Seis de cada diez coches en circulación en España tienen 10 años o más
Más de 166.000 de los vehículos usados vendidos en 2017 tenían más de 20 años
En España los coches son cada vez más viejos. Dos datos sustentan esta afirmación: la edad media del parque de turismos en circulación superó los 12 años el año pasado y el 61,8% de los coches que andaban circulando por carreteras y calles tenían 10 años o más, según la memoria de 2017 de la patronal de fabricantes de automóviles, Anfac. Esta evolución tiene un claro problema medioambiental, ya que cuanto más viejo es un vehículo, más emite. El vicepresidente de Anfac, Mario Armero, lo resumía así esta semana: “Cien vehículos matriculados hoy, emiten tantas emisiones como uno de la década de los setenta”.
Las matriculaciones de vehículos tocaron fondo en 2012. Desde entonces cada año se venden más turismos que el anterior. En 2017, se vendieron 1,23 millones, un 7,7% más que en 2016. La tendencia sigue en lo que va de año, según los datos divulgados ayer por Anfac. Sin embargo, estos datos no contribuyen a que se rejuvenezca la edad media de los turismo que ruedan por las carreteras españolas.
¿Por qué? Porque cuando alguien compra un coche, esto no supone que mande el vehículo viejo al desguace. Solo sucede en el 56% de las veces. Así se explica también que cada vez haya más vehículos en funcionamiento: el año pasado había 507 coches por cada 1.000 habitantes. En la misma línea están las transacciones de vehículos usados. De los casi 2,1 millones de ventas que hubo el año pasado de automóviles de segunda mano, más de la mitad fueron de coches con más de una década de antigüedad y de estos, 166.129 tenían más de 20 años, el 15% más que en 2016.
El envejecimiento de vehículos ha llevado a que ese 61,8% de vehículos de 10 años o más sea el porcentaje más alto de la serie de Anfac, que comienza en 1998. Este porcentaje se movió en torno al 40% durante los primeros años y llegó a caer hasta el 35,7% justo antes de que estallara la crisis.
Pero cuando explotó la recesión, el porcentaje comenzó a crecer y no ha dejado de hacerlo desde entonces. Ni siquiera los diferentes programas de ayudas a la compra y el achatarramiento revertieron la tendencia. Pero esos programas dejaron de funcionar hace ya 23 meses, cómo recordaba esta semana Armero. Aunque no lo hizo para reclamar planes de ayudas iguales. El sector aboga ahora por un cambio en la fiscalidad: “Un modelo más enfocado en el uso del vehículo que en la posesión”, señalan los fabricantes. La traducción de esta frase es “concentrar los difirentes impuestos que hay ahora sobre los automóviles en uno solo que grave más la emisión de gases contaminantes y efecto invernadero”.
Pero más allá de las ayudas directas o fiscales que haya, parece difícil que en España pueda volverse a alcanzar los 1,6 millones de vehículos matriculados cada año como hace 10 años si antes no baja el desempleo, cuya tasa sigue por encima del 16%, y los salarios no suben algo más de lo que lo están haciendo en los últimos años. Al final y al cabo, la compra de un coche es, probablemente, el gasto más importante que se afronta en los hogares tras la del inmueble.
Por otra parte, el envejecimiento del parque móvil convierten en un reto político de primer nivel las restricciones municipales que algunos ayuntamientos como el de Madrid están empezando a diseñar, en el que pesa más la antigüedad del vehículo que, por ejemplo, el número de matrícula. Los vehículos más antiguos tienen muchas más emisiones y, por tanto, las limitaciones a la circulación de este carácter les afectan directamente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.