Los autónomos perdieron a uno de cada cinco trabajadores a su cargo por la pandemia en 2020

Toda contabilidad que se centre en los daños que la pandemia de coronavirus ha provocado en el colectivo de trabajadores autónomos arroja resultados que no hacen más que aumentar la gravedad del diagnóstico. Después de que los datos del paro registrado referidos al mes de enero que publicaron el pasado martes los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social advirtieran de una reducción de 14.668 autónomos inscritos en el Régimen de Autónomos (RETA) ―que totalizó 3.256.740 afiliados medios―, el último informe de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) publicado este jueves señala que los trabajadores por cuenta propia contrataron a 69.957 asalariados menos en 2020 con respecto a los registros de 2019. Una cuenta que desprende otro dato demoledor para el gremio: uno de cada cinco empleos que se perdieron en España el año pasado correspondía al de un trabajador contratado por un autónomo (como persona física y no societaria).

ATA recoge en su estudio que el colectivo de trabajadores autónomos paso de tener a 877.208 trabajadores contratados a su cargo en 2019, a 807.251 doce meses después. Estas bajas se dieron principalmente entre aquellos que contaban con cinco o más asalariados. Y es que el impacto del coronavirus y las restricciones a la movilidad de las que se derivaron los ceses de actividad para este nicho de autónomos también fue especialmente contundente en 2020: el grupo se vio reducido en 26.243 efectivos, lo que supone un descenso del 6,1%. Como apunta ATA, de los dos millones de autónomos personas físicas que se contabilizaron el año pasado, uno de cada cinco (446.285, lo que supone el 22,2% del total) tenían al menos un trabajador a su cargo. En contrapartida, aquellos trabajadores que no contaban con ningún empleado crecieron en volumen: se incorporaron 31.777 en 2020, lo que supone un aumento del 2%.

“Se hace necesario actuar ya. No dejar pasar ni un día más y establecer ayudas directas a los sectores más castigados que permitan ayudar a autónomos y empresas o nos enfrentamos a un año catastrófico para el empleo y el tejido empresarial”, ha subrayado Lorenzo Amor, presidente de ATA, que viene reclamando desde el comienzo de la pandemia la implementación de un paquete de medidas directas que subsane las finanzas de muchos negocios dependientes de trabajadores autónomos, y que son los más vulnerables ante el aumento de la presión en las medidas de control sanitarias que se están imponiendo sobre sectores como la hostelería o el comercio.

Retrato robot

En su informe, la asociación de autónomos también ha realizado un retrato robot del autónomo en España. A partir de sus estudios, ATA detalla que entre los autónomos personas físicas que cotizan a la Seguridad Social, prácticamente uno de cada dos tienen entre 40 y 54 años y el 28,3% más de 55. Además, tres de cada cuatro son mayores de 40 años, y solo el 2% tiene menos de 25. En esta categorización por edades, se advierte que mientras los autónomos mayores de 55 años sumaron en el conjunto del año pasado 14.591 nuevos cotizantes a la Seguridad Social (+2,6%), mientras que los menores de 25 años lo hicieron en tan solo 2.187. Aquellos cuyas edades están comprendidas entre los 25 y los 55 descendieron.

En cuanto a la mortalidad de las actividades que desempeñan los autónomos, ATA destaca que se ha reducido y que ahora dos de cada tres tienen más de tres años de antigüedad, y uno de cada dos lleva más de cinco años al frente de su negocio. El porcentaje de recién incorporados y con menos de un año de antigüedad como trabajador por cuenta propia es del 13,4%. Todas estas actividades se focalizan en sectores muy concretos, como el comercio, agricultura y la construcción, que concentran a casi la mitad del conjunto de autónomos (43,9%). Aquellas actividades que menos trabajadores por cuenta propia aglutinan son las inmobiliarias, la comunicación y actividades financieras, las actividades artísticas y de entretenimiento, y la educación.