“Aquí casi nadie se opone al libre comercio”
Pierre Fortin (Quebec, 1944) es profesor emérito de economía en la Universidad de Quebec en Montreal. Ha estudiado durante décadas temas como el desempleo, la inflación y la política fiscal. Fue consejero económico principal del primer ministro quebequense René Lévesque y fue presidente de la Asociación Canadiense de Economía. Fortin subraya la importancia neurálgica del petróleo para su país y los aspectos positivos de la inversión del gobierno de Trudeau en infraestructuras.
Pregunta. En el ingreso medio de las familias canadienses por provincia hay diferencias importantes. Por ejemplo, en Alberta es un 36% más alto que en Quebec y Nuevo Brunswick. ¿Cómo se explica esta brecha?
Respuesta. Canadá tiene dos velocidades: la de los recursos naturales y la de manufacturas y servicios. El principal recurso natural es el petróleo, sobre todo proveniente de Alberta, Saskatchewan y Terranova. Las reservas de Alberta son de las primeras a nivel mundial. El petróleo representa alrededor del 15% de la economía canadiense. Hay transferencias de parte del gobierno federal que buscan equilibrar las capacidades fiscales de las provincias. No es un equilibrio perfecto, pero es algo en la buena dirección.
P. Canadá enfrenta retos económicos por su demografía. ¿Cómo afecta esta situación a las perspectivas del país?
"El peso del endeudamiento en Canadá es relativamente modesto"
R. La población de 15 a 64 años, la más activa económicamente, disminuye de forma considerable, por lo que se recaudan menos impuestos y se da una presión negativa sobre los servicios públicos. La población de más de 65 años aumenta mucho. Vive cada vez más. Tenemos más responsabilidades para cuidar a esta población. Hay que aumentar la tasa de empleo entre los 15 y 64 años. Es una prioridad de la política económica. Las mujeres deben participar más en el mercado laboral. Quebec es ejemplar: el promedio de mujeres entre 20 y 44 años que trabaja es el más elevado del mundo, gracias al sistema público de guarderías. También hay que mejorar la rapidez con la que los inmigrantes se integran al mercado laboral.
P. El Gobierno está realizando fuertes inversiones en infraestructuras y los opositores auguran grandes problemas de déficit. ¿Son razonables las críticas?
R. El peso del endeudamiento en Canadá es relativamente modesto. Entre los países de la OCDE, Canadá está en un bajo nivel de endeudamiento. Por lo tanto, aumentar la deuda con déficit un poco más elevados durante cierto tiempo no es algo que deba inquietar. Somos el país menos endeudado del G-7. El déficit en infraestructuras es una verdadera inversión. Aumenta la capacidad de producción. Hay que calcular esto. No será tan importante dado el aumento de la talla de la economía y su capacidad, por lo tanto, para soportar la deuda.
P. Canadá es citado como un gran defensor del libre mercado. ¿Hasta qué punto es cierta esta imagen?
R. Es poca la oposición al libre comercio en Canadá. Existe mucho más la impresión de que el libre comercio es bueno porque necesitamos exportar nuestros productos. La gestión de la oferta existe, pero en productos muy específicos. La historia progresa, por decirlo de alguna manera, por sedimentación. Es igual con la historia económica canadiense. Hay que remontarnos a las negociaciones con el GATT, el TLCAN. Algunos sectores no fueron tocados. Luego llegan momentos donde si el Gobierno canadiense quiere obtener algo, debe modificar aspectos. No se trata de eliminar la gestión de la oferta, pero sí de abrir ciertos espacios. Se ha visto en el CETA y se verá seguramente en las renegociaciones del TLCAN.
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