El jefe de la EBA se disculpa en la sede del Santander por su error
El regulador europeo había emitió un informe dos días antes restando capital a la entidad presidida por Ana Botín
Andrea Enria, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), pidió ayer disculpas públicamente a la presidenta del Santander, Ana Botín, y al resto de banqueros presentes en la clausura de la Conferencia Internacional del Santander, celebrado en su sede madrileña. El martes pasado, la EBA publicó las cifras de capital de los bancos españoles con graves errores, sobre todo para el Santander. El miércoles la EBA rectificó su error.
No era el día más oportuno para que Enria clausurara un acto en la Ciudad Financiera del Santander. Este banco fue uno de los más perjudicados por el error de la EBA el pasado martes ya que le quitó un punto en el ratio de capital fully loaded, que es el que se exigirá en 2019. El Santander, y otras entidades españolas, sufrieron el martes fuertes caídas en Bolsa hasta media sesión aunque luego se mitigaron. La entidad presidida por Botín emitió un Hecho Relevante a la CNMV para aclarar este grave fallo.
Según ejecutivos presentes en el acto, Enria comenzó su discurso pidiendo disculpas “por el grave error de la EBA en una información muy sensible para el mercado”. A continuación, añadió que “comprendía que las entidades estuvieran disgustadas” por lo ocurrido.
Enria, este acto cerrado para la prensa, comentó que el trabajo normativo a partir de 2016 “se reduce muchísimo” y que iba a tratar de elevar la coordinación institucional para que no haya tanta discrecionalidad internacional en los criterios de morosidad.
Por otro lado, Botín advirtió al mercado que ya “no es posible alcanzar los niveles de rentabilidad anteriores a la crisis”. “Durante los últimos años, el coste del capital se ha mantenido en niveles cercanos al 10% para los bancos europeos. Pero la rentabilidad de ese capital ha caído desde el 20% de 2007 al actual 4%”, recordó. Relacionó la baja rentabilidad “con los muy bajos tipos de interés y el débil crecimiento de las economías desarrolladas”, lo que constituye “todo un reto para el sector”. “La buena noticia es que espero que estemos más cerca del final que del principio” de la crisis, concluyó Botín.
Apuntó que la intención de la entidad es crecer, pero no sólo en cuota de mercado o activos, sino "crecimiento orgánico rentable, transformando nuestro modelo comercial y buscando maximizar nuestro beneficio por acción". Pero la primera ejecutiva de la entidad avisó de que este cambio profundo "llevará tiempo".
Para Botín, cuando un banco es rentable "puede hacer muchas cosas", como aumentar el crédito a sus clientes, ayudar a generar puestos de trabajo y apoyar el crecimiento económico, reinvertir sus beneficios en mejorar sus productos y servicios y puede aumentar el dividendo.
"Nuestro objetivo es generar beneficios de forma responsable y podemos estar orgullosos de ello", aseveró Botín, antes de añadir que "será la integridad lo que determine nuestro éxito en los próximos años".
Con respecto al modelo de banca, la presidenta de Banco Santander explicó que "debemos abordar los retos y las consecuencias del too big to fail (demasiado grande para caer), al tiempo que competimos con start-ups que no son objeto de atención de los reguladores".
En esta línea, Botín advirtió de que estas tendencias están ejerciendo presión sobre el modelo de negocio tradicional de los bancos y "poniendo a prueba las expectativas de los inversores".
"El tamaño no es el problema. Lo importante para nuestra seguridad económica es si el banco es gestionable de forma efectiva", finalizó la presidenta de Santander.
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