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El Gobierno creará un fondo de inversión para que las comunidades usen los préstamos europeos

Economía estudia un vehículo financiero que canalizará parte de los 70.000 millones en créditos a través de las autonomías

Antonio Maqueda
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en el Congreso.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en el Congreso.Fernando Sánchez (Europa Press)

El Gobierno prepara la creación de un fondo de inversión que servirá para canalizar parte de los 70.000 millones en préstamos europeos que se pedirán próximamente a la UE y que quedarán recogidos en una adenda al Plan de Recuperación y Resiliencia que todavía tiene que negociar el Ejecutivo y la Comisión Europea con nuevos hitos y objetivos. La idea es que las comunidades autónomas puedan aprovechar este instrumento financiero para sus inversiones regionales y proyectos estratégicos, siempre que cumplan con los criterios impuestos por Europa, sobre todo relacionados con la agenda verde, la digital y la transformación de la economía.

Este vehículo todavía se encuentra en una fase muy embrionaria. Por ejemplo, aún no se ha decidido si habrá un reparto por regiones. Pero en principio brindaría una mayor flexibilidad en la gestión, ayudaría a que las comunidades participen y pongan recursos adicionales o que el sector privado también pueda invertir. No solo permitirá completar aquellos proyectos que ya tengan ayudas directas y que vayan avanzando mejor. Además, supondrá una nueva vía para financiar nuevos planes y objetivos emblemáticos. “Precisamente para asegurar que estos recursos adicionales se destinan a aquellas áreas de mayor interés desde el punto de vista estratégico, el Gobierno está estudiando la creación de un fondo de inversiones para las Comunidades Autónomas”, dijo el pasado jueves en el Congreso la vicepresidenta económica Nadia Calviño.

La nueva guía que ha escrito la Comisión Europea sobre cómo preparar las adendas ya dice que se pueden utilizar instrumentos financieros como un fondo de inversión para vehicular estos préstamos. Al tratarse de créditos, tiene lógica que se utilice un instrumento que asegura que se reintegran los recursos, señala. De esta forma, se puede argumentar que la deuda se irá devolviendo sola conforme vayan venciendo los préstamos. En esta misma línea, Calviño subrayó en el Congreso: “A nadie se le escapa que los préstamos implican un aumento de la deuda pública. Por eso, los créditos del plan de recuperación deberían destinarse de forma prioritaria a instrumentos financieros para garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo y la coherencia con los fondos estructurales”.

De los 22 planes de recuperación adoptados en Europa hasta el 22 de febrero, 15 han usado un total de 53 instrumentos financieros con un volumen de 22.000 millones, de los que casi 20.000 están siendo financiados con préstamos del plan de recuperación creado por la pandemia. Estos pueden instrumentarse a través de capital, cuasicapital, préstamos, garantías, créditos blandos o, incluso, capital riesgo. Y los socios que han puesto en marcha estos fondos incluyen los bancos de promoción nacional como el ICO, el BEI, el Fondo de Inversión Europeo, el BERD, ministerios, fondos, agencias estatales y bancos comerciales.

Algunos de estos instrumentos han sido empleados como garantías para quitar riesgo a planes de rehabilitación que buscan ganar eficiencia energética, en acuerdos de compras futuras (PPAs) para asegurar inversiones en energías renovables o como capital de empresas. También para vivienda social, transición digital, innovación o agricultura. En España ya se han establecido fondos pequeños para ciencia e industria. Y el fondo Next Tech, que pertenece al ICO y al Ministerio de Economía y que está diseñado para aumentar el tamaño de las empresas, ya ha anunciado que tirará de los préstamos europeos.

No obstante, el Ejecutivo comunitario recuerda que hace falta describir cuál es el fallo de mercado que obliga a poner recursos públicos para inversiones privadas. El fondo deberá cumplir con los criterios de ayudas de Estado y con las regulaciones pertinentes de aprovisionamiento público. Sus inversiones habrán de pasar un análisis de daño medioambiental. Y se tendrá que firmar un acuerdo con la entidad en la que se confíe la gestión, por ejemplo, un banco comercial o un fondo de inversión, dice la guía europea.

Además, habrá que fijar una política de inversión y verificar que cumple con el Plan de Recuperación. Se han de definir los riesgos, los beneficios, los objetivos y los instrumentos que se utilizarán, como capital, garantías o préstamos. Se han de acotar los beneficiarios y los activos e inversiones donde se pueda poner el dinero. Los flujos y provisiones que no se consuman deberán retornarse al Estado miembro. Y hay que elaborar una estrategia de salida con un calendario.

Por otra parte, Calviño iniciará las consultas para planificar el uso de estos recursos: “Para identificar los programas que se tienen que reforzar y tienen que desarrollarse en esta adenda del plan, vamos a poner en marcha un proceso de estrecho diálogo con los grupos parlamentarios, agentes sociales y comunidades autónomas”, dijo. En esto ha insistido mucho la Comisión en sus conversaciones con el Gobierno. Hasta ahora las autonomías se han quejado de que no tienen voz en el diseño de los fondos europeos. Solo pueden ejecutar lo que el Gobierno les marca, lamentan.

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Sobre la firma

Antonio Maqueda
Periodista de la sección de Economía. Graduado en Periodismo en la Universidad de Navarra y máster por la Universidad de Cardiff, ha trabajado en medios como Cádiz Información, New Statesman, The Independent, elEconomista y Vozpópuli.

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