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Un acero navarro que se resiste al proteccionismo

Magotteaux, la filial de la chilena Sigdo Koppers, cumple 50 años en Navarra y se prepara para expandirse en África y Australia mientras mira de reojo a Donald Trump

Pedro Gorospe
El grupo apuesta por seguir invirtiendo en la planta navarra de Urdiain
El grupo apuesta por seguir invirtiendo en la planta navarra de Urdiain

Magotteaux envejece en un rincón de la comarca de la Sakana, Navarra, como el buen vino. La fundición de Urdiain, una de las 19 plantas productivas de la multinacional con sede en Lieja (Bélgica) ha cumplido 50 años en un momento de crecimiento de la facturación. La decisión de especializarse en la producción de piezas de fundición y aceros aleados de alta resistencia para los sectores cementeros, minero y de siderurgia, le ha dado a sus ventas dimensión internacional cuando el mercado interior agonizaba. “Ahora es líder mundial en productos y servicios de optimización de procesos para las industrias de extracción, de minería de alta abrasión, y exportamos el 90% de la producción a Africa, Asia y Latinoamérica”, precisa el chileno de origen navarro Juan Eduardo Errázuriz, presidente de Sigdo Koppers, la multinacional que en 2011 adquirió el grupo belga.

Errazuriz viajó hasta el pequeño pueblo de Urdiain, situado a escasos seis kilómetros de la planta de Cementos Portland en Olazti, Navarra, propiedad de FCC, para celebrar ese medio siglo junto a la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y los embajadores de Chile y de Bélgica en España, Jorge Tagle y Marc Calcoen, respectivamente. Magotteaux Navarra emplea a 130 personas en Urdiain, cerró el pasado ejercicio con unas ventas récord de 31 millones de euros y un volumen de producción de 7.500 toneladas, y para 2018 estiman un crecimiento del 20% hasta las 9.000 toneladas.

La especialización en piezas de fundición ha servido para paliar la baja demanda española

Sigdo Koppers cerró el pasado ejercicio con unas ventas de 2.204 millones de dólares —680 atribuidos a Magotteaux Group— en todo el mundo. Lejos de diluir la planta de Magotteaux Navarra en el resto del grupo, los directivos de la multinacional belga y de su matriz chilena apuestan por seguir invirtiendo para especializarla todavía más y reorganizar algunos de sus procesos para hacerla más eficiente. “Aquí queremos seguir creciendo, esta una empresa líder en producción y en tecnología. En Magotteaux tenemos un departamento de investigación y tecnología muy importante. Es fundamental estar cerca de las minas y hacer plantas piloto con las nuevas tecnologías. Esta planta es muy eficiente”, explica Errazuriz.

La historia del grupo belga comenzó en 1920 en Vaux (Bélgica), cuando Lucien Magotteaux comenzó a fabricar y comercializarlas primeras bolas de acero para la molienda de diversos materiales. En la actualidad el grupo dispone de 19 plantas de producción, ubicadas en Bélgica, España, Francia, Chile, Brasil, México, Estados Unidos, Canadá, India, China y Tailandia, 24 oficinas de ventas en todo el mundo y está especializada en los mecanismos de desgaste de materiales por trituración, molienda y piro-procesos.

Errazuriz relata cómo la compra de Magotteaux resultó crucial para el futuro del grupo. “Chile es un país minero: el 50% del cobre del mundo se produce entre Chile y Perú. Por tanto, el consumo y la necesidad de servicios y productos para la industria es enorme. Pero vimos que no nos podíamos quedar en Chile solo y que además nos teníamos que diversificar”, explica el presidente. Primero entraron en el mercado de productos para la minería y se convirtieron en los mayores productores de nitrato de amonio. “Somos los mayores productores de Latinoamerica, y los cuartos en el mundo. Después vimos las posibilidades de agregar nuevos productos a ese sector, como los servicios de molienda para la industria, y en 2011 compramos Magotteaux”.

La fundición de Urdiain emplea a 130 personas y el año pasado facturó 31 millones de euros

En los años 80, el 100% de las ventas de Sigdo Koppers se centraban en Chile y ahora están mitad y mitad. Una política de compras y expansión que hace quince días tuvo otro hito. Maggotteaux reforzó su alianza con la empresa sudafricana Scaw Metals Group a través de la entrada en el accionariado de su filial Grinding Media South África (GMSA). “Acabamos de llegar a un buen acuerdo en Sudáfrica y hemos adquirido porcentaje importante de la empresa Scaw para manejar la parte tecnológica y comercial. Tenemos muy claro que África va a ser el continente en el que se va a producir el mayor crecimiento y tenemos que estar allí”, confirmó Errazuriz.

Mayor seguridad

De hecho la minería es enorme en Africa y Scaw Metals Group cuenta con operaciones clave en Sudáfrica, Australia, y en menor medida en Namibia, Zimbabue y Zambia. Scaw está especializada en la fabricación de artículos de acero como productos laminados, alambre, procesamiento de chatarra y productos para la minería. “Pero además podemos aportar mucha seguridad a un sector en el que ese aspecto es trascendental”, explica el presidente de Sigdo Koppers. ENAEX, líder mundial en robótica para minería y tele comando, es una de las firmas del grupo “que permite operar una mina desde tu casa, con total seguridad”, explica el máximo directivo del grupo en el que ya trabajan unas 10.000 personas en todo el mundo.

El presidente mira, sin embargo, con preocupación hacia Estados Unidos y Europa. Los cambios de un planeta abierto a otro con aranceles y problemas migratorios, populismo y cierres de fronteras, preocupa al presidente de Sigdo Koppers. “Nosotros vivimos de la economía abierta. Es un error volver al pasado, es un error que un país como Estados Unidos que lleva el libre comercio en su ADN hoy esté imponiendo políticas proteccionistas del siglo pasado”, explica con recelo. “Se ha demostrado que la forma en la que crecen las economías nacionales es con inversiones, y especialmente con inversiones productivas”, especifica. “Así es como se crea empleo, riqueza y comercio”.

Pero tampoco lo ve especialmente claro en una Unión Europea, un importante mercado para Koppers y Magotteaux, en el que emergen los populismos y en vez de hacerse más fuerte se disgrega. “Europa es un buen mercado, pero no es fácil dar una opinión muy certera con sucesos como el Brexit, el tema del gobierno populista en Italia, o el nuevo gobierno en España”, advierte.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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