El aeropuerto londinense de Heathrow restringe el número de vuelos hasta septiembre
El límite de pasajeros diarios no podrá superar los 100.000 y se exigirá a las aerolíneas que reduzcan los despegues programados. La escasez de personal de tierra provoca un caos que se prolongará durante el verano
La dirección del aeropuerto de Heathrow, el de mayor tráfico de Londres, ha decidido limitar a 100.000 el número diario de pasajeros que emprendan viaje desde sus instalaciones. La restricción entrará en vigor desde este martes, 12 de julio, hasta el próximo 11 de septiembre. Junto a una medida tan drástica, se ha solicitado además a las líneas aéreas que reduzcan la venta de billetes, y de vuelos. Desde que concluyó la pandemia, el sector aéreo se ha visto desbordado para atender la creciente demanda de turismo. Los niveles han regresado a la situación pre confinamiento, pero cientos de miles de empleados del sector perdieron sus puestos de trabajo. Muchos de ellos han rechazado regresar, y las carencias en personal de mantenimiento, logística y seguridad de muchos aeropuertos británicos han dejado en tierra, durante las últimas semanas, muchos vuelos programados.
Los cálculos previos de Heathrow para este verano apuntaban a un número diario de pasajeros de en torno a 104.000. Del exceso que ahora se quiere recortar, esas 4.000 personas, los responsables aeroportuarios calculan que unas 1.500 habrían comprado ya sus billetes.
“Algunas aerolíneas han tomado decisiones importantes, pero otras no lo han hecho. Necesitamos adoptar medidas extraordinarias para asegurar que los pasajeros tengan un viaje seguro y confiable”, ha dicho John Holland-Kaye, director ejecutivo de Heathrow, en una carta abierta a los usuarios. “Hemos comenzado a sufrir periodos de la jornada en los que el nivel del servicio ha descendido de un modo no tolerable: largos tiempos de cola, retrasos para aquellos pasajeros que requieren de especial asistencia, equipaje que no viaja a la vez que los pasajeros y llega tarde, niveles de puntualidad muy bajos y cancelaciones de vuelos de última hora”, ha descrito en su carta Holladn-Kaye.
Un panorama desolador que el sector ya había anticipado al Gobierno británico, que, entre otras medidas, ha dado luz verde para que los nuevos empleados contratados puedan comenzar a operar mientras se produce la comprobación de sus antecedentes de seguridad, un proceso que puede llevar semanas.
Algunas compañías, como la de bajo coste EasyJet, o British Airways, ya llevan semanas planeando cancelaciones de vuelos, pero el resto del sector sigue vendiendo billetes a un ritmo al que resulta difícil dar respuesta. El aeropuerto de Heathrow ha visto un crecimiento de pasajeros, en cuatro meses, en un porcentaje equivalente al crecimiento de los últimos 40 años.
Cambio de normativa de ‘slots’
Para agilizar las operaciones, la Comisión Europea ha propuesto este martes recuperar el umbral mínimo del 80% de franjas horarias operadas por temporada que se exigía antes de pandemia a las aerolíneas para conservar sus slots (permisos de despegue y aterrizaje) en los aeropuertos europeos, un criterio que se relajó hasta el 60%-64% tras los meses de inactividad por el confinamiento para evitar que las compañías se vieran obligadas a realizar “vuelos fantasma”, sin pasajeros, para conservar sus rutas.
Bruselas considera que el rápido incremento de la demanda que se está dando estos meses y las previsiones para el verano permiten augurar una “recuperación” del tráfico aéreo a niveles previos a los de la pandemia por coronavirus y, por tanto, no es necesario mantener esta flexibilidad. La comisaria de Transporte, Adina Vãlean, ha defendido que la demanda de vuelos “claramente ha vuelto” por lo que es el momento también de recuperar las reglas “normales” que se aplican a las franjas horarias para garantizar un uso “eficiente” de la capacidad aeroportuaria.
Con todo, el Ejecutivo comunitario plantea mantener la opción de recurrir al instrumento diseñado en esta crisis para justificar slots no utilizados (JNIUS, por sus siglas en inglés), de modo que Bruselas pueda volver a situar por debajo del 80% los umbrales durante un máximo de cuatro semanas consecutivas en caso de otra crisis que perturbe severamente el tráfico aéreo. Se trata de un “seguro”, ha indicado la comisaria, que permitirá a la UE reaccionar mejor ante, por ejemplo, una determinada situación epidemiológica o por una caída de la demanda consecuencia directa de la invasión rusa de Ucrania.
Además, los servicios comunitarios proponen medidas específicas para mitigar las consecuencias de la agresión de Rusia y restaurar la conectividad aérea entre la UE y Ucrania cuando llegue el momento, por ejemplo, previendo un periodo de “recuperación” de 16 semanas antes de imponer las normas de ‘slots’ al espacio aéreo ucranio.
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