Los accionistas de Duro Felguera aprueban entrada del capital mexicano para enderezar las cuentas

Con el tono de las grandes ocasiones y numerosas referencias al “momento histórico”, los accionistas de la empresa asturiana Duro Felguera dieron un apoyo mayoritario (del 98% de los votos emitidos de un quórum representado en la junta del 32% del capital) a las ampliaciones de capital que permitirán dar entrada a dos socios industriales: el Grupo Promotor de Desarrollo e Infraestructura (Prodi) y Mota-Engil México.

Rosa Aza, la presidenta del consejo, definió que culmina así un proceso largo que les llevó a analizar entre un centenar de candidatos hasta encontrar “un inversor industrial no solo financiero, con vocación de permanencia, capaz de generar nuevas oportunidades”.

Por su parte, el consejero delegado, Jaime Argüelles, señaló que la operación les llevará a conseguir facturar 1.015 millones en cuatro años y a pasar de tener “una hoja de ruta de supervivencia” a “un plan estratégico para contratar, contratar y contratar”. El resultado de explotación, según lo proyectado por la empresa, se multiplicará por 19 hasta alcanzar los 95 millones en 2028. La deuda bruta pasaría de los actuales 144 millones a 54.

“La empresa está progresando adecuadamente con una gestión eficiente. La entrada de Prodi y Mota tiene vocación de permanencia, para garantizar la recuperación financiera a largo plazo y el crecimiento sostenible. Eso nos dará la confianza de los clientes, los mercados financieros y los grupos de interés”, señaló en su intervención Argüelles. “Nos permitirá mejorar la solvencia y la liquidez para impulsar de forma activa el plan de negocio”, resumió. Lo más importante es que mejorará una de las necesidades fundamentales de una compañía como Duro Felguera: la disposición de avales que respalden los proyectos.

Para los accionistas que han votado a favor, Duro Felguera asegura que la entrada de los socios generará, previsiblemente, un aumento del valor de la compañía en el futuro, a la vez que se respetan los derechos de suscripción preferente “para dar oportunidad a los accionistas que han acompañado a Duro Felguera todos estos años”.

La operación

La operación es compleja y consiste en la inyección de 90 millones de euros que se transformarán en recursos propios de la compañía sobre la base de sendos préstamos previos de 50 y 40 millones de euros que otorgan cada uno de los nuevos inversores. Ese compromiso se apoya en “evitar escenarios de refinanciación menos satisfactorios, dotando de la tesorería necesaria para mantener el funcionamiento normal de sus operaciones”, según la información remitida a la junta de accionistas. Esos préstamos, a la postre, se convertirán en capital mediante los acuerdos respaldados este jueves.

El proceso se articula en un primer aumento de capital con derecho de suscripción preferente por parte de los actuales accionistas por importe de 40 millones que valora cada título en 0,7661 euros. La cantidad que no se suscriba hasta esos 40 millones la cubrirá Mota México, lo que le puede otorgar hasta un 24% de las acciones de la compañía. Aunque fuentes del mercado esperan que los actuales accionistas puedan llegar a cubrir un 10% o un 15% de esa ampliación. Paralelamente, se ha aprobado un segundo acuerdo que consiste en otro aumento de capital de hasta 90 millones de euros (en el caso de que los actuales accionistas cubran la totalidad de la primera ampliación). Esta operación permitiría a Prodi capitalizar el préstamo que ha concedido a Duro Felguera por 50 millones, lo que le dará el control del 31% del capital.

El punto fundamental para que la salvación de Duro Felguera se complete está sujeto a varios requisitos. El más importante, que la CNMV exima a los nuevos inversores del lanzamiento de una opa por el 100% de la sociedad.

Si todo finaliza como se espera, la empresa de ingeniería habrá sorteado otra bola de partido en su lucha por la supervivencia y su control estará en manos de los nuevos socios industriales. En 2021 necesitó del rescate público de la SEPI por 120 millones de euros, sumados a seis del Gobierno asturiano, y en 2018 necesitó de otra ampliación de capital para salvar una situación crítica. Recientemente, ha realizado 180 despidos, un ajuste de plantilla que la presidenta ha defendido como “necesario” para garantizar la competitividad de la empresa.

La presidenta, se refirió a todos esos baches del pasado, de antes y durante la pandemia: “Una cotización de 0,23 euros, los bancos bloqueando el crédito y los avales vitales para nuestra actividad, los conflictos con clientes y proveedores, obras importantes paradas… Todo estaba en nuestra contra”. Con la entrada de un nuevo equipo gestor, las abundantes ayudas públicas y la “paciencia de los clientes”, en diciembre de 2022 lograron bajar la deuda con acreedores comerciales en 41 millones de euros respecto al mismo mes de 2020. “La cartera se ha duplicado, el ebitda alcanzó en 2022 números positivos frente las pérdidas de 139 millones que se registraron 2020″.

Los nuevos socios

Prodi es una sociedad industrial mexicana controlada por José Miguel Bejos que tiene como actividad principal el diseño y construcción de proyectos de infraestructura pública, transporte, oil and gas, energía y turismo. A su vez, participa al 49% en el otro inversor, Mota-Engil, una sociedad industrial cotizada en Lisboa de un grupo empresarial portugués que factura 3.450 millones centrada en obra civil, infraestructuras, concesiones e ingeniería, energía, industria y turismo.

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