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El mapa de la diáspora urbana en Semana Santa: de Sevilla a la playa y de Madrid a todos lados

La población de más de 500 municipios españoles se multiplica por dos en estas fechas y en 2.500 crece más del 50%

Una turista arrastra su maleta en una playa de Andalucía
Una turista arrastra su maleta en una playa de AndalucíaPicture Alliance

Uno de cada cinco vecinos de las 50 ciudades más grandes de España salió de viaje durante la última Semana Santa. Una gran diáspora urbana que duplicó la población habitual de otros 500 municipios, según un análisis de EL PAÍS sobre los datos del Estudio de Movilidad con ‘bigdata’, que elabora el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El proyecto siguió a lo largo de 2022 la posición de los teléfonos móviles anonimizados de millones de ciudadanos para ver cómo se movieron y dónde pernoctaron casi cada día.

¿A dónde viajan los vecinos de las grandes urbes en estas fechas? En el siguiente mapa representamos el porcentaje de viajeros de las 50 mayores ciudades de España (grandes capitales de provincia, pero también San Cristóbal de la Laguna o Fuenlabrada) a cada lugar del país. Así, si selecciona Madrid en el menú desplegable, verá cómo se pintan de naranja o rojo los lugares donde más han pernoctado sus vecinos durante la última Semana Santa: muchas zonas de las Castillas o municipios de la costa mediterránea, como Torrevieja, donde se desplazaron 107 de cada 10.000 madrileños, o Alicante (100).

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Si se cambia de ciudad y se elige Barcelona, el mapa mostrará un retrato completamente distinto. Los vecinos de la capital catalana se desplazaron especialmente hacia la Costa Brava, donde destacan destinos como Calafell, Palafrugell o Blanes. Aunque el destino favorito de los barceloneses fue otro: Madrid.

Según se cambian orígenes, se observa un patrón común: una parte importante de sus ciudadanos se desplaza a municipios y provincias de su entorno. La tendencia es apreciable, por ejemplo, en Zaragoza, Valladolid o Badajoz.

La llamada de la costa

Del total de desplazamientos que recoge el estudio, que no incluye solo grandes ciudades, más de tres millones fueron en dirección a pueblos costeros, donde la población creció durante la pasada Semana Santa de manera generalizada. Destaca especialmente el caso de Noja (Cantabria), que pasó de registrar unas 5.000 pernoctaciones en una semana normal a casi 20.000 durante estos días festivos, cuatro veces más. Otros ejemplos de destinos con playa son Oropesa del Mar, en Castellón (+160%); Arnuero, en Cantabria (+140%), o Barreiros, en Lugo (+125%).

En este grupo de municipios que crecen también destacan algunas zonas de los Pirineos, como Jaca (+90%), Viella (+60%) o algunas agrupaciones de municipios de la zona, como la que incluye a Naut Aran y a otros pueblos cercanos. Allí, la población creció un 140% entre el Jueves Santo y el domingo.

Otros grupos de pequeños municipios del interior, cerca de los grandes centros de trabajo, llegaron a duplicarse. Es el caso del área que incluye a Navaluenga, Burgohondo o San Juan del Molinillo, en Ávila. Parece razonable pensar que estos viajeros procedían de Madrid, hacia donde emigraron hace décadas. La mayoría de los viajeros de capital, donde reside mucha población nacida en otras provincias, pasaron sus vacaciones fuera de ella. Y lo mismo ocurre en Navarra y País Vasco, donde cuatro de cada cinco personas salieron de su región durante esos días.

Esta diáspora tiene mucho menor alcance en el caso de León, Lugo o Cuenca, donde más de la mitad de los viajeros optan por permanecer en los confines de su propia provincia. Mención aparte, por sus condiciones geográficas, merece el archipiélago canario: allí son siete de cada diez quienes viajan en Semana Santa sin salir de Santa Cruz de Tenerife o Las Palmas.

En Córdoba y Sevilla, salir de la comunidad autónoma también es la opción menos popular: la mitad de los viajeros se desplazan a otras provincias dentro de Andalucía.

Los destinos favoritos de cada provincia

Con los datos del estudio también podemos conocer las preferencias de cada región: hay patrones de movilidad diferentes. Las provincias se comportan como el público de Eurovisión, sus vecinas son las predilectas. En el norte, Cantabria es la favorita de alaveses, vizcaínos y riojanos, y los cántabros prefieren irse a Asturias. Se mueven menos los gallegos, más proclives a quedarse en otras provincias de su propia comunidad. Los zaragozanos van hacia Huesca, Teruel y Tarragona; y los barceloneses hacen las maletas para marchar a Girona.

Los viajeros de Ávila, Guadalajara y Segovia son los únicos que se inclinan por visitar Madrid, nadando contra el torrente de quienes huyen de la capital. En las provincias interiores de Andalucía existe una prioridad común: desplazarse a las que dan al mar. Córdoba y Sevilla prefieren Cádiz, mientras que los jiennenses optan por la costa malagueña.

En la costa mediterránea confluyen los viajeros de Ciudad Real, Murcia, Cuenca y Albacete que eligen pasar estos días en las provincias valencianas, mientras que las catalanas reciben más vecinos de su propia comunidad, así como de Navarra y Baleares.

Viajar en Semana Santa, también más entre los ricos

Además de las cifras de pernoctaciones fuera de casa, el análisis del Ministerio de Transportes también recoge datos sobre los viajes y su distancia y sobre el nivel de renta, la edad o el género de los viajeros.

No se observan diferencias entre las distancias de los viajes de jóvenes o mayores, pero sí si nos fijamos en la renta. Considerando solo los desplazamientos desde casa a destinos no frecuentes (evitando así los lugares de trabajo o casas de familiares) se ve cómo los más ricos llegan más lejos: el 32% de los viajes emprendidos por personas con una renta superior a 15.000 euros se alejaron más de 50 kilómetros del domicilio habitual, mientras que el porcentaje cae al 19% en el caso de quienes perciben menos de 10.000 euros.

Estas diferencias también se observan dentro de las ciudades. La pasada Semana Santa los viajeros de los distritos más ricos de Madrid o Barcelona llegaron a duplicar a los de los más pobres.

En la capital, el 40% de los habitantes de Chamberí o el 36% de los de Chamartín, dos de los distritos con mayor renta de la ciudad, pasaron alguna noche fuera de la ciudad. Por el contrario, en Usera o Puente de Vallecas —dos de los más pobres—, apenas el 20% de sus vecinos salieron de la ciudad. El patrón es similar en Barcelona: los viajeros de Sarrià-Sant Gervasi (29%) casi triplican a los de Ciutat Vella (13%).

Madrid

Barcelona

Tabla: Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana / EL PAÍS

Metodología. Los datos del Estudio de Movilidad se pueden encontrar en la página web del Ministerio de Transportes.

En el mapa se representa cómo se distribuyen los viajeros de cada ciudad del desplegable durante la pasada Semana Santa. Para calcularlo se han seguido los siguientes pasos:

1. Se consideran para el análisis los datos de pernoctaciones del jueves, viernes y sábado de la Semana Santa del año 2022.

2. Se calcula la media de personas que pernoctan en cada municipio o agrupación de municipios que no coincida con su lugar de residencia en esos tres días.

3. Para cada lugar de destino (zona de pernoctación) se calcula el porcentaje que representan esas personas sobre el total de viajeros del origen (zona de residencia).

Para el gráfico de cambios de población se han comparado las pernoctaciones en cada municipio o agregación del periodo de Semana Santa con uno de referencia en el mes de junio. En el gráfico sobre la distancia de los trayectos de cada nivel de renta, se han considerado los datos de viajes los mismos días de Semana Santa, filtrando aquellos con un municipio de destino distinto al del origen, que tienen como origen “casa” y un destino “no frecuente” y que no tengan por objeto “estudio”.

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