La economía mundial sigue el ritmo del virus
Revisamos a la baja las previsiones de crecimiento global desde el -2,4% al -3,1% en 2020
El escenario económico global sigue definido por la covid-19, con una recesión comparable a la Gran Depresión de hace 90 años y con perspectivas muy inciertas, como lo son la evolución de la curva de contagios y el momento y modo en el que se podría lograr la inmunidad de grupo, en lo que será determinante la accesibilidad a una vacuna.
En BBVA Research revisamos a la baja las previsiones de crecimiento global desde el -2,4% al -3,1% en 2020 dadas las mayores caídas del PIB en el primer trimestre, y que todo indica se han agravado significativamente en el segundo trimestres para dar al fin paso al comienzo de la recuperación a lo largo del segundo semestre del año, como señalan indicadores de alta frecuencia. Pero la mejora de la economía será incompleta, ninguna de las grandes áreas (China, Estados Unidos y Europa) lograría a finales de 2021 niveles de PIB cercanos a los previstos antes de la crisis, oscilando la brecha negativa entre el 4% y el 5% en las zonas señaladas. Las cicatrices económicas de la covid-19 serán más persistentes donde se hayan registrado cierres de actividad más severos y prolongados y se dé una mayor especialización en sectores que, como el turismo y el ocio, serán más perjudicados por el temor al contagio de la enfermedad. Este es el caso de España, que registraría un ajuste del 8% respecto a las perspectivas previas de nivel de PIB a finales de 2021.
Los mercados financieros parecen ignorar este panorama, con indicadores de estrés en niveles casi previos a la pandémicos y con cotizaciones bursátiles al alza. Estas valoraciones se apoyan en las masivas medidas de soporte fiscal (16% del PIB en Estados Unidos y 13% en Europa sumando ya el fondo de recuperación), a las que se añaden los programas de crédito (12% y 19% del PIB respectivamente) y el aumento del balance de los bancos centrales para comprar un mayor volumen y variedad de activos. A estos soportes se unen la incipiente mejora de los indicadores y, más recientemente, las mejores expectativas de disponibilidad de una vacuna efectiva.
Políticas presentes y vacunas futuras más que compensan el actual aumento de la curva de contagios en algunos países de Europa y de América, donde existen incluso indicios de transmisión comunitaria en ciertos focos. Pero la vacuna puede tardar, y la estrategia de control de la epidemia evitando cierres generalizados y severos exige trazabilidad de los focos de contagio para su rápido control, algo que no parece que se esté logrando suficientemente fuera de Asia.
Es ahí, en el éxito de la estrategia de control de la covid-19 donde se decidirá el escenario económico global, a la espera de la vacuna.
J. Julián Cubero, de BBVA Research
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