La sorprendente dimisión del consejero delegado de 7-Eleven
Toshifumi Suzuki, primer ejecutivo de la cadena estadounidense, renuncia a su cargo al considerar que es un lastre para la compañía. Su caso contrasta con la marcha de otros ejecutivos como el de Enron o Lehman Brothers
La sorprendente dimisión de Toshifumi Suzuki, consejero delegado de la cadena de tiendas de conveniencia 7-Eleven, una de las más populares de Estados Unidos, se ha convertido en uno de los fenómenos de Wall Street. En realidad, no ha sido tanto la renuncia de este octogenario japonés sino la forma en la que ha decidido apartarse de la primera línea de los negocios, según explica la versión estadounidense de Fortune.
Suzuki decidió dejar el cargo tras perder un tenso pulso con uno de los fondos del capital de Seven&1 Holdings, la matriz de la famosa cadena de tiendas 7-Eleven. En vez de salir entre acusaciones y recriminaciones por la visión cortoplazista de los inversores, el simplemente explicó que abandona el puesto con gran humildad: "Es por mi falta de virtudes y porque mis actos han sido vergonzosos", dijo en una confererencia de prensa.
Suzuki se negó a designar a un sucesor porque aseguró que él no era digno de ese cometido. Las formas en que este ejecutivo japonés de 83 años ha abandonado su cargo ha causado una gran convulsión en Wall Street porque contrasta con la forma de irse de otros altos ejecutivos.
Así, Fortune, recuerda que cuando Jeff Skilling abandonó bruscamente Enron, aseguró que lo hacían por razones estrictamente personales y que no tenía nada que ver con el hecho de que había dirigido una empresa corrupta y al borde del colapso. Cuatro meses después de su renuncia, Enron estaba en quiebra y cinco años más tarde Skilling entraba en la cárcel.
Fortune también recoge el caso de Gerald Levin, un ejecutivo que preparó la fusión de AOL-Time Warner, que concluyó con una caída del precio de la acción de más del 90%. Esta operación es conocida como una de las peores ofertas de la historia de los negocios. Cuando abandonó no hizo ni pizca de autocrítica.
Cuando Erin Callan, director financiero de Lehman Brothers, fue despedido, dijo que dejaba el puesto porque había encontrado otro desafío emocionante. Callan fue despedido de su nueva ocupación en Credit Suisse a los siete meses.
Pero el caso más paradigmático ocurrió en 2003, según recuerda Fortune. Entonces, Dan Burnham, consejero delegado de Raytheon, anunció que se iba porque necesitaba "pasar tiempo con su familia, enseñar y posiblemente convertirse en director en otras empresas". Tres años más tarde, Burnham fue condenado a pagar 1,75 millones de dólares por irregularidades contables de la empresa donde se había marchado.
Todo esto no significa que Suzuki fuera ejemplar. Según las actas, trató de dejar a su hijo al frente de la empresa ignorando las peticiones del resto del consejo. Pero esto dista mucho del comportamiento arrogante de otros como Skilling de Enron y de muchos otros que lo hicieron mucho peor y se fueron sin decir "lo siento".
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