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La UE movilizará 25.000 millones para afrontar la crisis del coronavirus

Los jefes de Gobierno de los Veintisiete han hablado por videoconferencia durante más de dos horas y media

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al comienzo de la videoconferencia con los jefes de Gobierno de los Veintisiete. Vídeo: STEPHANIE LECOCQ (AP) / ATLAS

La Unión Europea movilizará hasta 25.000 millones de euros para hacer frente a la crisis del coronavirus. Tras una reunión por videoconferencia con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado la creación de un “fondo de respuesta” para garantizar el funcionamiento de los sistemas sanitarios, la liquidez de pequeñas y medianas empresas y evitar el deterioro de los mercados laborales. Bruselas también abrirá la mano a los países miembros en las normas sobre ayudas de Estado y en las reglas fiscales para que puedan dar apoyo a sus empresas y atender la emergencia de la epidemia.

El brote del coronavirus lleva en el radar de la Comisión Europea desde mediados de febrero. Bruselas todavía creía entonces que la epidemia podía quedar contenida en Asia tras ir aislando los casos que llegaban a Europa a cuentagotas. Pero fue extendiéndose. Y llegaron las cancelaciones de grandes eventos, desde el Mobile World Congress de Barcelona al Salón del Automóvil de Ginebra. Y las suspensiones de vuelos. Y las prohibiciones de grandes concentraciones, los cierres de cines y finalmente de teatros. El teletrabajo. Y el aislamiento de un país entero: Italia, la tercera economía de la UE.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, empezó la reunión manifestando el apoyo de la UE a Roma. “Déjenme expresar primero mi solidaridad hacia todos los afectados por esta enfermedad, y especialmente nuestro apoyo a Italia”, sostuvo Michel desde un despacho de Bruselas. A su lado, estaba el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Enfrente, en la pantalla, los jefes de Estado y de Gobierno; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; la del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y El jefe del Eurogrupo, Mário Centeno.

A las dos horas y media, Michel y Von der Leyen salieron de la videoconferencia. En sus carpetas no llevaban la actuación fiscal coordinada que había reclamado con insistencia el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, y que en el consejo extraordinario de este martes defendió el presidente francés, Emmanuel Macron. En su lugar, Von der Leyen anunció la movilización de hasta 25.000 millones de euros. De estos, la Comisión Europea echará mano a los fondos estructurales para contar con 7.500 millones de forma inmediata.

El plan, bautizado como “iniciativa de inversión en respuesta al coronavirus”, apenas contará con nuevos recursos, pero intentará acelerar el desembolso de los fondos estructurales pendientes. Para lograrlo, la Comisión propone renunciar a la devolución por parte de los Estados de las partidas de prefinanciación no ejecutadas. Bruselas calcula que eso generará los 7.500 millones citados.

A continuación, la Comisión propone que los Estados destinen ese dinero a cubrir la cofinanciación nacional de los fondos estructurales de este ejercicio, con lo que se aceleraría el desembolso de 17.500 millones y se alcanzarían los 25.000 millones anunciados.

Bruselas quiere que esa parte de los fondos se concentre en proyectos relacionados con el sistema sanitario, con participación de pequeñas y medianas empresas y con especial énfasis en favorecer al mercado laboral y a los sectores más vulnerables de la economía.

Von der Leyen también indicó que antes del viernes presentará una propuesta para que los países puedan acogerse a “toda la flexibilidad” que permite el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Es decir, que no deban preocuparse del cumplimento de las reglas sobre déficit y deuda. Por último, se comprometió a hacer que las “ayudas de Estado” lleguen a las empresas y sectores que lo necesiten.

La presidenta de la Comisión quiso ser muy clara sobre hasta donde está dispuesta a llegar la UE: “Usaremos todas las herramientas a nuestra disposición para asegurarnos de que la economía europea resista esta tormenta”. Y por si había dudas en Berlín, lo repitió en alemán. No en vano, Alemania se muestra reacia a la actuación fiscal conjunta que propugna Francia, que considera que sería más efectiva que el bazuca del Banco Central Europeo

Macron se expresó en la misma línea de firmeza, y recordó a través de su cuenta de Twitter que Europa debe “hacer todo lo necesario” en el ámbito sanitario y económico para superar la crisis. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, sugirió que podrían adoptarse nuevas medidas a lo largo de esta semana y en el Eurogrupo del lunes, que aún sigue en pie a pesar de las cancelaciones de consejos por el coronavirus.

Fuentes diplomáticas no descartaron nuevas medidas próximamente. “Paso a paso”, señalaron. A su juicio, la prioridad era ganar tiempo frente a la expansión del virus para aliviar el sistema sanitario italiano y preservar el del resto de los países de la Unión Europea. Otras fuentes consultadas sostuvieron que los países siguen trabajando en la posibilidad de una respuesta fiscal.

Michel puso sobre la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno la necesidad de más coordinación para contener la propagación, garantizar los suministros e impulsar la obtención de la vacuna contra el Covid-19. Las capitales, hasta ahora, han adoptado planes divergentes: desde medidas drásticas en Italia hasta decisiones más laxas en Bélgica, donde el número de infectados es muy inferior. Otros países, como Bulgaria, Chipre o Malta, la semana pasada ni siquiera habían registrado ni un solo caso.

Eso ya es agua pasada. La semana arrancó con todos los países de la UE con algún afectado en el contador. En total, a primera hora de este martes el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades reportaba 14.311 casos, con Italia (9.172), Francia (1.412) y España (1.204) a la cabeza. Los países acordaron adoptar medidas proporcionadas basadas en criterios científicos y médicos. Desde mañana, la Comisión Europea extremará las medidas de coordinación. Von der Leyen anunció videoconferencias diarias con los ministros de Salud e Interior de los Veintisiete.

Otra de las preocupaciones provenía del suministro de material en el mercado único europeo. La decisión de Alemania de obligar a los fabricantes a pedir permiso antes de exportar mascarillas, guantes o trajes de protección causó malestar en otros Estados miembros. En su intervención, Michel llamó a permitir que el mercado interior fluya correctamente, señaló que están en conversaciones con la industria para mejorar la producción, y recordó que hasta 20 países europeos están realizando compras conjuntas de material sanitario para prevenir una eventual escasez. “Debe garantizarse que el mercado interior funcione correctamente y que se eviten los obstáculos injustificados. Se debe prestar especial atención a las máscaras y respiradores”, sostuvo Michel.

El otro gran ámbito en el que la UE está poniendo énfasis es la inversión en investigación para poder desarrollar una vacuna que proteja contra el coronavirus. Al respecto, Bruselas ya ha movilizado 140 millones de euros y ha seleccionado 17 proyectos para tratar de hallar un antídoto efectivo.

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