Así es el puente escandinavo que asombra en las redes
Oresund se sumerge en pleno mar Báltico para conectar Suecia con Dinamarca
El puente de Oresund tiene 16 años, pero no deja de cautivar a los que lo descubren. Esta obra destacada fascina a los internautas por su original diseño —las fotos de la construcción han alcanzado más de 150.000 visualizaciones y 100.000 compartidos en Facebook en los últimos meses—. Desde su nacimiento, ha sido una de las autovías más famosas de Europa y la mayor obra de ingeniería civil de Escandinavia y que cuenta con un tramo subterráneo, una isla artificial y un puente colgante sobre el Báltico y redujo a 20 minutos un trayecto que antes duraba una hora y media de ferry.
Esta monumental obra de ingeniería ha sido construida por la empresa danesa COWI en colaboración con empresas como Skanska, de Suecia, Hochtief, de Alemania y las danesas Højgaard & Schultz y Monberg & Thorsen. También ha participado en su desarrollo la empresa española Dragados Offshore, quien fuera la encargada de construir los 49 tableros de los vanos de aproximación del puente atirantado. Esta última compañia elaboró años despues piezas similares para el Puente de la Constitución de Cádiz que une esa ciudad con Puerto Real.
Después de casi 100 años de históricas negociaciones entre Suecia y Dinamarca, más otros nueve años de construcción, en el año 2000 el Puente de Oresund se convirtió en el enlace fijo más largo de Europa. Cruza el canal de Flint, en el mar Báltico, comunicando por carretera Copenhague, al oeste de Dinamarca, y Malmö, al sureste de Suecia.
Su megaestructura de increíbles columnas de acero y hormigón de 204 metros de altura sostiene una amplia autopista de cuatro carriles y dos vías ferroviarias y ofrece un viaje único en el que los viajeros se sumergen debajo del agua, en un tramo de cuatro kilómetros, por el canal Flint. Esta obra supone, además de un gran hito turístico, un gran alivio para los suecos, aislados casi todos los inviernos por tormentas de viento y nieve, y un gran negocio para los daneses, convencidos de que el progreso es imparable.
Pese a la magnitud de su proyecto, los ingenieros de la empresa danesa de construcción desarrollaron un diseño del menor impacto medioambiental posible, asegurando la habitabilidad de más de 500 especies diferentes de animales y plantas durante el recorrido. Además, la isla artificial de Peberholm, punto en el cual el puente se sumerge, fue construida a partir de los materiales desechados en la construcción del túnel. Por si todo esto fuera poco, si se lo compara con el precio de un viaje en ferry, el peaje tiene un precio razonable y accesible para todo bolsillo (22 euros para abonados y 48 para no abonados).
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