La Autoridad Fiscal calcula que llegarán a España entre 7 y 10 millones de inmigrantes en los próximos 30 años
Estas estimaciones contemplan que la población se sitúe entre los 51 y 60 millones de habitantes, rompiendo con las más pesimistas proyecciones del INE y Eurostat
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) prevé que en los próximos 30 años lleguen a España entre 7 y 10 millones de inmigrantes, unas estimaciones más optimistas que las elaboradas por el INE y Eurostat y que pueden paliar algo el problema que sufrirán las pensiones en los próximos años, cuando a partir de 2023 se empiece a jubilar el baby boom español. No obstante, incluso con estas previsiones, la Autoridad Fiscal advierte de que el envejecimiento de la población seguirá ejerciendo una fuerte presión sobre el gasto público.
Allá por el año 1976 la ratio de fecundidad se desplomó en España, haciendo pensar que el crecimiento de la población entraría en tasas negativas. Sin embargo, esas predicciones no sucedieron. La inmigración despegó, y entre 2001 y 2015 llegaron unos 315.000 inmigrantes al año. Este fenómeno aumentó la fuerza laboral, retrasó el invierno demográfico y contribuyó al pago de las pensiones. Sin embargo, ahora se ha frenado con la crisis. Y ese es uno de los factores que hace que las proyecciones más recientes sean bastante negativas. El Instituto Nacional de Estadística (INE) simplemente proyecta para los próximos años lo que ha ocurrido en los últimos, y por eso apunta que la población vaya a quedarse estancada en los 44 millones hasta 2050. Eurostat también hace proyecciones, si bien se muestra algo más optimista: la población crecerá hasta 49 millones.
Sin embargo, la Airef discrepa de estas proyecciones, que no considera apropiadas y que muestran una suerte de "japonización de la economía española", un país muy particular porque restringe mucho la entrada de inmigrantes. "Asumen que lo ocurrido en 2013 y 2014 se va a repetir en el futuro", señalan fuentes de la Autoridad Fiscal. Y la cosa se pone peor cuando se examina el número de personas en edad de trabajar: el INE y Eurostat arrojan una contracción en tres décadas de 7 millones y 5 millones, respectivamente. Por el contrario, la Airef augura que continuará en los 30 millones de ahora.
Así que la Airef ha elaborado sus propias previsiones en lugar de unas proyecciones. Según estas fuentes, estos cálculos resultan "más plausibles" y, además, ayudarán a que la Autoridad Fiscal pueda estimar con mayor tino la evolución futura de las cuentas de la Seguridad Social, un informe que se publicará antes de que acabe el mes.
Por una parte, la Airef prevé que la tasa de fecundidad engorde hasta alcanzar la ratio de entre 1,8 y 2 hijos por mujer, una mejora muy sustancial respecto a los 1,3 de la actualidad. En opinión de la Autoridad Fiscal, las encuestas apuntan que los españoles quieren tener más hijos. Además, España ofrece pocas ayudas a la natalidad, unas políticas que se han mostrado eficaces y que podrían mejorarse. Y estas bajas ratios han estado muy vinculadas a la pobre situación del mercado de trabajo, argumenta el organismo que preside José Luis Escrivá. No obstante, existe una crítica a este razonamiento: la baja natalidad entre los españoles se dio incluso en la época de bonanza, lo que podría indicar que quizás sea harto difícil alcanzar esos 2 vástagos por mujer.
Por otra parte, la Airef espera que, con políticas migratorias iguales a las actuales, la inmigración remonte hasta unas 250.000 personas por año, algo por debajo de las 300.000 anuales registradas entre 2001 y 2015 y muy inferior al pico de casi 700.000 anotado en un solo año, allá por 2008. El organismo fiscal cree que España seguirá teniendo un PIB por habitante muy superior al de América Latina y África, lo que incentivará que continúen los flujos de inmigrantes de estos continentes, que seguirán viviendo un boom demográfico. Ahora bien, los expertos siempre ponen un pero a este razonamiento: se debe mantener una tasa de actividad que permita absorber esas llegadas. O dicho de otro modo, la economía tendrá que crecer para que esto suceda. La propia Airef reconoce que hay mucha incertidumbre en torno a cualquiera de estas estimaciones.
En cuanto a la esperanza de vida, esta seguiría aumentando. Y esta conjunción de factores permitirá que el número de habitantes pueda elevarse entre 4 y 13 millones en los próximos 30 años, lo que situaría la población entre los 51 y los 60 millones en 2050, muy por encima de los 44 millones del INE y los 49 millones de Eurostat.
Pese a ello, la tasa de dependencia se encontrará dentro de 30 años entre el 45% y el 60%. Lo que supondría pasar de cuatro personas en edad de trabajar por jubilado a las dos por jubilado en 2050. Es decir, toda esta inmigración no logrará neutralizar ni mucho menos el impacto del baby boom, que conllevará un incremento desde los 9 millones de pensionistas registrados en estos momentos a los 15 millones en 2050. "Este envejecimiento progresivo de la población va a ejercer una presión creciente sobre el gasto público asociado al envejecimiento", concluye la nota de la Airef.
Por ejemplo, el FMI ha realizado cálculos para las pensiones en los que dibujan una entrada de 5,5 millones de extranjeros, entre otros muchos factores. Y aun así pronostican que la pensión perderá cerca de un tercio de su poder adquisitivo en relación al salario medio.
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