Las ventas de Ikea en España caen un 9,6% en el año de la pandemia

Las ventas de IKEA España ascendieron a 1.443 millones de euros en el ejercicio 2019-2020 (del 1 de septiembre al 31 de agosto), un 9,6% menos que en el ejercicio anterior, según ha informado este martes la filial del grupo sueco de decoración que gestiona las tiendas en España, a excepción de las de Baleares y Canarias. En un ejercicio “complicadísimo”, en palabras de la responsable de la empresa en España, Petra Axdorff, marcado por la pandemia de coronavirus, que obligó a cerrar las tiendas desde mediados de marzo hasta principios de junio, la matriz del grupo español, Ingka Group, también registró un descenso de ventas del 4%, hasta 35.200 millones de euros. Las buenas noticias, como en otras empresas distribuidoras, llegaron del comercio electrónico, que se disparó un 73%, hasta 187 millones de euros en España.

Se trata del primer descenso de facturación de la compañía en España desde el ejercicio 2013, pero queda compensado en parte por el salto de la venta por internet, que el año pasado apenas pesó en las cuentas un 5,2% para aumentar hasta el 12,9% en el ejercicio recién terminado. Ikea España es la filial del gigante sueco para España y Portugal, (excluyendo Canarias y Baleares). Es subsidiaria de Ingka Group, (la antigua Ikea Group, la sociedad que gestiona la gran mayoría de las tiendas de Ikea en los 30 mercados en los que tiene presencia) cuyos ingresos se vieron recortados desde los 36.700 millones del ejercicio 18-19 hasta los 35.200 del 19-20. Como es costumbre por estas fechas, ambas empresas revelaron sus datos de ingresos, pero no las cuentas completas, por lo que no dieron las cifras de beneficios. En el caso de la matriz, las ventas por internet aportaron el 18% de los ingresos, tras crecer un 60%.

“Este ha sido un año atípico, sin precedentes, durante el cual hemos tenido que tomar decisiones y adaptarnos a cada situación(...) y acelerar nuestros procesos y maneras de hacer. Sin duda, el contexto COVID-19 ha afectado a nuestras ventas pero también nos ha hecho reaccionar con agilidad y acelerar planes que de todos modos sabíamos que teníamos que hacer y que posiblemente en circunstancias normales nos hubieran llevado años”, ha destacado la responsable de Ikea en España. La directiva explica, como ejemplo, para poder hacer frente al aumento de pedidos, las tiendas se convirtieron en centros logísticos para preparar los envíos.

“Antes del estallido de esta situación estábamos teniendo un gran año, con un crecimiento de dos dígitos. En marzo, cuando cerramos todas nuestras tiendas, las ventas, como es lógico, empezaron a caer pero ya comenzaba a vislumbrarse el impulso de nuestra compra online, que acabó por convertirse en nuestro revulsivo del año", señala Axdorff. “Ha sido un año complicadísimo pero miramos el futuro con optimismo”, afirma en la nota.