Las dos mayores economías de la Unión Europea se hunden en la recesión
El PIB de Francia retrocede un 6% durante el primer trimestre, su peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial. Alemania se prepara para un desplome de doble dígito entre abril y junio
Tal es la magnitud del batacazo económico en Francia, que el país empieza a quedarse sin referentes históricos para comparar la crisis que se avecina por la epidemia de coronavirus. Según ha anunciado este miércoles el Banco de Francia, la economía, la segunda mayor de la zona euro, retrocedió un 6% durante el primer trimestre de 2020 como consecuencia del impacto de la pandemia de la Covid-19 y de las medidas de contención aprobadas por el Elíseo. Y la cuenta sigue haciéndose más pesada: cada quincena de confinamiento, le resta 1,5 puntos al PIB, ha advertido la institución bancaria francesa en el mismo día en que el Elíseo ha confirmado que habrá una nueva prolongación del confinamiento. Según el gobernador de Francia, François Villeroy de Galhau, se trata del peor dato de evolución del PIB desde la II Guerra Mundial y similar al registrado durante las protestas de Mayo del 68. El ministro de Economía, Bruno Le Maire, ya ha comparado la situación incluso con la Gran Recesión tras el crack de 1929. El PIB alemán, por su parte, caerá un 4,2% en 2020 y todo apunta a un hundimiento 10% en el segundo trimestre. Las dos grandes locomotoras de la Unión Europea están en recesión.
Por si hiciera falta ser más gráficos, el Banco de Francia recuerda que en su última previsión de crecimiento trimestral del PIB para los primeros tres meses del año, publicado hace solo un mes, la proyección era de un crecimiento de 0,1%. Pero “el impacto sobre la actividad de las medidas del confinamiento nos lleva a revisar fuertemente nuestra estimación de la variación trimestral del PIB el primer trimestre, en torno al -6%”, agrega. “Hay que remontarse al segundo trimestre de 1968, marcado por los eventos del mes de mayo, para encontrar una bajada trimestral de la actividad de la misma magnitud”, subraya el Banco de Francia en referencia a la caída en aquel entonces del 5,3% del PIB, antes de repuntar fuertemente eso sí, al 8%, en el tercer trimestre de ese año.
El problema es que esta nueva crisis es global y la posibilidad de una remontada no depende necesariamente solo de Francia. En entrevista con la emisora LCI, Villeroy de Galhau ha anticipado un crecimiento muy negativo de Francia en 2020, aunque ha expresado su confianza en que “debería ser positivo en 2021”, destacando que para ello se está “ayudando a los empresarios y sus empleados, con el fin de estar en condiciones de comenzar más rápido el crecimiento cuando acaben las medidas de contención”, destaca la agencia France Presse.
A este respecto, el banquero ha destacado que el país cuenta con el sistema de desempleo más generoso de Europa, “afortunadamente el modelo social y europeo está ahí y funciona”, mientras que ha recordado que, por el contrario, Estados Unidos ha registrado 10 millones de nuevos parados en apenas 15 días. La víspera, la ministra de Trabajo, Murielle Penicaud, reveló durante una audiencia por videoconferencia en el Senado que la cifra de trabajadores que se han acogido al paro parcial alcanza ya los 5,8 millones de asalariados, uno de cada cuatro empleados del sector privado. “Somos el único país con este nivel de paro parcial”, sostuvo Penicaud. Un nivel récord que, según LCI, podría costar hasta 20.000 millones de euros en tres meses.
No todos parecen compartir el cauto optimismo del gobernador del Banco de Francia. “Hace unos días, hice una comparación con la gran recesión de 1929. La confirmo”, dijo el domingo en el Journal du Dimanche el ministro Le Maire. “Esta crisis es muy violenta. Es global puesto que ningún continente se está librando y será duradera. La diferencia con 1929, es que los Estados están reaccionando rápido y fuertemente. Pero el impacto será masivo”, preveía hace solo unos días el responsable de evitar el “naufragio” económico de Francia, como lo describió él mismo. Las devastadoras cifras económicas para el país se conocen en el mismo día en que se constató el fracaso de los ministros del ramo de la UE, tras 16 horas de negociaciones, en su cuarto intento para dar una respuesta conjunta a la crisis que está provocando el coronavirus.
Alemania, camino de su primer déficit fiscal en una década
El PIB de Alemania registrará en 2020 una contracción del 4,2% como consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19 y de las medidas de contención implementadas, que arrastrarán a la economía germana en el segundo trimestre a una caída histórica del 9,8%, la más profunda de toda la serie histórica y más del doble del hundimiento contabilizado en el primer trimestre de 2009, el peor de la Gran Recesión en el país, según los pronósticos de los principales institutos germanos de investigación económica. De cara a 2021, los cinco institutos (IFO de Munich, DIW de Berlín, IfW de Kiel, IWH de Halle y RWI de Essen) anticipan un fuerte rebote del PIB de Alemania, con un crecimiento del 5,8%, aunque advierten de que sus previsiones cuentan “con considerables riesgos a la baja asociados”.
Según las nuevas estimaciones de los académicos, el PIB alemán habría registrado una caída del 1,9% en el primer trimestre de 2020, que se agravará entre abril y junio hasta un desplome del 9,8% como consecuencia de las medidas de confinamiento aplicadas para contener la propagación del virus, lo que supone la mayor contracción trimestral de la economía germana desde que en 1970 comenzaron a recopilarse datos. Los expertos anticipan un fuerte repunte del desempleo, con un incremento de 236.000 parados respecto de 2019, hasta los 2,5 millones, lo que supondría una tasa de paro del 5,5%, medio punto porcentual más que el año pasado. Asimismo, las cuentas públicas de la mayor economía europea sufrirán el impacto de la recesión y de las medidas de estímulo anunciadas, lo que se traducirá en que Alemania cerrará el año con un déficit del 4,7% de su PIB, frente al superávit del 1,4% de 2019. Sería el primer desequilibrio negativo del presupuesto alemán desde 2011.
“Alemania se encuentra en una buena posición para hacer frente al desplome económico y regresar a medio plazo a los niveles que habría alcanzado sin la crisis”, ha destacado el jefe de previsiones económicas del Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo, por su acrónimo alemán), Timo Wollmershäuser, para quien la favorable situación de las finanzas públicas permite a Berlín implementar medidas de largo alcance para amortiguar el impacto de la crisis en las empresas y familias.
De cara a 2021, los cinco institutos confían que el PIB de Alemania rebotará con fuerza, con una expansión del 5,8%, lo que permitirá reducir el desempleo nuevamente, hasta una tasa de paro del 5,3%, y equilibrar los presupuestos, regresando así el próximo año al cero negro. No obstante, advierten de los considerables riesgos a la baja de estas previsiones, ya que la pandemia podría tardar más de lo esperado en ser controlada y los esfuerzos para reactivar la economía resultar menor eficaces de lo previsto, sin descartar que sean necesarias en el futuro medidas de contención adicionales, que podrían dar como resultado más cierres e interrupciones de la producción, aumentando la probabilidad de distorsiones financieras y quiebras empresariales más allá de la capacidad de apoyo del Estado.
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