Elena Salgado justifica su gestión y dice que actuó para evitar el rescate de España
En su relato en el Congreso, la exvicepresidenta hasta 2011 achaca los males a Grecia e Irlanda y asegura que no forzó la salida a Bolsa de Bankia
Elena Salgado, la exministra de Economía y exvicepresidenta socialista bajo cuyo mandato se rebajó el sueldo a los funcionarios, se congelaron las pensiones y se vislumbró la dificultad de supervivencia de Bankia, ha realizado un relato de la crisis casi exclusivamente basado en hechos, sin apenas valoraciones.
Tras horas de debate y numerosas intervenciones de los portavoces de los diferentes grupos, Salgado concluyó que durante la crisis económica "hizo lo correcto", optando por "un enfoque gradual" en la limpieza de los balances de las cajas, y recordó que fue el propio PP el que propuso en 2009 en el Congreso rechazar un manguerazo "indiscriminado" de ayudas al sector financiero, "que no supongan la utilización de recursos públicos", propuesta apoyada mayoritariamente en la Cámara.
Salgado, que recibió el tren de la economía ya descarrilado, en palabras de su antecesor Pedro Solbes, estuvo en el Gobierno entre abril de 2009 y diciembre de 2011. En su comparecencia en la Comisión de investigación de la crisis financiera, en el Congreso, ha reconocido de forma genérica que pudo haber "errores", pero también "aciertos" y que la crisis de Grecia y de Irlanda truncaron la recuperación de España. Sus objetivos en la gestión fueron: evitar el rescate de España, "que hubiera tenido efectos desastrosos para la población y comprometido nuestro futuro como país"; contribuir a evitar la ruptura del euro; limitar el coste para erario público en las ayudas a la banca "para preservar a ahorradores y depositantes" y sostener los servicios públicos: protección del desempleo, pensiones, sanidad y dependencia.
Admitió que "en parte logramos estos objetivos y en parte no, porque las circunstancias no pudieron ser más adversas. Sería insensato mostrar satisfacción. Contribuimos a paliar, que no evitar, el sufrimiento de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad". Un día después del discurso de Solbes, que reconoció más de media docena de errores y discrepancias graves con Zapatero, llamó la atención de algunos portavoces el discurso descriptivo de Salgado. Rafael Mayoral, portavoz de Unidos Podemos, le recriminó que tres meses después de abandonar su cargo fichara como consejera por Endesa Chile. En febrero de 2016 entró en el consejo de Nueva Pescanova. Salgado respondió que lo importante sobre las puertas giratorias "es tener las normas claras. No tengo nada por lo que arrepentirme en este asunto. Al Gobierno deben ir las personas más preparadas".
Preguntada por el diputado 'popular' Miguel Ángel Paniagua por la razón por la que España no acometió medidas antes en el sector financiero, y si emplear antes un mayor nivel de recursos podría haber evitado el empeoramiento de la situación, Salgado se ha excusado en que, al llegar al Ministerio de Economía, en abril de 2009, "todavía había tiempo". Asimismo, Salgado ha recordado que dentro de la "discusión" de si había que intervenir "más deprisa y más rápida", un "mayor número de comparecientes, con mejor conocimiento", han rechazado que se actuara "tarde".
En su opinión, los que reclaman haber actuado como rapidez como se hizo en Estados Unidos con la banca en 2008, no tienen en cuenta que en aquel país la Reserva Federal compró deuda en cantidades muy importantes, "algo que en Europa no se hizo hasta junio de 2012. Si lo que hizo Mario Draghi lo hubiera hecho Jean Claude Trichet uno o dos años antes, no sé lo que hubiera pasado", pero creía que hubiera cambiado todo.
Ante las preguntas de Francisco de la Torre (Ciudadanos) y Joan Capdevila (ERC) sobre su actuación en la salida a Bolsa de Bankia, la exvicepresidenta ha defendido que el Gobierno no dio indicaciones a los supervisores bancarios y del mercado para que impulsaran la salida a Bolsa de Bankia.
"No hubo indicaciones en Bankia"
"Los supervisores han dicho todos ellos que en ningún momento recibieron ninguna indicación por parte del Gobierno en lo referente a la salida a Bolsa de Bankia", ha apuntado Salgado, rebatiendo las acusaciones de Luis de Guindos, ministro de Economía, que dijo que fue una operación política errónea, en la que los supervisores miraron para otro lado. También ha negado que realizara ninguna llamada a empresas para que invirtieran en Bankia: "Cero llamados por mí ni por nadie que estaba a mi responsabilidad". Así rebatió lo que se ha apuntado desde fuentes gubernamentales."El Banco de España fue el protagonista único de la reestructuración financiera", afirmó.
Según ha explicado, las actuaciones del Ejecutivo liderado por José Luis Rodríguez Zapatero se limitaron a funciones legislativas. "Si lo que dice es que el Gobierno y este Parlamento aprobaron una ley en la que se incrementaba el capital con unas diferencias que hacían que Bankia estimara que le convenía salir a Bolsa, por supuesto este Gobierno propuso, con el asesoramiento del Banco de España, esa legislación, que fue ratificada por el Parlamento", ha respondido Salgado al diputado De la Torre.
"A partir de ahí, se produce la no oposición del supervisor bancario y la aprobación del folleto por la CNMV. Ni miramos para otro lado ni dejamos de mirar, simplemente no era una cuestión de nuestra competencia", ha indicado quien fuera también ministra de Economía y Hacienda, de Administraciones Públicas y de Sanidad y Consumo durante las dos legislaturas socialistas.
Salgado ha mantenido una clara discrepancia con Solbes sobre la necesidad de elevar el gasto público en plena crisis. Ha defendido el Plan E, por el que se concedieron 8.000 millones a los ayuntamientos para diferentes obras, "porque se trataba de ocupar a los trabajadores de la construcción que se quedaba en paro. Se trataba de paliar una situación preocupante en esa población y se construyeron muchos centros muy válidos para los dependientes, por ejemplo".
También se ha manifestado convencida de la necesidad de la transferencia de 11.000 millones a las Comunidades Autónomas en plena crisis, criticado también por Solbes. "No me arrepiento. Ellos necesitaban recursos para hacer frente a los gastos" y evitar así un colapso en sus proveedores. Ha recordado que la destrucción de empleo en su época fue un récord y que el déficit previsto en 2009 era el 3% y resultó ser el 11%. No obstante, aclaró a las preguntas del portavoz socialista, Javier Lasarte, que el déficit se debió "en un 100% a la caída de ingresos fiscales, porque el gasto público se redujo".
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