“Hay que reforzar la autoexigencia de los dirigentes sindicales”, dice Méndez

A Cándido Méndez le quedan pocos días como secretario general de UGT, un cargo que ocupa desde hace 22 años. Entre los días 9 y 12 de marzo el sindicato que dirige celebra un congreso y elegirá un nuevo líder y renovará su cúpula. A ellos, a los nuevos y a los 601 delegados que acudirán a ese cónclave, Méndez les ha pedido “reforzar los mecanismos de control [de la organización] y los niveles de autoexigencia de los dirigentes sindicales”, en referencia a los escándalos que en los últimos tiempos han afectado a su organización.

Méndez, escoltado por el secretario de Organización, Javier Cubillo, y el de Acción Sindical, Toni Ferrer, ha presentado hoy el XLII Congreso de la organización, que tendrá como lema La Unión en Pie. En él, el sindicato no solo cambiará la cara de sus dirigentes sino que también va a dar paso a una profunda reorganización interna que plantea reducir de seis a tres el número de federaciones sectoriales.

Pero el protagonismo de esos cuatro días de marzo recaerá, sin duda, en la elección de un nuevo secretario general en la organización, un cargo que Méndez ha ocupado desde 1994. Al puesto optan Josep María Álvarez, el líder de la unión catalana, Miguel Ángel Cilleros, máximo dirigente de la federación del transporte, y Gustavo Santana, número uno del sindicato en Canarias.

En declaraciones anteriores, Méndez, cuando ha dibujado el perfil de su sucesor ha afirmado que, en su opinión, debía ser alguien con experiencia en los cuadros dirigentes de la organización y una edad que debía situarse entre los 45 y 55 años. Solo uno de los tres precandidatos encaja en ese perfil, Cilleros. Santana tiene 39 años y Álvarez, 59.

El perfil del nuevo líder

Preguntado sobre si mantenía ese perfil y si eso suponía dar un apoyo implícito al hoy líder del transporte Méndez ha afirmado que mantenía su perfil pero que eso no implicaba dar su apoyo a nadie. Ha explicado que con los requisitos que él pide lo que "quería resaltar es que en la organización hay banquillo". "No solo los sexagenarios tenemos capacidad y experiencia, hay también en una cohorte de 45 a 55 años hombres y mujeres", ha apuntado. Y ha rematado este capítulo con una frase significativa, "incluso por debajo hay gente con capacidad", lo que también supone abrir la puerta también a Santana.

A los tres precandidatos y al conjunto de la organización, su todavía líder le ha pedido que pase lo que pase salga unida del congreso. "Lo importante es que cuando el congreso se cierre, se cierre de verdad", ha apuntado. Eso, en su opinión, no tiene que ver con que haya un candidato, dos o tres. Y ha puesto su propia elección como secretario general en 1994 como ejemplo. Entonces él fue el único candidato a suceder a Nicolás Redondo, pero la organización acabó tan dividida que un año después tuvo que celebrarse un congreso extraordinario al que se presentaron dos candidaturas, a de Manuel Fernández 'Lito', histórico dirigente del metal, y la suya, que resultó vencedora.

A ellos y a quienes les acompañen es a los que Méndez pide "autoexigencia", algo que ha comentado especialmente en referencia al dirigente minero histórico de su organización, José Ángel Fernández Villa, que se acogió a la amnistía fiscal. Sobre los escándalos de Andalucía, Méndez ha dicho tener "el convencimiento de que no se han perpetrado prácticas ilegales". Para que capítulos como estos no se repitan, UGT va a cambiar los estatutos para que en su comisión de seguimiento del código ético entren tres personas no afiliadas a la organización "que van a poder analizar el comportamiento". 

¿Qué hará Méndez el 13 de marzo, después de dejar el cargo que ha ocupado por tanto años? "Quiero recuperar mi vida privada después de 22 años de sobreexposición", ha contestado, después de decir que de este tiempo se queda "con todo, con las luces y las sombras. Para mí ha sido muy importante ser secretario general de UGT".