El Banco de España alienta las fusiones bancarias
El subgobernador, Fernando Restoy, llama a la "ejecución de operaciones corporativas" si generan valor para el accionista y a la reducción de costes
El Banco de España cree que todavía hay margen para más fusiones en el sector financiero. Durante la crisis, la “consolidación ha sido apreciable”, admite el subgobernador, Fernando Restoy, pero también cree que se puede ir más allá. “Hay más de 60 entidades, 14 de ellas con entidad suficiente para ser supervisadas por el BCE”, ha cuantificado, para sustentar su postura. El dirigente no cree que su demanda vaya a perjudicar a la competencia. Además, la autoridad bancaria española también insta a las entidades a buscar operaciones corporativas fuera de las fronteras, en la zona euro.
Las presiones sobre la banca española para que continúe con su proceso de concentración, reducción de oficinas y plantillas continúa. El Banco Central Europeo anima a las entidades medianas a salir a Bolsa. Y el Banco de España alienta las fusiones, especialmente de estas. “Pudiera existir algún margen para la ejecución de operaciones corporativas que generen valor a los accionistas […] y refuercen la eficiencia del conjunto del sector”, ha aseverado el subgobernador en Santander en el curso El nuevo modelo económico. Lecciones de la crisis, organizado por la UIMP y la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), patrocinado por BBVA.
Cree el regulador que las entidades españolas “deben mantener los esfuerzos para la reducción de costes”. Y que eso obliga, entre otras cosas, a continuar con los cierres de oficinas vistos en los últimos años. En este punto, las fusiones son otro elemento, que también va aparejado a la desaparición de oficinas y reducciones de plantilla. “No podemos ignorar ganancias de eficiencia, ni economías de escala”, ha declarado Restoy.
El discurso del Banco de España no se queda solo en las operaciones de fusión internas. También ha reclamado a las entidades españolas que “contemplen en sus estrategias corporativas la posibilidad de acometer operaciones que permitan aprovechar mejor las economías de escala que puedan observarse a nivel nacional o europeo”. Dicho de otra forma, que si pueden comprar o fusionarse con algún banco de otro país de la zona euro, que lo hagan.
Esta petición se basa en que “el desarrollo de un marco europeo común” con el desarrollo del mecanismo único de supervisión abren un camino “a considerar por las entidades en la definición de sus estrategias”.
El número dos del Banco de España ha afirmado que con sus palabras no se estaba refiriendo “a ninguna entidad ni segmento concreto”, respondiendo a una pregunta que trataba de aclarar si se refería a las entidades medianas que han surgido del proceso de consolidación y reestructuración de las antiguas cajas (Kutxbank, Unicaja, Liberbank, Ibercaja, Abanca o BMN).
El mercado ya apuesta por este proceso y cree que a partir del próximo año comenzarán a ver operaciones como las que alienta el Banco de España. No obstante, Restoy no ha puesto plazos.
Ante la posibilidad de que la fuerte personalidad de algunos de los primeros ejecutivos de estas entidades acaben por frenar las fusiones, el subgobernador ha admitido que “las cuestiones personales pueden tener alguna influencia”, como en todos sectores, ha añadido para quitar hiero. Pero sí que ha reclamado que si hay “operaciones que pueden ser beneficiosas” para los accionistas y el sistema, espera que los “elementos de personalismo que tengan la menor relevancia posible”.
En el Banco de España no se teme que la disminución de entidades que demanda acabe por reducir la competencia: “Honestamente creo que no”, zanjó Restoy, quien admitió que en países como Alemania la concentración financiera es menor; aunque subrayó que en otros, como Holanda o Bélgica, es mayor. Para sostener su creencia señalo que en España “hay 60 entidades, 14 con tamaño suficiente para ser supervisadas por el Banco Central Europeo”. En ese cómputo se incluyen los bancos tradicionales, los bancos surgidos de las antiguas cajas de ahorros y, también, las cooperativas de crédito.
La demanda de reducción de costes del Banco de España e incremento de eficiencia llega, según la conferencia dictada por Restoy, porque el contexto de bajos tipo de interés obliga que las entidades a replantearse sus estrategias. Deben, en su opinión, hacer “una reflexión sobre si la banca comercial puede seguir basando el grueso de la generación de ingresos en la brecha entre la remuneración del activo [los intereses que perciben los clientes por sus depósitos] y del pasivo [los intereses que cobran los bancos por sus préstamos]”. Esta brecha, en un contexto de tipos de interés bajo, incluso negativos, como el actual mengua la rentabilidad obtenida por las entidades. Así que el Banco de España observa con buenos ojos tanto las fusiones y operaciones corporativas como los cierres de oficinas en pos de incrementar la eficiencia, y también el cobro de comisiones o dicho en el lenguaje del regulador: “Parece razonable esperar una mayor generación de valor en la prestación de servicios transaccionales o de gestión que pueda ser directamente retribuida con las comisiones correspondientes”.
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