_
_
_
_

Convertir una afición en profesión

Las nuevas actitudes hacia el trabajo facilitan la adaptación laboral de los ‘hobbies’

Getty

"Somos admiradores de tu trabajo. En lo de matar nazis has demostrado talento y yo me precio de tener buen ojo para esa clase de talento. Sin embargo, como asesino de nazis sigues siendo un aficionado. Hemos venido a preguntarte si te gustaría pasar a profesional". En el trasfondo de esta oferta que le hace el teniente norteamericano Aldo Raine (Brad Pitt) al sargento alemán renegado Hugo Stiglitz (Til Schweiger) en la película de Quentin Tarantino Malditos bastardos (2009), está algo que en algún momento de su vida le ha pasado por la cabeza a casi todo el mundo: convertir una afición o pasatiempo en una forma de ganarse la vida.

¿A casi todo el mundo? En la teoría, quizá. Pero lo de ponerlo en práctica ya es otro cantar. La baja tasa de actividad emprendedora en España (6,2%), casi dos puntos por debajo de la media europea, según el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2017-18, indica que son pocos los que dan ese paso. ¿Por qué? David Criado, facilitador y fundador de Vorpalina, apunta a frenos culturales. "Aún pesa mucho eso que [el filósofo finlandés] Pekka Himanen denomina ética protestante del trabajo, es decir, concebir el trabajo como un castigo. Muchas personas siguen rigiéndose por ese sentido del 'esfuerzo que duele' en los trabajos alimenticios, esos que te permiten comer".

De las pistas a las tiendas

El negocio de Pablo Díaz, consejero delegado de Rippin' Out Skate Co, comenzó a gestarse cuando a los 9 años encontró por casualidad en el trastero de casa un viejo monopatín de su hermana. Aquel hallazgo fue el germen de una pasión que años después este joven de 22 años ha convertido en una empresa.

Nacida en 2016, Rippin' Out Skate Co fabrica y comercializa tablas de 'skateboarding' de alta calidad y resistencia a partir de los diseños de Pablo Díaz. Cada tabla supone un minucioso trabajo de combinación de maderas, láminas, ondulaciones de las diferentes capas, prensado, encolado y serigrafía. Todo con el propósito de "ofrecer la mejor calidad a unos precios asequibles" explica este emprendedor.

Díaz compagina su incipiente negocio con sus estudios de ADE en la Universidad Cardenal Cisneros y la participación en el programa de emprendimiento "Citizen Bootcamp" de Deusto Business School y Citi. "Nunca pensé que la diversión pudiese encajar a la perfección con la esfera laboral. Pero ahora sé que tengo la gran oportunidad de hacer de mi hobby un proyecto de futuro", dice. Asegura que su faceta como empresario no le ha impedido seguir practicando el monopatinaje en su tiempo libre. Ni le ha apartado, remata, de "continuar buscando nuevas formas de expresarlo y transmitirlo en mis tablas".

La actual corriente de búsqueda de la felicidad a través del trabajo parece estar cambiando esa concepción. Para Javier Megías, cofundador de Startupxplore, las personas que convierten su afición en profesión aportan tres elementos diferenciales: "Profundidad, porque tendemos a dedicar mucho más tiempo a las cosas que nos interesan; pasión, porque desarrollamos una conexión emocional profunda con esa tarea, y contexto, porque entablamos conexiones con otros enamorados de ese hobby que nos permiten entender el marco". David Criado añade que trabajar en lo que a uno le gusta permite eliminar la cada vez más ficticia frontera entre lo personal y lo profesional, "conectando con tus motivaciones últimas en la vida". Además, continúa, "garantiza grados de implicación, creatividad y compromiso mayores que si trabajaras en algo que simplemente te permite sobrevivir".

Pero el emprendimiento no es la única salida laboral para un amateur con ganas de dar el salto profesional. Las aficiones y otros aspectos relacionados con la parcela personal están cada vez más presentes en los procesos de selección. Se tiende a ver al candidato desde un punto de vista integral. "Un aspirante que se presente a una posición relacionada con sus hobbies ofrece a su empleador un plus más que interesante. Además de la motivación con la que la empresa sabe que va a desempeñar su trabajo, ese candidato ya se ha formado y tiene las habilidades técnicas requeridas para el puesto. Por otra parte, conocer las aficiones de esa persona puede proporcionar una visión muy completa de las competencias y habilidades que posee y de las que necesitará desarrollar para su puesto de trabajo", resume Javier G. Álvarez, gerente de Negocio de Grünenthal Pharma.

"Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida", decía Confucio. Bueno, sí, pero con matices. Javier Megías advierte de que el paso de ocio a negocio requiere un profundo cambio de chip. "Uno de los aspectos que hace que un hobby lo sea es, precisamente, que no es una obligación; que uno lo hace cuando le apetece y como le apetece. Sin jornadas de ocho horas, cinco días a la semana, sin obligaciones y sin presión por tener que facturar". Iván Soto, investigador de Deusto Business School, coincide en que asegurar la viabilidad del proyecto es una de las mayores complicaciones de ese tránsito. "Cuando era una actividad que desarrollaba en su tiempo libre como una fuente complementaria de ingresos podía permitirse cierta relajación en el control de ingresos y gastos. Pero si se convierte en un modo de vida, el emprendedor tiene que gestionar adecuadamente la tesorería y asegurarse de que la facturación cubre los gastos, incluido su propio sueldo", señala. Buscar nuevos canales de comercialización "más allá del boca a oreja, estandarizar procesos para asegurar la calidad del producto o servicio y la formalidad en los plazos de entrega también serán pasos imprescindibles", concluye.

Pero cuidado. David Criado aconseja no olvidar los motivos que llevaron a ese aficionado convertido en profesional a alejarse del modelo de trabajo convencional. "Horarios, sobreesfuerzo, tiempo invertido... No hay que repetir aquellos comportamientos de los que huíamos cuando trabajo y afición eran cosas diferentes. Cuando trabajas en aquello que te apasiona corres el riesgo de hacer de tu vida una agenda abierta en la que se multiplican los compromisos y las horas de dedicación". Su recomendación final: "Busca modelos de trabajo que te permitan ser propietario de tus decisiones y de tu tiempo, que te posibiliten moldear tu vida de acuerdo con tu pasión y no tu pasión de acuerdo con tu vida".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_