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Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Un ‘vikingo’ de altos vuelos

Bjorn Kjos revolucionó el negocio de las aerolíneas de bajo coste con Norwegian y ahora IAG se interesa por su empresa

Bjorn Kjos, que fue piloto militar noruego durante la Guerra Fría, tras aterrizar a los mandos de un caza Gripen en Oslo.
Bjorn Kjos, que fue piloto militar noruego durante la Guerra Fría, tras aterrizar a los mandos de un caza Gripen en Oslo.Terje Bendiksby

Bjorn Kjos (Sokna, 1946), consejero delegado de Norwegian Air Shuttle, “tiene un gran plan y todo conduce a él”, según susurran sus colaboradores cercanos. Como un vikingo preparado para una aventura. En un reciente encuentro con varios medios en la sede del grupo, Kjos dijo sentirse halagado “por el interés de IAG” en comprar la aerolínea pionera en vuelos de bajo coste de largo recorrido. “Ni siquiera he pensado en vender. Lo que me interesa es dirigir la empresa”, señaló. Es un hombre jovial pero también el férreo guardián de Norwegian: controla un 26,8% del capital con el presidente del consejo Bjorn Kise.

IAG, el consorcio que agrupa a Iberia y British Airways, no es el primer pretendiente de Norwegian, pero sí el único que posee un 4,6% del operador. Los videntes de una industria en consolidación auguran una posible opa sobre el total. De hecho, Kjos aseguró haber recibido una decepcionante oferta del grupo hispano-británico que fue rechazada por infravalorar a la aerolínea y sus perspectivas. IAG negó la mayor.

El guardián vikingo de esta operación en ciernes es “un gran capitán de la industria aérea”, comenta uno de sus colaboradores, “que percibió antes que nadie que el exitoso modelo de low cost era extensible al largo radio y actuó en consecuencia”. Kjos nació en Sokna, un pequeña villa del interior de Noruega. Cuando tenía siete años, su padre fundó una aerolínea local con un mítico Piper Cub. El pequeño Bjorn descubrió la fascinación por los cielos y comprendió que su destino estaba en las alturas. Unos años más tarde, ejerció como paracaidista en el Ejército Noruego y después aprendió a pilotar cazas en EE UU. Sirvió en los cielos de la Europa del telón de acero hasta 1975, etapa que le ha inspirado, en su madurez, para escribir una autobiografía y una novela de espías: El caso Murmansk.

Kjos dejó los aviones de guerra y quiso ser piloto comercial en la aerolínea de bandera SAS pero, ante la falta de plazas, aterrizó en la Universidad de Oslo. Se casó con Gerd Helen, con la que tiene tres hijos: Lars, que preside el programa de fidelización de Norwegian, Guri Helene y Anna Helene, la menor, que es piloto de la aerolínea nórdica.

Tras licenciarse en Derecho, Kjos ejerció como abogado y no tenía planes para entrar en el negocio aéreo. Sin embargo, en 1993 una aerolínea regional, Busy Bee, quebró, dejando sin servicio las rutas que operaba en el oeste de Noruega para la aerolínea privada Braathens. Unos amigos le pidieron un plan de inversión para recuperarla. El exparacaidista y su hermano actuaron con una habitual “efectividad calmada, sin alardes ni tampoco pérdidas de tiempo innecesarias” y fundaron Norwegian Air Shuttle para cubrir las líneas con el nuevo Fokker 50.

Tranquilo en las formas pero apasionado con respecto a Norwegian, Kjos recibió un golpe en 2002, en medio del ciclón provocado por el 11-S que sacudió a la industria aérea. SAS compró Braathens y canceló el contrato de la modesta Norwegian. “Desde el día uno, SAS trató de acabar con nosotros”, confesó en una entrevista tiempo después. ¿Cómo respondió Kjos a la ofensiva? Alquiló cuatro Boeing 737-300 usados, transformó la aerolínea regional en una low cost doméstica y empezó una acelerada expansión para lograr economías de escala. En 2007, adquirió FlyNordic a Finnair a cambio de un 5% del capital del grupo resultante. Ese mismo año, realizó su primer gran pedido de 42 nuevos Boeing 737-800 por 3.100 millones de dólares. La low cost danesa Sterling Airlines quebró poco después y Norwegian se hizo con sus rutas desde Copenhague.

Kjos creó la primera low cost escandinava en seis frenéticos ejercicios, aunque sus colaboradores aseguran que “piensa a veinte años vista”. “Lo que mejor le define es un gran optimismo vital. Esto explica que a sus 71 años siga al pie del cañón y con ambiciosos planes a futuro”, dicen. Un futuro que Kjos anticipó en 2008, cuando lanzó la primera ruta low cost fuera de Europa para conectar Oslo y Estocolmo con Dubái. Así nació Norwegian Long Haul, la filial del grupo dedicada a larga distancia que ha revolucionado los vuelos trasoceánicos y despertado el interés de IAG.

De fuerte carácter

En sus jornadas, que empiezan y acaban temprano, sigue la religión noruega de la conciliación. El presentismo no es consentido ni recompensado y él actúa como ejemplo. Sin embargo, contrata empleados extranjeros por razones fiscales y pide reformas en la legislación laboral noruega, asuntos que desagradan en su patria. Según los rumores, en las negociaciones con los sindicatos puede perder la templanza, incluso arrojar sillas contra la pared, cosa que él desmiente.

Kjos explora el cielo de cuatro continentes durante una tercera parte del año, por negocios. Es un gran amante de la naturaleza y por eso se reserva tiempo para practicar senderismo y vela. Posee un apartamento en las salvajes Islas Lofoten y una cabaña en Hardangervidda, en la gran meseta noruega de los glaciares. También le encanta dedicar tiempo a los suyos. En 2016 dijo a la revista noruega Se og Hør: “Mi familia es mi historia de amor. Los nietos han dado a mi vida una dimensión nueva y me han cambiado. Me llenan de una calma y alegría que no se puede describir”.

Kjos es una celebridad en su país y es habitual que le paren por las calles para hacerse con él un selfie que suele aceptar sonriente. Una sonrisa que esconde una filosofía bien conocida: “Si no arriesgas, no puedes ganar”. Esta visión quizá le haya provocado refriegas con IAG y con Michael O’Leary, el consejero delegado de Ryanair, la mayor low cost europea. O’Leary vaticinó la desaparición de Norwegian a principios de 2017. Kjos respondió fichando a 140 pilotos de la aerolínea irlandesa.

De los cazas a los Boeing civiles

Los comienzos. .Bjørn Kjos (1946) nació y creció en Sokna en Ringerike. Después de servir como paracaidista en el ejército noruego, se inscribió en la academia de la Fuerza Aérea noruega. Se entrenó durante dos años en EEUU y en plena Guerra Fría voló cazas como el Lockheed F-104 Starfighter y Northrop F-5.

El negocio aéreo. En 1993, tras la quiebra de la aerolínea Busy Bee, Kjos y varios socios crearon Norwegian Air Shuttle, que utilizaba aparatos Fokker 50 para hacer vuelos regionales en Noruega para Braathens. En 2002, Kjos transformó a Norwegian Air Shuttle en una aerolínea de bajo coste y alquiló ocho Boeing 737-300. Desde que asumió como principal ejecutivo de la aerolínea en 2002, Norwegian Air Shuttle se ha convertido en la segunda aerolínea más grande de Escandinavia tras SAS.

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