La cama de 30 euros que triunfa ‘online’
Muebles Lufe, rebautizada como “el Ikea vasco”, multiplica sus ventas en Internet con muebles de madera maciza a bajo coste
Muebles Lufe es un ejemplo de que en el negocio empresarial se puede resurgir de las cenizas. De la ruina, al éxito. Este es el caso de este fabricante de muebles para el hogar que ha dado con una varita mágica para triunfar y ganarse el apelativo de “el Ikea vasco”. La calidad de la madera, unos precios competitivos y una cuidadísima atención al cliente son las principales claves del rápido crecimiento de esta start-up radicada en Azpeitia (Gipuzkoa). Su producto estrella es una cama de madera de pino que se puede montar en cinco minutos y cuesta 30 euros, “lo mismo o menos que un pantalón”, afirma su responsable, Enrique Arrillaga.
Lufe es “local”, “universal”, “funcional” y “ecológico”. El acrónimo sintetiza la filosofía de una empresa modesta, creada hace solo tres años, que ha logrado conectar perfectamente con la creciente demanda internacional de mobiliario con la filosofía “hazlo tú mismo”. “Muebles baratos y de calidad, made in Euskadi. No hay ningún otro secreto”, asegura Arrillaga.
La empresa vasca se dedica al diseño, fabricación y venta de muebles de bajo coste, con un diseño propio y material de alta calidad. Sus camas, mesas, sillas, estanterías, cabeceros, cómodas… están creados con madera maciza procedente de bosques autóctonos que han recibido la certificación ecológica PEFC. Aunque la empresa cuenta con una exposición en Azpeitia, donde se pueden ver y adquirir los muebles, su apuesta por la venta a través de Internet constituye la verdadera base de su estrategia, lo que le ha permitido eliminar los gastos derivados de intermediarios y distribuidores y colocarse en el mercado con unos precios que triunfan en la Red.
La empresa surgió de la quiebra de otra que hacía productos a medida y con muy bajo margen
Hace tres años, Arrillaga tuvo que cerrar la empresa familiar, también dedicada a la fabricación de muebles: “La crisis nos llevó a la ruina, perdimos todo, hasta la casa, por culpa de los impagados. Decidimos poner fin a aquella forma de trabajar, basada en el mueble a medida con unos costes añadidos que no daban margen, y optamos por cambiar la filosofía de la empresa. Montamos Lufe tal cual es hoy: una empresa que hace muebles estándar, sencillos y baratos. Vendemos mucho porque tenemos buenos precios”.
Lufe no dispone de catálogo de productos impreso y sus responsables no tienen tarjeta de visita. Todo está en su página web, el principal nexo de unión con la clientela. La web y el teléfono: “Recibimos muchas consultas y se atienden todas sin excepción. La atención al usuario final es algo sagrado. Muchos nos preguntan: ‘¿Seguro que es madera, madera?’ ‘¿Por ese precio?”. Arrillaga muestra los tableros de madera de pino insignis que se apilan en la nave que la empresa tiene alquilada en Azpeitia. Son piezas de 110 milímetros de ancho y 22 de grosor cuya largura se corta para adaptarla al tipo de mueble. El aprovechamiento es máximo.
La web recibe 2.000 visitas diarias y se cierran 20 nuevos pedidos cada día. La compañía va doblando ventas todos los años y alcanza ya una facturación de 1,2 millones de euros. Las compras proceden principalmente de clientes de Madrid y Barcelona, y su proyección internacional va a más, con pedidos que llegan de Holanda, Francia, Bélgica e Inglaterra, principalmente, y alguna incursión en Marruecos e Israel. La aventura empresarial comenzó con dos trabajadores y ahora cuenta con ocho empleados.
Con la web y el móvil han eliminado intermediarios y tienen una relación más próxima con los clientes
“Producimos en serie, no se hace nada a medida, pero nuestra materia prima, la madera maciza, nos permite fabricar muebles que nunca son iguales. Solo comparten el mecanizado. Fomentamos la fabricación de productos a un precio mínimo, para que los muebles de calidad puedan estar al alcance de todos. Y proponemos la belleza y la armonía como estilo de vida, diseñando muebles bonitos y cómodos, pensados para favorecer el bienestar de las personas. Queremos simplificar, revitalizar, hacer del mundo un lugar más habitable”, afirma con pasión Arrillaga. Sostiene que la “piedra filosofal” que ha guiado a Muebles Lufe consiste desde su origen en “creer en tu idea creativa, armarte de valor y paciencia, y convivir con mucha incertidumbre hasta que llega el éxito”.
Expedición rápida
Los muebles que salen de Lufe —camas individuales, de matrimonio, literas, camas nido, cabeceros, la cómoda de cuatro cajones, estanterías, el armario y las mesas de comedor, sillas y bancos, todos expuestos en una sala de exposición de 50 metros cuadrados— llegan al cliente en menos de una semana, y se pueden montar siguiendo unos “sencillos pasos” que están disponibles en la descripción de cada producto que ofrece la web. Recientemente, la revista china especializada en decoración Modern Decoration Home destacaba el alto nivel del diseño de los muebles, creados por Silvia Ceñal.
Una mesa de estudio cuesta 45 euros, la estructura de una litera se puede comprar por 100 euros, y la cuna con cajonera, 70 euros. Los muebles están disponibles en diferentes acabados: madera pulida, barnizada o en blanco nórdico. “El proceso es sencillo y por eso es tan económico. Cortar, lijar y embalar. El producto queda listo para su envío al comprador, la mayoría de las veces al día siguiente de realizar el pedido”, apunta Arrillaga.
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