Draghi pide reformas para atajar la baja productividad
El presidente del BCE argumenta que se neutralizaría el problema demográfico si se elevase el empleo hasta las tasas de las tres mejores economías de la zona euro
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha alertado este martes en Madrid sobre el envejecimiento de la población y la escasa productividad en la zona euro. De no hacer frente a estos retos, el riesgo es que "el crecimiento per cápita europeo se estanque o incluso descienda", lo que "tendrá consecuencias directas para la cohesión de la zona euro", ha afirmado en una conferencia sobre el futuro de Europa durante la celebración del centenario de la Deusto Business School.
Y la receta que ha brindado una vez más son las manidas reformas estructurales: "Si se redujese el paro estructural y se aumentase la proporción de gente trabajando hasta la media de las tres mejores economías de la zona euro, en muchos casos sería suficiente para neutralizar el problema demográfico", ha declarado.
A pesar de la mejora de la economía de la zona euro, Draghi ha puesto mucho énfasis en la escasa productividad existente en Europa: mientras que en 1995 ésta crecía a la par que el resto de economías avanzadas rondando tasas del 2%, en la actualidad apenas avanza por debajo del 0,5%, muy por detrás de Estados Unidos y los países emergentes, según explicó el presidente del BCE.
"Si esta tendencia persiste, la ralentización del crecimiento de la productividad tendrá mucha influencia sobre nuestra prosperidad futura", ha afirmado. Máxime si se tiene en cuenta las perspectivas demográficas de la zona euro. De hecho, usando proyecciones de población de la OCDE, Draghi ha argumentado que de no cambiar nada la producción per cápita para 2050 se recortaría un 14% en Alemania, un 16% en Italia y un 22% en España. A su juicio, se antoja esencial atajar la caída del número de personas en edad de trabajar en toda Europa. De ahí la necesidad de reformas que eleven la productividad y la cantidad de personas trabajando.
El responsable del banco central espera que este lúgubre escenario no se confirme. Sin embargo, ha mostrado su preocupación porque el proceso de reformas se está ralentizando en toda Europa. Aunque en presencia del presidente Mariano Rajoy ha alabado las reformas realizadas en España, Mario Draghi ha pedido más: "Estamos reduciendo el riesgo de que se consoliden los bajos crecimientos, pero no podemos hacerlo solos. Los Gobiernos deben aprovechar la ventana de oportunidad que les conceden los tipos bajos".
Durante su lección magistral, Draghi ha querido profundizar en las causas de la baja productividad europea. En primer lugar, ha destacado la necesidad de aumentar la inversión y mejorar la eficiencia con la que se emplean los recursos. Y esto último precisamente requiere una mayor innovación y mejoras en la organización. De acuerdo con los datos que maneja, las compañías europeas punteras en tecnología están exhibiendo incrementos fuertes de la productividad. Luego el problema no reside en la innovación y tecnología, sino más bien en que éstas no se extienden al resto de empresas. En su opinión, eso ocurre por dos razones: una, hay que establecer un entorno competitivo que anime a las empresas a adoptar las mejores prácticas. Y dos, se tienen que suprimir las barreras regulatorias que desincentivan el crecimiento de las empresas más productivas.
Además, hace falta contar con una regulación concursal mucho más ágil. Lo cual permitiría que el crédito no se quede atrapado en empresas fallidas y que los bancos lo puedan redirigir hacia empresas más productivas.
Pero la solución al problema demográfico no sólo consiste en aumentar la productividad. Draghi también ha insistido en acabar con el paro estructural y aumentar el porcentaje de personas que está trabajando. En comparación con otros países de la OCDE, la zona euro figura bastante por detrás en estos apartados. Según ha afirmado Draghi, si Europa mejorase en eso podría incluso ser suficiente para afrontar el problema del envejecimiento de la población. Es decir, en el fondo el presidente del BCE se abona a las tesis del Gobierno de Rajoy que sostienen que con la mejora del empleo se resuelven los problemas de las pensiones.
Draghi ha incidido en que la falta de oportunidades deja a los jóvenes sin la experiencia adquirida en el trabajo, lo que puede acabar dañando también la productividad. "La alta tasa de paro juvenil puede comprometer la productividad futura de esta generación, y éste es precisamente el grupo que ha de soportar un número de dependientes mayor que las generaciones previas", ha señalado. En este sentido, ha apuntado la reforma laboral que aprobó España en 2012 como "un ejemplo de reforma estructural que ha sido exitosa a la hora de desbloquear el mercado de trabajo". Hasta el punto de considerar un éxito bajar el paro en casi 8 puntos a la vez que se produce un fuerte proceso de desendeudamiento. Aun así, la tasa de desempleo todavía se sitúa en el 19%.
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