Viajar de Madrid a Valencia con el AVE barato costará desde siete euros a partir de marzo
Renfe replicará las tarifas del Madrid-Barcelona en el AVLO valenciano, para rebajar los actuales precios que han recibido muchas críticas por el alto precio
Renfe no quiere dejar escapar la oportunidad del estreno la próxima primavera del AVLO, su servicio low cost de alta velocidad, en la línea Madrid-Valencia para incrementar su cuota de mercado en este trayecto, en el que el dominio del automóvil es absoluto. Para ello, pondrá en marcha un sistema de tarifas muy competitivas con billetes desde 7 euros por trayecto, lo que supondrá una notable rebaja respecto a los precios actuales del AVE ordinario a Valencia. Unos precios que han suscitado las críticas de usuarios y organizaciones de consumidores a través de las redes sociales.
Los planes de Renfe pasan por calcar prácticamente el actual cuadro de tarifas del AVLO en Madrid-Barcelona, con un sistema de precios dinámicos dependiendo de la demanda, muy similar al que aplican las compañías aéreas, y en las que se prime la compra anticipada para conseguir los mejores descuentos. Se trata de repetir el éxito de este primer ensayo del AVE low cost que tiene unas cifras de ocupación superiores al 90%, informaron a EL PAÍS en fuentes de la empresa.
La estrella del plan de precios será la denominada “tarifa plana”, a partir de 7 euros por trayecto, que estará solo disponible en compras con mucha antelación y en trenes en horario valle, es decir en los tramos de menos tráfico. Al margen de esos descuentos, y con carácter general, habrá una tarifa básica variable dependiendo de la demanda, a la que se podrán añadir toda una serie de extras como un seguro para anular o cambiar el billete hasta 30 minutos antes de la hora de salida (ocho euros); elección de asiento (ocho euros) o equipaje (a partir de 10 euros). También habrá descuentos para niños, que podrán viajar desde 5 euros, y de entre el 20% y el 50% para familias numerosas.
La empresa que preside Isaías Táboas se plantea dos objetivos fundamentales con la puesta en marcha del AVLO a comienzos del próximo mes de marzo en el corredor levantino: hacer frente a Ouigo, el servicio de alta velocidad de la francesa SNCF, que comenzará a competir en esa línea también en la próxima primavera; y romper el dominio absoluto del vehículo privado en el Madrid-Valencia, fundamentalmente porque se trata de una relación en la que el tiempo de viaje y la distancia es suficientemente atractiva para el coche.
Un dominio que ya se rompió hace tiempo en el Madrid-Barcelona, en el que el principal modo de transporte es el tren, por encima de cualquier otro medio de transporte colectivo y del coche. En este caso, la distancia y el tiempo de viaje favorecen al transporte ferroviario. Además, los tipos de clientes de las dos líneas son diferentes. En el caso de la línea Madrid-Valencia prima el viaje vacacional, familiar y de ocio, en tanto que en la línea a Barcelona hay un mayor componente de viaje profesional, laboral y de negocios, según el plan de Renfe.
Críticas por los precios
Pero para conseguir ese doble objetivo, Renfe tendrá que hacer un fuerte esfuerzo en la gestión de los precios. Desde que el pasado mes de junio estrenara su nuevo esquema de tarifas, eliminando las clases Turista y Preferente y su estructura de Promos, las críticas de los usuarios se han multiplicado, en particular en las líneas de AVE y de Alvia que no tienen competencia, que son todas a excepción del Madrid-Barcelona. Las principales quejas son: la escasez de plazas con grandes descuentos; los altos precios en temporadas de vacaciones o alta demanda como fines de semana y puentes; el pago por conceptos como elección de asiento, cambio de fecha, cancelación o equipaje que antes estaban incluidos en el billete y el mal funcionamiento de la web. Así un viaje de ida a vuelta de Madrid a Valencia en fechas señaladas, como puentes o vacaciones, puede salir por 180 euros si no se saca con antelación con el riesgo de perder el importe completo si no se ha sacado el suplemento de cambio de billete o anulación.
Renfe se defiende señalando que con el nuevo esquema las tarifas no solo no han subido, sino que el precio medio del billete ha bajado. Con la nueva estructura, se dispone de un precio máximo de referencia que equivale a la antigua Tarifa Flexible, la más cara. Utilizando ese precio como referencia, encadena hasta 16 clases de control que están reguladas por reglas de negocio gestionadas por el Revenue Management, un sistema de fijación de precios de mercado utilizado por la aviación, por el sector hotelero, por la competencia ferroviaria y recientemente por Renfe.
“El Revenue fija reglas de negocio por las cuales los precios pueden ser más altos o más bajos en función de, por ejemplo, la hora de salida de cada tren, los días de la semana, el grado de ocupación de los trenes o la antelación de compra. Si el billete se compra con mucho tiempo, el viajero podrá encontrar precios muy ventajosos (19 euros, por ejemplo, en el caso del Madrid-Valencia). Pero si el billete se compra en los últimos tres días previos al viaje, el sistema de Revenue ajusta el precio al mercado y el precio del billete aumenta, aunque siempre sin superar el precio máximo tasado”, señalan fuentes de la compañía.
Renfe defiende que sus precios siguen siendo los más competitivos. De acuerdo al comparador de precios Trainline, comprar un billete de solo ida de AVE para el viernes, día 5 de noviembre, con solo un día de antelación en la línea Madrid-Valencia, que solo opera Renfe, costaba un mínimo de 64,6 euros y un máximo de 88,7 euros. En la línea Madrid-Barcelona, donde sí hay competencia, los precios oscilaban en Renfe desde 65,3 a 130,7 euros; en el AVLO salía por 89 euros y en Ouigo por 99 euros. A todos esos precios hay que sumarles los extras como equipajes o elección de asiento.
La operadora pública también resalta la importancia de elegir bien el día y comprar el billete con antelación. Así, por ejemplo, el viernes 3 de diciembre, víspera del puente de la Constitución, el precio más barato del AVE a Valencia es de 39,2 euros, mientras que en el de Barcelona, Ouigo lo ofrece desde 49 euros; Avlo, por 55 euros y AVE por 76,2 euros. Dos días antes, el 1 de diciembre, se puede viajar a Valencia desde 22 euros con Renfe y desde 19 euros a Barcelona con Ouigo.
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