo chino Southwind Media, que tiene el 85% de Mediapro, le despojó de su responsabilidad como consejero delegado, y le ofreció ser consejero, pero Roures se negó. El empresario ha relatado que, cuando quiso enviar un correo electrónico a los trabajadores explicando la decisión, Benet “empezó a poner trabas” y “censuró” el comunicado: “Fue Tatxo quien me dijo que los canales internos de la empresa no se podían utilizar para cosas que no fuesen convenientes”

Roures y Benet fundaron Mediapro hace 30 años, cuando ambos abandonaron TV3 y montaron una productora audiovisual que ha cosechado grandes éxitos gracias a la gestión de derechos deportivos. Southwind Media entró en el accionariado a mediados de 2022 tras inyectar a Mediapro una importante suma de dinero para paliar el impacto de la pandemia. Los socios fundadores y la multinacional británica WPP se quedaron con aproximadamente un 5% de las acciones cada uno. Roures y Benet continuaron compartiendo los máximos cargos ejecutivos, hasta la semana pasada, cuando el socio mayoritario le quitó al primero la responsabilidad de consejero delegado. Benet fue ratificado como máximo ejecutivo, ahora en solitario, después de más de 10 años compartiendo estas funciones con Roures.

“Me quitaron la responsabilidad de consejero delegado, que compartía con Tatxo Benet, esperando que yo me quedase como socio durante un tiempo, como consejero. Pero yo no sirvo para estas cosas. Y si no tengo capacidad para gestionar, que es la única cosa que sé hacer, prefiero irme a casa”, ha expresado en la entrevista. “Se utilizó [en el comunicado de Mediapro] la palabra desvinculación para difuminarlo, pero me han quitado la responsabilidad y mi futuro en la casa ya no tenía sentido”.

El empresario ha confirmado que venderá su participación en la empresa, y cree que la compañía seguirá siendo fuerte pese a los cambios corporativos. Todavía no ha hablado con Tatxo Benet, de quien lamenta la actitud que tuvo tras la decisión del socio mayoritario: “Después de la reunión, pensé que enviaría un correo a los trabajadores y me empezaron a poner trabas”.

Roures se negó a firmar el comunicado de Mediapro que hablaba de una “desvinculación” y quiso hacer llegar sus explicaciones a los más de 7.000 trabajadores que tiene la compañía, pero Benet “censuró” esta comunicación, ya que le prohibió despedirse por escrito de sus empleados con el argumento de que “no se pueden utilizar los canales internos para cosas no convenientes”. Roures usó entonces su correo personal para dirigirse a los empleados, y les hizo saber su malestar por esta “censura”. Benet justamente acaba de inaugurar el Museo del Arte Prohibido, donde se expone parte de su colección artística personal y que gira alrededor del concepto de la censura.

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