Más becas universitarias, menos dinero
Universidades y empresas intentan paliar con iniciativas la fuerte caída de las subvenciones a los estudiantes
Las becas levantan discrepancias. El portavoz del Ministerio de Educación afirma que “no ha bajado la cuantía total para becas”. Y se explica: “Parece que ha sucedido así porque el aumento del número de becarios obliga a bajar la cantidad concedida a cada uno”. Miguel Ángel Heredia, secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, responde que “el importe global de las becas se ha reducido en 75 millones de euros en el curso 2013-2014, y en 210 millones de euros desde que el PP llegó al Gobierno”.
Nadie miente. La discrepancia sucede porque hasta 2012 se becaba con una cantidad a quienes cumplían las exigencias. En 2012 se cambió el sistema de reparto. Se impuso una cuantía total fija para el conjunto de solicitantes, independientemente de su número. Fue la otorgada en el curso 2012-2013 y, desde entonces, se mantiene esa misma cuantía. Además se endurecieron las exigencias para pedir becas, con lo que muchos estudiantes quedan fuera.
“El número de peticiones se ha disparado con la crisis, hay más becarios que reciben menos dinero porque la cuantía fija se reparte entre más personas. El alumno no sabe el dinero que recibirá hasta no estar concedidas todas las becas, y eso suele ser a final de curso porque muchos de los rechazados recurren”, aclara José Vicente Saz, vicerrector de Docencia y Estudiantes de la Universidad de Alcalá, una de las seis universidades públicas madrileñas.
Los requisitos
Para solicitar la matrícula gratuita se requiere una nota de 5,5 en las Pruebas de Acceso a la Universidad (5 como media de estudios, para Formación Profesional). En cursos posteriores, se pide aprobar del 65% al 90% de los créditos del curso anterior, según el grado. Estos requisitos, establecidos para el curso pasado, aún no están aprobados para el presente, pero se espera que no varíen de cuantía.
Otra exigencia para matriculación gratuita es que la renta del trabajo de un estudiante que viva solo sea hasta de 14.112 euros anuales. Si vive en familia se suman las rentas del trabajo de todos los miembros. Hasta 24.089 euros si son dos personas; hasta 38.831 euros cuando son cuatro personas, y hasta 53.665, si son ocho.
Además, el rendimiento anual de los activos financieros (intereses en depósitos, fondos de inversión, etcétera) tiene que ser inferior a 1.700 euros. Se deniega la beca a quien posea una segunda residencia de un valor catastral superior a 42.900 euros (varía según el año del coeficiente), y fincas rústicas con valor catastral superior a 13.130 por miembro familiar. También queda fuera quien perciba dinero de empresas propias con más de 155.500 euros de facturación anual.
Las exigencias se acrecientan con las becas en metálico. La nota que se exige en la PAU es 6,5. El resto de cursos hay que aprobar del 85% al 100% de los créditos. Si se cumple, el estudiante que justifique vivir en una ciudad distinta a la familiar recibe 1.500 euros (además de la matrícula gratuita), pero la renta de la unidad familiar debe ser de unos 2.000 euros menor a lo exigido para la gratuidad de matrícula.
Los más desfavorecidos reciben también otra ayuda en metálico de 1.500 euros. Para ésta se exige que la renta del trabajo de los estudiantes que vivan solos no supere los 3.771 euros anuales. Si viven con un familiar no pueden ganar más de 7.282 euros entre ambos. Las familias de tres personas, hasta 10.060 euros, y 26.660 si la familia es de ocho miembros. Las ayudas para idiomas (de 200 a 260 euros) son para estudiantes de FP, de idiomas en escuelas oficiales, de enseñanzas deportivas y de enseñanzas artísticas superiores.
La Administración central es el mayor financiador de becas para las universidades y la Formación Profesional. Las condiciones para el próximo curso estarán en el Real Decreto de umbrales de renta y patrimonio familiar y cuantías, y en la Convocatoria de becas para 2015-2016. Ambas normativas “son similares a las relativas al curso anterior, y se aprobarán sin modificaciones”, anticipa el portavoz ministerial.
La Comunidad de Madrid, por su parte, convocará en septiembre las becas de excelencia, 6,75 millones de euros para los mejores alumnos de las universidades y centros superiores de enseñanzas artísticas, 3.000 euros a cada uno. Los aspirantes de nuevo ingreso deben tener una nota de 12,4 en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU); y para el resto de cursos entre un 8 y un 9 de nota media, según la carrera. Madrid destina también 22 millones de euros a becas para el estudio de FP de Grado Superior en centros privados autorizados, que se pueden pedir hasta el 15 de octubre.
El esfuerzo es insuficiente. Solo fueron becados 6.313 estudiantes de las 10.447 solicitudes realizadas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) para el curso 2014-2015, por ejemplo. Las universidades, que tramitan las becas, han decidido apoyar a los aspirantes que quedan fuera. “Afrontaremos con nuestros fondos las matrículas de quienes no reciban las becas solicitadas. Desde hace dos cursos destinamos 100.000 euros anuales para hacerlo. Además, ofrecemos un sistema de pago mensual sin recargo de las matrículas, hacemos de banco”, añade José Vicente Saz, de la Universidad de Alcalá.
La UAM, por su parte, dispone de un Fondo Social para Estudiantes. Lleva varios años. “Lo hemos ido aumentando hasta llegar a los 500.000 euros en el curso 2014-2015. Para este año lectivo contamos con la misma cantidad, que se amplía a quienes tengan una situación familiar excepcional, aunque incumplan los requisitos de la convocatoria, y para ayudas al doctorado”, cuenta el portavoz de la Autónoma.
Solidarios
La crisis destapa la solidaridad. Los antiguos alumnos de la Universidad Carlos III, empresas y la propia universidad dotan las Becas Alumni, 3.000 euros a cada estudiante (la convocatoria se cerró en mayo). A la Universidad de Alcalá llegan, y cada vez más, ayudas de particulares y entidades privadas. “Estamos diseñando un sistema para tramitarlas. Para que los mecenas sigan el aprovechamiento académico de los beneficiados”, explica José Vicente Saz. Este centro también recibe becas de estudios para personas discapacitadas, de la Fundación Canis Majoris.
Banco Santander es la empresa de que más apoya a las universidades del mundo, según el ranking Global Fortune 500. “Dedicamos 20 millones de euros solo a las universidades madrileñas, que administran en función de sus necesidades. Como líneas específicas, financiamos 1.000 becas para prácticas en pymes, 200 para estudiar en universidades iberoamericanas, y un proyecto para promover el emprendimiento entre los estudiantes, del que han salido varias start-ups”, explica José Manuel Moreno, subdirector general adjunto de Banco Santander. Un ejemplo: la Universidad Francisco de Vitoria cubre, con ese dinero, la matrícula de 25 alumnos por su excelencia académica.
Gas Natural Fenosa, Repsol, Siemens o Banco de Sabadell ofrecen ayudas para realizar prácticas, a estudiantes de últimos cursos y también a los recién titulados de FP. Bankia beca estudios de banca a los alumnos de FP del centro Gredos San Diego Cooperativa Madrileña, y a quienes estudien formación financiera. Bucear en la web de Universia es una forma fácil de encontrar ayudas.
Las becas Erasmus y de movilidad son diversas. Schiller International University (con campus en Madrid, París, Heidelberg y Florida) ayuda a quienes cambien de campus al semestre. Bayer otorga becas (hasta el 10 de julio) para estudiar un periodo en Alemania.
Los bancos han desarrollado ayudas específicas: MicroBank, el banco social de La Caixa, ofrece microcréditos de hasta 18.000 euros para cursar máster en universidades europeas, sin avales; BBVA financia hasta 6.000 euros para grados, y 50.000 para máster o posgrado, sin intereses; y Banco Santander tiene un complejo abanico de ofertas a estudiantes.
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