¿Quieres saber si tu banco invierte en armas con tu dinero?

En las juntas de accionistas de los bancos es habitual que los activistas de las asociaciones contrarias a la financiación de empresas armamentística tomen la palabra para pedir el listado de las firmas del sector a las que apoya la entidad. La respuesta suele ser que por el deber de secreto bancario con el cliente no pueden informar, aunque garantizan que no financian a empresas que fabrican minas antipersona y bombas de racimo, algo que está prohibido por la ley.

Pero la organización Banca Armada ha ido más lejos, convencida de que ha aumentado la preocupación de los ciudadanos por estas cuestiones, indica el director del Centre Delàs d’Estudis per la Pau, Jordi Calvo, que participa en esta campaña y ha logrado los datos de las inversiones bancarias según las firmas Bloomberg y Thomson Research.

“Esta organización ha lanzado una aplicación de uso libre y gratuito www.petjadaenarmes.org para que las personas conozcan su huella en armas según el banco con que operan”. Cuenta con el apoyo de Novessendes Fundació y Setem CV, y la financiación de la Generalitat Valenciana.

Fin didáctico y sensibilizador

El lema de campaña, presentada este jueves, tiene como lema ¿Sabes cuál es tu huella en armas?. “Tiene un fin didáctico y sensibilizador: que cualquier persona que tenga cuenta corriente o algún otro producto en un banco, pueda conocer si este invierte el dinero que gestiona en la industria armamentística”. Algunos bancos éticos, como Triodos, informan a sus clientes de las empresas en las que invierten su dinero y están excluidas las armamentísticas y las contaminantes.

Según la base de datos de la campaña Banca Armada, creada por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, los bancos españoles invirtieron entre 2015 y 2019 más de 11.000 millones de euros en empresas que fabrican armamento. “Ello implica que buena parte del dinero que administran las entidades financieras, el que todos sus clientes le facilitan al contratar alguno de sus servicios, se invierte en la industria armamentista”.

Según Jordi Calvo, las empresas que aparecen en la página web no tienen por qué dedicarse exclusivamente a la producción de armas. “No hemos logrado que las entidades nos detallen si los proyectos que financian tienen relación con las armas o no”. También admiten que la información tiene una antigüedad de uno o dos años, pero Calvo apunta no es fácil actualizarla.

“Puede que figuren créditos ya amortizados, pero lo que queremos trasmitir es que la entidad estuvo financiando a la empresa. Queremos que la gente sea consciente de que los bancos pueden hacer algo más que ofrecer buenos productos y rentabilidad porque lo que hacen la entidades con nuestro dinero configura cómo es el mundo”, añade.