Turismo: ¿crisis u oportunidad?
La crisis es una oportunidad para abandonar el modelo 'low cost'. Hay que pasar de la cantidad a los ingresos, la rentabilidad y salarios dignos
El miedo al terrorismo islámico se va disipando y las divisas de Turquía y Egipto se han depreciado un 50%, por lo que sus salarios en euros han caído a la mitad. Esto provoca una intensa bajada de precios en ambos países, donde la llegada de turistas crece en 2018 un 40% anual. Muchos de esos turistas venían a España, principalmente Canarias y Baleares, al segmento low cost, muy dependiente del turoperador.
España sigue teniendo muchos más millones de turistas que Turquía y Egipto juntos y las llegadas han dejado de crecer, pero no han caído. Hay que actuar y ocuparse en vez de preocuparse. El segmento que más sufre es el de hoteles low cost y apartamentos turísticos, cuyas pernoctaciones caen un 6%. La causa principal es la estrategia empresarial de depender 100% del turoperador, no tener contacto directo con tu cliente y pretender fidelizarle solo por precio.
El Gobierno de Rajoy se dedicó a festejar la cantidad de turistas sin advertir que es necesario ir a la calidad y adaptarse a la globalización, los nuevos gustos de los clientes y a la revolución tecnológica, especialmente a la contratación de las vacaciones por Internet. Lo único que hizo Rajoy por el sector turístico fue subirles todos los impuestos: IVA, valor catastral del IBI, etcétera, y su reforma laboral favoreció a los hoteleros low cost.
La economía mundial crece liderada por países emergentes, donde continúa el proceso de creación de clases medias. El turismo es un bien de lujo y, como nos sucedió a los españoles, los ciudadanos de los países emergentes que ven mejorar su empleo y su salario quieren viajar y conocer el mundo y otras culturas.
El sector hotelero tiende a la concentración. El caso de AC Hoteles de Antonio Catalán es un buen ejemplo de éxito de adaptación al cambio. Otros grupos españoles también han impulsado la internacionalización de sus hoteles. Eso aumenta la rentabilidad y la inversión, renovar el diseño de los hoteles y aumentar la satisfacción del cliente. Y esa es la clave que ha permitido aumentar el empleo y mejorar los salarios de los trabajadores.
Los hoteles que compitan con Turquía solo podrán sobrevivir pagando salarios de Turquía. El sol y playa debe convivir con el turismo cultural. Sevilla, Málaga Córdoba y Granada, con una buena estrategia, ven cómo el turismo cultural crece a tasas de dos dígitos. Barcelona, tras el intento de independencia, ve bajar precios de sus hoteles y también los salarios de sus trabajadores. La crisis es una oportunidad para abandonar el modelo low cost. Hay que pasar de la cantidad a los ingresos, la rentabilidad y salarios dignos.
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