La campaña de la renta, a un clic: la eclosión de las plataformas digitales para hacer la declaración
Los expertos fiscales recomiendan un servicio personalizado si el perfil del contribuyente es complejo
Hoy en día, casi todo está al alcance de un clic. Se puede encender un coche con un dedo, pagar con el móvil, hacer la compra o pedir comida vía app y hasta debatir de asuntos filosóficos con una inteligencia artificial. Con la ayuda de la tecnología también se han simplificado trámites administrativos, quizás menos románticos pero igual de necesarios, como la declaración de la renta. La Agencia Tributaria ha reforzado su perfil digital: permite presentar el modelo del IRPF a través de su sitio y aplicación —además de seguir ofreciendo atención telefónica y presencial a quien lo requiera—, y ha lanzado un asistente virtual para solucionar dudas. También han surgido plataformas y gestorías online que confeccionan y presentan la declaración para el contribuyente, que sin necesidad de desplazarse solo tiene que registrarse y pagar la tarifa que se le pida para el servicio.
El negocio está aún en ciernes, pero va hacia arriba. Las plataformas ofrecen precios competitivos, el trámite se puede gestionar sin moverse de casa y cuentan con la ventaja de que el lenguaje hacendistico es complicado. “La aplicación de la Agencia Tributaria a veces puede ser difícil de entender y la ventaja de estas aplicaciones es que te pueden ofrecer precios más económicos en comparación con una gestoría tradicional”, analiza Elisabet Ruiz-Dotras, profesora de los Estudios de Economía y Empresa en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). “La desventaja, como siempre ocurre cuando se rellenan datos online, va a ser un servicio más estándar, menos especializado”, considera.
Durante la campaña de la renta 2022/23, que ha empezado este martes y terminará el próximo 30 de junio, están llamados a presentar la declaración de la renta más de 22 millones de contribuyentes. TaxDown, una de las plataformas de gestión de impuestos más conocidas en España, espera confeccionar este año unos dos millones de modelos, el doble que el pasado ejercicio.
La start-up nació en 2019 de la mano de tres jóvenes madrileños, que se dieron cuenta de que un nicho explotado en otros países estaba aquí sin explorar. “El crecimiento ha sido exponencial”, asegura por videoconferencia Enrique García, consejero delegado y cofundador de la empresa. El año de su estreno, la firma solo contaba con seis empleados, confeccionó unas 4.000 declaraciones y facturó unos 15.000 euros. Ahora los trabajadores son unos 90 —que crecen hasta los 150 con ocasión de la campaña de la renta— y la previsión para el año es alcanzar los 10 millones en ingresos.
“Al principio nos centrábamos mucho en declaraciones sencillas”, explica García. Ahora tienen identificados cuatro bloques: el básico, el de propietarios, de autónomos e inversores. En función del perfil y los servicios requeridos, el coste oscila desde los 35 euros hasta los 199. La empresa también ha diseñado distintas herramientas, firmado acuerdos con bancos, aseguradoras y empresas de fintech (aquellas que utilizan la tecnología para mejorar los servicios y procesos financieros) se apoya cada vez más en la inteligencia artificial. “La tecnología no está lo suficientemente madura como para dejarla del todo libre, pero sí ayuda a nuestros asesores fiscales en su trabajo”, específica. La diversificación también ha sido geográfica. “Desde el año pasado lanzamos la actividad también en México, y pensamos seguir expandiéndonos. Vemos que en América Latina la oportunidad es especialmente grande”, añade el directivo.
El recorrido de Taxfix ha sido opuesto. Se creó en Alemania en 2016 y ha aterrizado el año pasado en España, en versión móvil y de escritorio. También opera en Italia y Francia. El desembarco fue precedido por un estudio de mercado y una encuesta, encargadas por la start-up, en la cual el 48% de los españoles decía tener miedo a la declaración de impuestos por posibles errores y el 41% afirmaba estar dispuesto a gastar dinero en la presentación del modelo.
La empresa cuenta con más de cinco millones de descargas en conjunto en los mercados donde opera y ha llegado a alcanzar el status de unicornio —valoración superior a los 1.000 millones—. El servicio de declaración de la renta que ofrece en España cuesta 39,99 euros. El contribuyente debe crear un usuario y responder a una serie de preguntas. La plataforma, que al igual que TaxDown es colaboradora social de Hacienda —tienen firmado un acuerdo de colaboración con el organismo—, se conecta con la Agencia Tributaria para obtener los datos fiscales del cliente.
Stella Raventós Calvo, presidenta de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), cree que en el futuro la tecnología ganará peso en el ámbito de la asesoría fiscal y reconoce que las nuevas plataformas son un instrumento útil, aunque alerta de que no siempre son el mejor aliado del contribuyente. “Si es una persona que solo tiene un sueldo o una pensión, puede ser una vía para simplificar las cosas. Pero si hay más elementos, consideramos necesario un diálogo entre el contribuyente y el asesor”, precisa. “Depende mucho del perfil y de la composición de la renta. Más elementos tiene la renta, más complicada es la declaración”.
José María Mollinedo, secretario general de los Técnicos de Hacienda (Gestha), también desconfía de la gestión masiva de los procesos: “Las aplicaciones móviles y gestorías online suelen ofrecer respuestas rápidas a los contribuyentes como las que podrían obtener de buscadores en internet. Pero esas respuestas no son específicas para todos los hechos relevantes a la hora de resolver una cuestión tributaria concreta”.
Especialización
La plataforma británica TaxScouts, fundada en 2017 por tres profesionales del sector tecnológico, empezó a operar en España en 2021, con una atención particular al segmento de los autónomos. “La idea de TaxScouts nació de la complejidad que representa presentar impuestos, con la visión de que debería ser tan fácil como pedir una pizza”, compara Jaume Suñol, general manager de la firma en España. “Consideramos clave desarrollar un servicio específico para autónomos, pues tienen un importante peso en la economía española y numerosas obligaciones fiscales”.
La empresa ofrece a los trabajadores por cuenta propia tres planes distintos —con diferentes precios— en función de las exigencias, que incluyen desde la tramitación del alta en el sistema al uso de una plataforma de gestión de facturación y contabilidad. En cuanto al servicio de declaración de la renta, es 100% online —pero no cuenta con app— y su coste es fijo, de 69,90 euros, con independencia de la complejidad del modelo. “A cada cliente se le asigna un asesor fiscal personal que gestiona su caso de principio a fin, le asesora y presenta su declaración”, explica Suñol. “Es muy sencillo de utilizar y el cliente tarda en completarlo unos 10 minutos”, añade. “Además, incluye la respuesta a las posibles notificaciones de Hacienda y seguro ante cualquier posible incidencia”.
Ruiz-Dotras, de la Universidad Oberta de Catalunya, prevé que irán apareciendo más plataformas de gestión de impuestos en el futuro. “Pero si todas son iguales, es difícil que sobrevivan. La idea es que se vayan diferenciando”, considera. “Aunque la tendencia va a ser hacerlo todo online, la gente quiere un servicio personalizado. También la tecnología tiene que avanzar”.
Seguridad
Este martes, la Policía Nacional alertaba de un intento de estafa masivo en la campaña de la renta. Vía SMS, los ciberdelincuentes habían suplantado la identidad de Hacienda y pedían al contribuyente pinchar en un enlace para cobrar un “reembolso”. Estos casos no son aislados, ya que la suma de tecnología y datos sensibles da lugar a un cóctel explosivo con muchas externalidades negativas, que se concretan bajo forma robo o filtraciones de información. Juan Miguel Velasco, consejero delegado de Aiuken Cybersecurity, alerta de que la gestión de los datos personales de algunas plataformas, como las que confeccionan la declaración de la renta, no siempre son seguras. “Son datos muy sensibles. Algunas apps a veces manejan de manera muy poco segura los datos. Sus sistemas de identificación y autenticación son muy débiles, basados sólo en usuario y contraseña”.
Enrique García, consejero delegado y cofundador de la plataforma de gestión de impuestos TaxDown, asegura que el sistema que emplea la compañía es fiable y los estándares de seguridad muy elevados. Explica que, al tratarse de una entidad colaboradora de la Agencia Tributaria, la app accede a la información del contribuyente de la misma manera que Hacienda. "En lo que tiene que ver con los datos, se encriptan y el acceso por parte del asesor fiscal es temporal", añade.
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