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TELEFÓNICA

Un traje a medida para las compañías del futuro

Telefónica Empresas acompaña a las organizaciones para acelerar su transformación, compartiendo su experiencia en el mundo digital

Telefónica está en el corazón de la revolución digital. La firma emprendió el camino cuando pocos lo atisbaban. Fundada en 1924, la compañía ha pasado de ser una empresa forjada en el despliegue de infraestructuras fijas para prestar un simple servicio de voz, a un negocio que maneja millones de datos y que surca los mares del big data, la Inteligencia Artificial, el blockchain, cloud computing y un sinfín de innovaciones punteras. La transformación no ha sido sencilla. “Ha habido experiencias buenas y malas”, dice Carlos Rabazo, gerente de aceleración de Transformación Digital en Telefónica Empresas. “Esa es parte de nuestra historia y es un aprendizaje con valor que ahora aprovechamos para ayudar a otras organizaciones a dar el salto tecnológico”, remarca.

Compartir vivencias es fundamental en un contexto de disrupción. No basta solo con adoptar las innovaciones más punteras. Una firma en plena transformación también requiere de un socio que la guíe, de un compañero de viaje que haya pasado por la simplificación y automatización de procesos. Un socio que haya innovado en relación con sus clientes, haciéndola cada vez más digital, dinámica y sencilla. Pero, sobre todo, del consejo de un experto que haya hecho frente al cambio cultural y a la forma de trabajar. Esa es la labor del equipo de aceleración de Telefónica Empresas.

“Haber pasado por el mismo camino en miles de ocasiones no solo nos convierte en expertos, sino que también nos permite conocer a la perfección la tecnología, las posibilidades que existen en cada caso, la potencialidad de los proyectos”, explica Rabazo, que lidera un grupo de especialistas multidisciplinarios cuyo objetivo es único: “Hacer trajes a medida para aquellos negocios que busquen la senda de la digitalización. Somos los sastres de los empresarios. Somos capaces de hacer prendas únicas cuando se habla de tecnología”, destaca.

Telefónica Empresas, un experimentado compañero de viaje para compañías en vías de transformación.

Para lograrlo, la multinacional se pone en la piel de aquellos que buscan la transformación. Lo hace en distintos niveles, pero siempre destacando el lado humano. “Las personas son como el sistema operativo. Si tu software es malo de nada sirve tener un hardware con potencia”, explica el directivo. Por ejemplo, si una firma se apoya en el big data para predecir la movilización de su fuerza de ventas en tiempo real, de nada sirve dicha aplicación si tiene establecido un sistema jerárquico complejo de toma de decisiones que retardan la definitiva varios días. “Ese es nuestro objetivo, acompañamos a los clientes en el diseño de su proceso de cambio cultural con un plan de formación, comunicación, modelo de liderazgo y herramientas que permitan evolucionar la forma de trabajar”, dice el experto.

Dar este paso implica responsabilidad y honestidad. En ese sentido, los especialistas recomiendan solo aquellas tecnologías que potencian las metas de sus usuarios. “Si el cliente tiene ya un plan estratégico, le ayudamos a identificar esos quick-wins que puede activar en un plazo inferior a tres meses. Lo asesoramos desde su realidad, comprendiendo su negocio”, indica.

En Telefónica este cambio de paradigma se ha palpado en carne propia. Antes, la compañía enviaba las ofertas de marketing a sus tiendas por fax. Ahora las realiza a través de un sistema dinámico que las actualiza en tiempo real y en función del número de clientes de un establecimiento. Todo ello se hace gracias a las cámaras de 360 grados instaladas en el sitio, a la información que obtiene de los clientes que se conectan al WiFi y a las aplicaciones que monitorizan el movimiento de las personas y que permiten intuir qué productos son los preferidos.

“Somos los sastres de los empresarios. Somos capaces de hacer prendas únicas cuando se habla de tecnología” (Carlos Rabazo, gerente de Aceleración de Transformación Digital en Telefónica Empresas)

Transformar una empresa es un trabajo arduo y abarca distintas disciplinas. “Nuestros profesionales son capaces de cubrirlas”, agrega Rabazo. El equipo de aceleración digital está compuesto por personas que entienden las necesidades tecnológicas, pero también por expertos con visión financiera. “Tenemos gente creativa que se ha forjado a base de mucha prueba y error, pues ha atravesado por diversos procesos de cambio digital”, subraya. Son expertos que unen fuerzas para dar una visión holística y que proponen un nuevo modelo de negocio. Repiensan los pilares de una compañía y los reconstruyen.

Para ello es esencial hacer pequeños cambios en cada área que lo requiera. "Nosotros a esto lo llamamos microvoladuras". Por ejemplo, en la formación a los empleados. “Nuestra experiencia nos dice que esta se recibe en un formato inadecuado. Además, exige un tiempo e interrumpe las actividades diarias”, explica el especialista en aceleración digital. Es más efectivo ofrecer vídeos de un minuto y medio, como máximo, en los que se incluyan algunos casos de uso, añade. Y para que esta aventura cobre sentido en toda la organización resulta primordial involucrar a los máximos responsables. “El CEO debe ser el gran espónsor de la transformación, porque es la persona con mayor interlocución con todas las áreas de una firma”, concluye.

Metodología del cambio

Un traje a medida requiere una metodología. El primer paso es conocer el plan estratégico de la compañía y sus objetivos, para luego realizar la radiografía de la situación del negocio, indicando qué proyectos debe acometer y en qué orden. Una vez hecho el estudio se plantean tres ejes sobre los que girará la transformación: el cambio cultural en las personas, los procesos y la tecnología para alcanzar los objetivos.

“No entregamos un informe, damos recomendaciones que siempre van acompañadas de un plan de implementación tecnológica al que llamamos aceleración”, explica Rabazo. Para tener una visión completa, los especialistas hablan con todos los actores, desde la capa más elevada hasta sus usuarios externos. Así se logran resultados como altos directivos más empoderados. Pero, además, se desarrollan organizaciones con nuevas herramientas y formas innovadoras de trabajo, mucho más ágiles y alineadas con las metas financieras.

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