El boom inmobiliario se extiende al Algarve
Diciembre se cerró con un aumento medio de las casas en todo Portugal del 12,8%
El boom inmobiliario no es solo cosa de Lisboa y Oporto, ya se extiende también a la zona playera del Algarve. Son las tres zonas en donde los precios de las casa y los apartamentos han subido por encima del nivel de la precrisis, allá por los años 2007.
Diciembre se cerró con un aumento medio de las casas en todo Portugal del 12,8%, “No solo es la mayor del siglo”, explica Ricardo Guimaraes, de Confidencial Inmobiliario, “sino que es necesario ir 25 años atrás, a julio de 1992 para encontrar un registro similar.”
Después de que los precios cayeran en el Algarve un 24% entre 2011-2014 los años más duros de la crisis, la zona playera acumula ya tres años de recuperación, en este caso gracias sobre todo a los inversores británicos. Desde entonces, el precio de la vivienda ha subido un 49% en términos acumulados, un 12,8% por encima de la precrisis. Tresce de los 16 concejos registran máximos históricos, principalmente en Faro y Portimao.
Mientras en el Algarve vuelve la inversión, en Lisboa y Oporto ya hay escasez de oferta de despachos. La inmobiliaria española Merlin Properties, especializada en este segmento, busca terrenos en Lisboa, así como Hispania, éste más enfocada en el segmento hotelero. Cada año se abren decenas de hoteles en Lisboa, mientras que la rehabilitación de viviendas va a un ritmo que no pueden asumir la mano de obra y que, como consecuencia, está subiendo también sus precios. La última inversión fuerte, también tiene firma española. Es la compra del edificio en la plaza del Rossio, realizada por una firma inversora de la que forman parte la familia Matutes y el tenista Rafael Nadal. Oficialmente, les ha costado el edsificio 62 millones de pesetas, aunque las indemnizaciones y la obra de rehabilitación les llevará a pagar más de 80 millones de euros. El precio de los apartamentos cuando salgan a la venta será difícl que cuesten menos de 15.000 euros el metro cuadrado.
Casi la mitad de todas las viviendas del centro histórico de Lisboa son compradas por extranjeros. Con precios por encima de los 5.000 euros por metro cuadrado, están lejos de la capacidad adquisitiva de los lisboetas. Este fenómeno ya empieza a levantar protestas y el ayuntamiento de la ciudad prepara diversos planes de viviendas sociales pero pensadas para la clase media, con alquileres entre 400-600 euros, y ubicadas en el centro de la ciudada, no en barrios de la periferia.
En los primeros meses del año, parece que el precio de la vivienda en Lisboa comienza a remitir, pues solo subió un 5,9%, el ritmo más bajo desde 2015. Sin embargo, las expectativas de llegadas turísticas a la capital portuguesa seguirán creciendo a buen ritmo por lo menos hasta el año 2022. Hasta ese año, la inversora inmobiliaria JLL asegura la buena marcha del sector.
El calentamiento de los precios no es visto de momento como una burbuja, aunque está aumentando el crédito hipotecario, los bancos lo están ofreciendo con más avales que en los años de la crisis y sobre todo por un valor que no no cubre el total del precio de la vivienda.
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