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El BCE acuerda empezar a prepararse para el lanzamiento del euro digital

El Eurobanco cierra la fase para investigar el diseño y las posibles vías de distribución de la divisa

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial.SUSANA VERA (REUTERS)
Lluís Pellicer

El euro está más cerca de tener su versión digital. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha acordado este miércoles seguir adelante con el proyecto para crear esa moneda tras cerrar la primera fase de investigación, que ha durado dos años. La decisión todavía no supone la luz verde al euro digital, que debe pasar dos etapas más que prolongarán los preparativos hasta al menos 2026. Sin embargo, sí quedan definidas algunas de sus características. Entre otras, se impondrán límites en las cantidades que podrá tener cada usuario, se podrá disponer de él online y offline, y se garantizará un elevado nivel de privacidad por sistema.

Europa avanza con el euro digital. Lo hace presionada por los pagos en criptomonedas, que las autoridades comunitarias ven como una amenaza a la soberanía europea. Pero también con preocupaciones sobre los niveles de privacidad, en especial ante las amenazas digitales procedentes de Rusia o China. El BCE aún no ha dicho la última palabra sobre el euro digital, pero avanza en el diseño de una moneda que se pueda emplear de forma digital por parte de todos los ciudadanos a través de “intermediarios supervisados”, como los bancos.

“Debemos preparar nuestra divisa para el futuro”, ha afirmado en un comunicado la presidenta del BCE, Christine Lagarde. “Concebimos un euro digital como una forma digital de efectivo que pueda utilizarse para todos los pagos digitales, de forma gratuita y que cumpla con los más altos estándares de privacidad. Conviviría con el efectivo físico, que siempre estará disponible y no dejará a nadie atrás”, ha agregado.

El BCE ha cerrado ahora la fase de investigación y el 1 de noviembre abrirá otra etapa de preparación que se extenderá a lo largo de dos años. Por ahora, el Eurobanco ha esbozado ya un posible diseño de la moneda digital. Según ha informado en un comunicado, será accesible, gratuito para su uso básico y se podrá usar online y offline. Los pagos se podrán efectuar de forma inmediata, de persona a persona, en un punto de venta, en una compra por internet e incluso en transacciones con la Administración pública.

Límites a la moneda

El Eurobanco sí impondrá algunas limitaciones. Por ejemplo, habrá topes de tenencia de euros digitales para no poner en riesgo la estabilidad financiera. Además, la moneda no está diseñada para ser dinero programable. Es decir, no podrá ser como un vale, con restricciones sobre el lugar, el momento y el beneficiario del pago. Sin embargo, sí permitirá lo que el BCE considera pagos condicionales. Por ejemplo, que un ciudadano decida realizar un pago mensual automático para abonar su alquiler. El dinero digital, además, podrá ser convertido en efectivo en un cajero, o al revés.

La autoridad monetaria planea también que los usuarios puedan acceder al euro digital mediante una aplicación proporcionada por el propio BCE o bien por una interfaz de su proveedor de servicios de pago. La entidad quiere que ese instrumento permita favorecer la inclusión financiera, por lo que también se diseñarán métodos para que el euro esté disponible para quienes no cuenten con una cuenta bancaria o medios digitales. En concreto, se diseñará una tarjeta que le proporcione un organismo público. “A medida que la gente opta cada vez más por pagar digitalmente, deberíamos estar preparados para emitir un euro digital que conviva con el efectivo”, dijo Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE y presidente del Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre un euro digital.

Los encargados de sacar adelante el euro digital deberán poner a prueba ahora su funcionamiento, aunque todavía no se prevé ninguna prueba piloto. En las consultas realizadas hasta ahora, ha habido conversaciones con los países y el sector privado. Entre otros, el BCE se ha explicado una decena de veces en las reuniones de ministros de Finanzas del Eurogrupo y ha comparecido en una veintena de ocasiones ante el Parlamento Europeo.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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