La segunda vida del 'Messi' de los fondos

Francisco García Paramés tiene su propia magdalena de Proust. Se llama Cobas y es una playa cercana a Ferrol. Este lugar le trae recuerdos felices y por eso lo ha elegido para bautizar su gestora de fondos. Un puerto seguro al que acudir tras un periodo difícil para él tanto en el plano profesional como personal. En 2014 rompía de forma abrupta su relación con Bestinver, la sociedad de inversión propiedad de Acciona en la que había trabajado durante 25 años. Tras cumplir los dos cursos de no competencia que exigía su contrato todo el mundo daba por hecho que desembarcaría en azValor, la gestora que pusieron en marcha sus excolaboradores. Sin embargo, las desavenencias con Álvaro Guzmán y Fernando Bernad le empujaron a hacer lo que mejor sabe: ir a la contra y lanzar su propio proyecto.

En Bestinver hizo ganar mucho dinero a la familia Entrecanales —la gestora creció de forma exponencial hasta administrar 10.000 millones de euros—, a los partícipes de los fondos —la rentabilidad media anual desde 1993 a 2014 fue del 16%— y gracias a ello él también se hizo millonario. Solo en los dos años de no competencia recibió 30 millones de euros, según fuentes del mercado. Con semejante historial de reconocimiento y dinero, ¿qué le empuja de nuevo a las procelosas aguas bursátiles? “La manera en la que dejé Bestinver no fue la más acertada y la razón de peso para volver es para poder rematar la faena que había empezado. Quiero que aquellos que estuvieron conmigo durante tanto años puedan dormir tranquilos al tener sus ahorros bien gestionados. No sé si lo lograré en cinco o en 25 años, pero quiero salir con una transición ordenada”, asegura.

En 2013, Paramés (Ferrol, 1963) decidió instalarse en Londres con su familia y gestionar desde allí los fondos de Bestinver. Sin embargo, este paso le creó algunos problemas con la familia Entrecanales que le llevaron a intentar la toma de control de la gestora. Tras un año de negociaciones sin éxito optó por anunciar su salida. “El trabajo que hacemos es muy artesanal y el encaje con una multinacional como Acciona y sus necesidades es complicado. Nuestra independencia solo podía estar garantizada si teníamos el control”.

El divorcio fue muy tenso. Romper con aquellos que te ofrecieron el primer trabajo y con los que has tenido relación durante un cuarto de siglo es un desgarro emocional fuerte. A esta separación —”Aún tengo relación con varios miembros de la familia Entrecanales”, recuerda— hay que sumar ahora la falta de sintonía con sus antiguos colaboradores, los cuales hicieron carrera a sus pechos en Bestinver. “La idea de unirme a azValor no cuajó porque me dí cuenta de que solo un proyecto que partiera de cero me iba a garantizar la independencia total que necesito”.

Ese proyecto ya tiene nombre, Cobas Asset Management, y solo necesita el visto bueno de la CNMV para echar a andar. “Hemos enviado un expediente muy sencillo para que sea aprobado razonablemente rápido”. La gestora ofrecerá cinco fondos de inversión: cuatro de renta variable y uno de renta fija a muy corto plazo. Los productos de Bolsa se centrarán en acciones españolas, compañías globales (principalmente europeas), un tercer fondo que será una mezcla de ambas estrategias y un último vehículo “que será un poco distinto, pero sobre el que prefiero no dar detalles”. La estructura de comisiones será parecida a la que tenía en Bestinver, y en un principio la inversión mínima será de 5.000 euros “aunque es probable que la acabemos reduciendo a prácticamente cero euros”.

De momento, y a la espera de que la CNMV dé su aprobación a Cobas AM, Paramés asesorá un fondo de Inversis Banco (propiedad de la familia March). El Fondo, denominado Cobas Selección, será gestionado y comercializado por la nueva gestora. La distribución de este producto comenzará el próximo 2 de septiembre.

Mandatos apalabrados

En menos de un año, azValor ha captado cerca de 2.000 millones. La cuestión ahora será saber qué porcentaje llegó allí porque los inversores pensaban que iba a ser el destino de Paramés. “No le puedo decir cuánto dinero saldrá de azValor para ir a mi proyecto porque he tenido poco contacto con inversores. Es cierto que tengo varios mandatos apalabrados, pero no me pongo un objetivo de patrimonio bajo gestión. Lo que sí tengo claro es que vamos a tener un volumen suficiente para hacer viable la empresa”.

Una de las razones de la ruptura con Bestinver, y quién sabe si también con azValor, es el tamaño óptimo para una gestora. El instinto de negocio de los propietarios les impide poner un límite al crecimiento, pero para el gestor —y más con un estilo como el de Paramés, centrado en empresas de mediana y pequeña capitalización— un volumen excesivo supone una traba. “En Cobas pondremos límites al tamaño de los fondos. Con una comisión razonablemente alta como la que cobraremos no podemos gestionar miles de millones”.

Paramés estudió Ciencias Empresariales, pero nunca había reparado en el mundo de la inversión hasta que en 1985, cursando el quinto curso de la carrera, se fijó en una revista económica, Business Week, porque salía en la portada uno de sus ídolos de la NBA: Patrick Ewing. A partir de ese momento empezó a leer cosas sobre el mercado, siempre de forma autodidacta, tal y como cuenta en su libro Invirtiendo a largo plazo (Deusto). “Creo que hay dos cosas que me han diferenciado del resto de gestores. La primera es la capacidad para ir a la contra del mercado, buscar donde la gente no lo hace. Esto es difícil desde el punto de vista psicológico porque estamos preparados para actuar de forma gregaria. El segundo rasgo de mi carácter es la paciencia para esperar lo que haga falta hasta que una apuesta sobre la que estoy convencido fructifique”.

Paramés es el principal exponente en España del estilo de gestión value basado en la selección de compañías de calidad que cotizan baratas. Hay quien opina que dos años fuera del mercado es mucho tiempo en un mundo que se mueve a velocidad de vértigo y que este parón puede haber oxidado su magia. “Es cierto que en la selección de valores tienes que estar muy involucrado en el día a día de las compañías y yo he estado un poco alejado en los últimos meses. Una vez dicho esto, desde fuera he tenido clarísimo los dos grandes movimientos que había que haber hecho en este periodo y que se resumen en salir del mercado en 2015 y comprar materias primas en 2016”.

Paramés sabe que todos los focos van a estar sobre él, pero no le preocupa la presión. “Voy a hacer lo que he hecho siempre. Mis ahorros van a estar en los fondos de Cobas y tengo la tranquilidad de que la gestora va a ser viable. El que quiera estar con nosotros, fenomenal, y el que no, también”.

Los buenos resultados y una filosofía de inversión similar han hecho que dentro del sector se califique a Paramés como el “Warren Buffett español”, comparación que asume sin demasiada resistencia. “Es algo que no me afecta. Él se dedica a invertir y yo también. Si me hubieran comparado con Belmonte [el torero] habría dicho que no tiene ningún sentido. Si me quieren comparar con alguien que ha sido un guía para mí no voy a decir que no”.

El 7 de marzo de 2006 Paramés, junto a otros tres miembros de Bestinver y dos pilotos, sufrió un accidente en Pamplona. Fue la única vez en 25 años que usaron un avión privado y fallecieron dos personas, un compañero y un piloto. “El suceso sirvió para reforzar la idea de agradecimiento a la vida por la situación de privilegio que siempre he tenido”. Diez años después, viendo la oficina provisional de Cobas AM, Paramés recuerda a esa escena de Mad Men en la que sus protagonistas rompen con su agencia de siempre e inician un proyecto propio. A Don Draper le fue regular en esa segunda vida profesional. ¿Y a Paramés?