QEV Technologies ultima un acuerdo para saltar a Bolsa
La empresa, uno de los relevos para Nissan en Barcelona, necesita recursos para poder utilizar las ayudas del PERTE a la automoción
QEV Technologies es una de las principales empresas que tiene el reto de cubrir el vacío dejado por Nissan en las plantas de la Zona Franca de Barcelona y de Montcada i Reixac. Junto a su socio Btech se han comprometido a invertir 300 millones de euros en tres años e iniciar la producción el próximo ejercicio de vehículos cero emisiones. Pero ambas empresas tenían un lastre: la falta de músculo financiero. QEV ha anunciado este jueves que ultima un acuerdo para saltar a la Bolsa de Ámsterdam de la mano de un socio financiero, Spear Investments. El “valor implícito” de la compañía se sitúa en torno a los 200 millones de euros, ha señalado. La consecución de mayor capital le permitiría utilizar los 57 millones de euros que consiguió en la primera convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del vehículo eléctrico (PERTE-VEC).
La salida a Bolsa de QEV supone un paso similar al realizado por el fabricante barcelonés de puntos de recarga para vehículos eléctricos, Wallbox, cuando dio el salto a la Bolsa de Nueva York. Se combinará con Spear Investments I, una sociedad sin contenido pero que ya cotiza, lo que permite aligerar los trámites para saltar al parqué. Se trata de una SPAC, una sociedad con propósito especial de compra (las siglas responden a Special Purpose Acquisition Companies), con la que sus promotores buscan financiación entre otros inversores para después realizar otras operaciones corporativas.
En este caso, la SPAC la lanzaron AZ Capital y STJ Advisors, que entrarán en el capital de QEV. El fondo Inveready, ya presente el capital, reforzará su presencia, y está previsto que otras empresas entren en el capital antes de la salida a Bolsa, que podría confirmarse a partir de setiembre.
QEV, hasta ahora un pequeño artesano de coches eléctricos y sobre todo de competición, aunque es el artífice del regreso al mercado del lujo de Hispano-Suiza, apenas ha entregado hasta este año unos 250 coches a sus clientes. Para 2023 prevé entregar un millar y alcanzar una facturación de 1.000 millones de euros, pero el gran salto se espera una vez consolide su negocio en las antiguas instalaciones de Nissan: vender 16.000 coches eléctricos en 2027.
”La potencial fusión y cotización en Amsterdam Euronext nos permitirá dar un salto importante en movilidad sostenible en España y Europa, al tiempo que validará aún más el proceso de reindustrialización de la Zona Franca de Barcelona”, ha señalado Joan Orús, consejero delegado de QEV, a través de un comunicado. Por su parte, desde Spear Investments se ha defendido la apuesta por QEV: “Nuestros criterios de inversión incluían, entre otros, una empresa con sede en Europa, con sólidos fundamentos, que utilice la tecnología, la innovación y/o nuevos modelos de negocio para impulsar un crecimiento y una rentabilidad superiores con un riesgo tecnológico o de adopción limitado, con una senda de rentabilidad a corto plazo, y una empresa que pueda tener sólidas credenciales medioambientales, climáticas y/o de sostenibilidad“.
QEV prevé fabricar furgonetas de su marca Zeroid en las instalaciones barcelonesas. Es, junto a Btech, que fabricará furgonetas rancheras a través de la renacida marca Ebro, la gran esperanza para reconstruir un espacio industrial que recoja el guante de la industria de la automoción y que dé el paso a fabricar vehículos solo en versión eléctrica.
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