Airbnb saldrá a bolsa valorada en casi 35.000 millones de euros
Los títulos de la plataforma de alojamiento turístico empezarán a cotizar el jueves en el índice Nasdaq de Nueva York a un precio que oscila entre los 56 y los 60 dólares
Airbnb ya ha puesto precio a sus acciones para salir a Bolsa. Cada título de la plataforma de alquiler de alojamiento costará entre 56 y 60 dólares (entre 46 y 49 euros) lo que supone valorar la empresa en hasta 42.000 millones de dólares. Esto es un precio más alto de lo que estaba previsto en principio, lo que demuestra que hay interés entre los inversores.
El aumento del precio supone también un incremento del valor total de la compañía, pues en principio se valoraba en unos 35.000 millones de dólares, y permitirá a la empresa tecnológica recaudar unos 3.100 millones de dólares.
La plataforma de alquiler vacacional, que ha logrado recuperarse tras unos meses difíciles al inicio de la pandemia, oferta casi 52 millones de acciones, que comenzarán a cotizar el próximo jueves. En principio, el estreno en los parqués de una plataforma digital que ha cambiado hábitos de consumo en el alojamiento turístico estaba prevista antes, pero se ha ido retrasando hasta casi finales de este 2020. La operación financiera está dirigida por dos de los grandes bancos de inversión de Wall Street, Morgan Stanley y Goldman Sachs. Airbnb cotizará en el parqué tecnológico Nasdaq.
El salto al parqué del jueves fue anunciado por Airbnb hace más de un año. No obstante, la firma no dio los pasos formales hasta el pasado agosto. La covid-19 ha podido trastocar los planes de la empresa, pero no los ha cancelado finalmente a pesar de que la pandemia ha supuesto un gran golpe para el sector en el que opera esta firma, el turismo.
Desde su lanzamiento en 2008, el modelo de negocio de AirBnB también ha encontrado resistencias en ciertas ciudades. Algunas autoridades municipales, y colectivos sociales, denuncian la turistificación de los centros urbanos y han tomado iniciativas para detener la proliferación de apartamentos turísticos. Algunos estudios académicos han apuntado a que, al restar oferta al alquiler residencial, las plataformas de arrendamientos a corto plazo encarecen las rentas. Ello ha motivado algunas normativas para restringir esta actividad —desde congelar la concesión de licencias hasta limitar el número de días por año que puede alquilarse un piso por periodos breves de tiempo— aunque lo cierto es que, hasta la llegada del coronavirus, la expansión parecía imparable.
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