Funcas y BBVA esperan un impacto limitado de la crisis griega en España
Los expertos confían en la intervención del BCE para amortiguar el contagio en los mercados
En los últimos pronósticos sobre la economía española, la salida del euro de Grecia era el nubarrón más oscuro que podía cernirse sobre el horizonte de crecimiento al alza que dibujaban para este año. Ahora, tras la ruptura de las negociaciones escenificada este fin de semana, “lo que era un riesgo, es más probable que ocurra”, admitió este lunes Ángel Laborda, director del gabinete de coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). “Y, si finalmente se produce, claro que tendría efectos sobre la economía española, aunque hay que esperar”, añadió Laborda, que participaba en un seminario organizado por Funcas y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.
En el seminario, al que acudió EL PAIS invitado por Funcas, Laborda y Rafael Doménech, responsable del servicio de estudios del BBVA para economías desarrolladas, coincidieron en prever un impacto “limitado” en el crecimiento español en el peor escenario, la salida del euro de Grecia. “Sin duda afectaría a la recuperación a corto plazo, aunque nosotros pensamos que el efecto sería pequeño. No tenemos una bola de cristal, depende de cuál sea el desenlace y de la respuesta de las instituciones europeas. Pero el BCE ya reiteró este domingo que hará todo lo necesario para asegurar la sostenibilidad de la eurozona”, indicó Doménech.
El analista de BBVA Research recordó que “el propio Gobierno griego” insiste en que en el referéndum propuesto para el próximo domingo “se preguntaría sobre si son aceptables las condiciones de la ayuda financiera a Grecia, no sobre una salida del euro, yo no veo ese escenario”. En las últimas previsiones del servicio de estudios del banco, que anticipaban un crecimiento del 3% para España en 2015, la salida de Grecia del euro se contaba entre los principales riesgos de la estimación. Funcas revisó su pronóstico hace apenas 15 días para elevar la previsión de avance anual del PIB hasta el 3,3%, ya claramente por encima del último pronóstico del Gobierno (2,9%).
Los expertos consideran que la posición del Banco Central Europeo es determinante, no ya porque mantiene abiertas las vías de apoyo a la liquidez de los bancos griegos, sino sobre todo porque, dentro de su programa de compra de activos, interviene en los mercados para adquirir títulos de deuda pública (unos 45.000 millones de euros al mes) lo que mitiga la presión de los inversores. El notable aumento de la prima de riesgo (el diferencial entre la rentabilidad del bono español y el alemán a diez años) refleja bien a las claras cuál es el canal por el que se transmiten las dudas sobre el futuro de la zona euro. El endurecimiento de las condiciones financieras ya puso contra las cuerdas a España hace tres años. “Pero esto no es 2012, la economía española ha cambiado mucho y la respuesta de las instituciones europeas también”, afirmó Laborda. En el verano de aquel año, la prima de riesgo española escaló a los 640 puntos básicos; hoy, tras el repunte al inicio de la sesión (de 118 a 189 puntos básicos), ronda todavía los 150 puntos.
“El BCE ha vuelto a decir que hará todo lo que sea necesario, y desde que dijo eso mismo en verano de 2012, las cosas cambiaron”, insistió Laborda, quien descartó por ahora una revisión a la baja de las predicciones de Funcas. “Lo que pasa hoy con la prima de riesgo evidencia la importancia de que España sea creíble con sus cuentas públicas”, agregó José Luis Escrivá, presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) quien también participó en el seminario. Un curso planteado para debatir los retos de futuro de la economía española, pero que como reconoció Carlos Ocaña, director de Funcas, discurrió “con un ojo puesto en el ordenador”, en el cortísimo plazo que marca Grecia.
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