Los empresarios salen en defensa de la Corona en plena crisis de la institución
Garamendi alienta al Rey: “Quiero agradecer expresamente su trabajo, darle gracias y pedir que siga, que no se desanime, que le vamos a ayudar y a empujar”
Varias organizaciones empresariales se han expresado hoy abiertamente en defensa de la Corona como sostén de las empresas y del desarrollo económico español durante la IV Cumbre de Internacionalización que se ha celebrado en Madrid. Las cinco organizaciones que han preparado esta cumbre (Cámara de España, CEOE, Foro de Marcas Renombradas, Club de Exportadores e Inversores y la Asociación Española de Directivos) se han mostrado reverentes con la figura del monarca Felipe VI, dejando latente la crisis de la institución por los últimos episodios relacionados con las finanzas del rey emérito Juan Carlos I. El apoyo quedó reflejado en las palabras del presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi: “Quiero agradecer expresamente ese trabajo [por el apoyo a las empresas], darle gracias y pedir que siga, que no se desanime, que le vamos a ayudar y a empujar”.
El monarca, que clausuró el acto, correspondió al aliento de los empresarios con el compromiso de seguir respaldando todas sus actuaciones en el exterior. “La internacionalización va a ser, nuevamente, uno de los grandes motores de recuperación de la economía española tras la crisis generada por la pandemia. La búsqueda de nuevos mercados en el exterior fue una de las vías que permitió salir de la crisis de 2008, y confiamos en que, de nuevo, desempeñe un papel fundamental incluso ante las actuales tendencias proteccionistas en algunos mercados”, manifestó el Rey. “Es uno de los factores más relevantes del crecimiento y para generar empleo, no hay otra alternativa”, ha completado tras resaltar que “España cuenta con empresas de gran prestigio que han demostrado su compromiso en el exterior y su buen hacer”.
El monarca ha añadido que la proyección al exterior debería formar parte del ciclo de vida de las empresas, ya que permite consolidar el crecimiento, ampliar mercados y aprovechar nuevas oportunidades, lo que redunda en mayor riqueza y empleo”. Y, además de alentar la colaboración público-privada, ha pedido a las empresas capacidad de sacrificio, lucha y perseverancia para afrontar los nuevos retos. “Estamos deseando volver a remangarnos, ponernos el traje de comercial y salir por ahí a ayudar a las empresas a abrirse mercados”, ha dicho, para remachar: “Os invito a seguir fomentando la internacionalización”.
También la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se ha referido a la importancia de la internacionalización como palanca para la superación de la crisis. “La internacionalización es una de nuestras prioridades porque va a tener un papel clave en la recuperación económica de España en los próximos años. La irrupción de la pandemia ha tenido un impacto negativo en el comercio a nivel global, pero encaramos 2021 con mejores perspectivas no solo por la disponibilidad de una vacuna contra el coronavirus sino también porque nuestro tejido de empresas exportadores está siendo más resiliente y se espera una recuperación gradual de los flujos comerciales y de inversión, tal y como ocurrió en la crisis de 2008”, ha afirmado.
Tanto el Rey como la ministra respondían al manifiesto conjunto que presentaron las cinco organizaciones, en la que han expresado a los poderes públicos y a la sociedad civil la necesidad de apoyarse en el sector exterior como factor capital para hacer frente a la crisis sanitaria y sentar las bases de la recuperación económica y social. A su juicio, las empresas internacionalizadas no solo han demostrado ser más resilientes, sino también más competitivas. “Ello exige compromiso, colaboración, creatividad y liderazgo en favor de un objetivo común. Le corresponde al sector exterior volver a ser una palanca clave de recuperación”.
Decálogo para la internacionalización
El manifiesto, de diez puntos, coloca la internacionalización como “una prioridad de la política económica, al mismo nivel que la digitalización y la sostenibilidad y como tres caras de la misma moneda, que no es otra que la competitividad de la economía española”. Asimismo, defiende los beneficios del libre comercio como motor de desarrollo frente a las tendencias proteccionistas y plantean dar un alto cualitativo de la oferta a partir del desarrollo de ventajas competitivas distintas del precio como la tecnología, la marca, el diseño y la innovación que sitúen a España en el nivel competitivo que le corresponde.
Pero, además, plantea la necesidad de establecer una cultura de colaboración público-privada, potenciar los beneficios fiscales y los instrumentos financieros para ayudar a esa internacionalización y favorecer el establecimiento de sinergias entre las distintas Administraciones Públicas y organismos. Para las organizaciones es preciso también desarrollar una cultura internacional de la sociedad, de manera que se incluya el comercio exterior en la educación.
Las organizaciones empresariales proponen que se aprovechen los fondos de Plan de Recuperación para impulsar proyectos tractores que sirvan para transformar y modernizar el tejido empresarial y lo hagan competitivo, y piden al Gobierno que estrechen la coordinación con el resto de Administraciones en ese empeño de la internacionalización reforzando el papel de las empresas en el diseño y ejecución del plan estratégico.
Así, José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España, ha puesto el acento en la necesidad de impulsar la internacionalización de las pymes, en lo que coincidió con Garamendi, que aprovechó para reclamar adaptaciones y reformar estructurales (digitalización, innovación, educación y formación) para aumentar la competitividad. Ignacio Osborne, presidente del Foro de Marcas Renombradas, destacó que la clave radica en dar un salto de calidad, mientras Antonio Bonet, del Club de Exportadores, reclamó una política de Estado en la materia en la que se impliquen todos los ministerios económicos. Por su parte, Juan Carlos Gallego, presidente de la Asociación de Directivos de Madrid, ha puesto el acento en la importancia de que haya líderes capaces de abordar la expansión internacional.
Encuesta
Medidas fiscales, apoyo a la financiación de la exportación, eliminación de obstáculos administrativos y ayudas para la inversión en I+D+i son las peticiones que, precisamente, destacan los empresarios en una encuesta elaborada por KPMG por encargo de los organizadores. Los resultados arrojan que hay una elevada cobertura exterior, de manera que en 2020 la cuota exterior sobre el negocio de las empresas se eleva al 42% y que para el año que viene será el 45%. Sobre un total de 500 directivos entrevistados, el 80% está explorando nuevas oportunidades de internacionalización para hacer frente a la crisis.
Asimismo, la tendencia es hacia la diversificación de manera que los mercados prioritarios serán, además de la Unión Europea y Estados Unidos, quedando Latinoamérica desplazada a tercer lugar y experimentando un alza considerable China y el sureste asiático. Los retos, según la encuesta, se centran en las presiones competitivas y las necesidades de adaptación a las nuevas tendencias, seguidas de la transformación digital y la lucha contra el proteccionismo.
Decálogo para el exterior
1. La internacionalización se constituye como una prioridad de la política económica, al mismo nivel que la digitalización y la sostenibilidad y como tres caras de la misma moneda, que no es otra que la competitividad de la economía española. Para ello consideran fundamental dotar a la administración comercial española de los recursos y capacidades necesarios para favorecer la expansión internacional de nuestro tejido empresarial, particularmente de las pymes.
2. España debe ser un actor relevante, en el seno de la Unión Europea, en la defensa del comercio internacional y de los organismos multilaterales que lo gobiernan, poniendo en valor los beneficios del libre comercio como motor de desarrollo económico y social frente a las tendencias proteccionistas que lo cuestionan.
3. Debemos dar un salto cualitativo en el grado de sofisticación y diferenciación de nuestra oferta, a partir del desarrollo de ventajas competitivas distintas del precio como la tecnología, la marca, el diseño y la innovación que sitúen a España en el nivel competitivo que le corresponde.
4. La imagen país de origen debe ser un factor que aporte valor a las empresas españolas en su proceso de internacionalización, por lo que se deben desarrollar los esfuerzos de comunicación y promoción necesarios para que así sea en todos los sectores y mercados, dando a conocer una realidad empresarial no siempre suficientemente conocida.
5. Es necesario establecer una verdadera cultura de colaboración, tanto público-privada como entre el propio sector privado, tanto en el diseño de las políticas y el establecimiento de prioridades como en el desarrollo de herramientas y plataformas que favorezcan la internacionalización de la economía española.
6. Es fundamental mantener o potenciar los beneficios fiscales y los instrumentos financieros que por un lado no sitúen a las empresas españolas en una situación de desventaja competitiva y por otro permitan afrontar con unas mínimas garantías de éxito un proceso que resulta complejo y costoso, especialmente para las pymes.
7. Se debe favorecer la generación de sinergias entre las distintas administraciones públicas y organismos competentes de nuestra acción exterior, evitando la dispersión de esfuerzos que perjudica los intereses de las empresas. Además, se debe convertir a la red exterior del Estado en un verdadero instrumento de inteligencia económica, contando para ello con las cámaras de comercio de España en el exterior y la creciente comunidad de directivos y profesionales españoles presentes a nivel global.
8. Es necesario desarrollar una cultura internacional en nuestra sociedad, incluyendo el comercio exterior en la educación, favoreciendo los intercambios internacionales y desarrollando programas de formación accesibles para el conjunto de nuestro tejido empresarial. La recualificación de nuestro talento también pasa por hacerlo más internacional.
9. Se deben aprovechar los fondos del plan de recuperación para Europa para impulsar proyectos tractores, en cualquier sector de actividad, que no solo permitan transformar y modernizar nuestro tejido empresarial, sino que además lo hagan más competitivo en el nuevo entorno global. Y este esfuerzo colectivo de financiación y de apoyo debe extenderse de manera especial a proyectos relacionados con el ámbito del turismo, dada su importancia para la internacionalización de nuestra economía, su carácter transversal y el especial impacto sufrido durante esta crisis.
10. El Gobierno y el conjunto de las Administraciones Públicas, deben mantener y estrechar su coordinación en el fomento de la internacionalización de la economía española, consolidándola como una política de Estado y reforzando el papel de las empresas en el diseño y ejecución del Plan Estratégico en este ámbito.
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