El virrey de los emergentes
Mark Mobius es una leyenda del mercado y el mayor experto en países en desarrollo
“Hay tres cosas sobre las que no me gusta hablar: la edad, el sexo y los impuestos”. Mark Mobius (Hempstead, Nueva York, 1936) es alérgico a la palabra jubilación. “No me lo planteo. Incluso si perdiera mi trabajo actual haría algo nuevo. Me gusta mi profesión”. Su nombre está indisolublemente unido a los mercados emergentes desde 1987 cuando fichó por Templeton —hoy Franklin Templeton— y pasó a gestionar el primer fondo de inversión de la historia especializado en empresas de economías en vías de desarrollo. Mobius es toda una leyenda de la Bolsa y un hombre muy que rico que también ha dado grandes alegrías a los que le confiaron su dinero. Los inversores que aportaron 100.000 dólares al Templeton Emerging Markets Fund hace 28 años hoy tendrían 3,3 millones, según datos de Bloomberg.
"Las empresas españolas se equivocarían si se se marchasen de Latinoamérica"
“El ritmo de crecimiento fue lo que me cautivó de los emergentes y me sigue atrayendo”, recuerda mientras apura un café tras reunirse con clientes la semana pasada en el Hotel Palace de Madrid. Sus trajes de colores fuertes y su cabeza rasurada se han convertido en un icono de los programas económicos de las principales cadenas de televisión. Su proyección es tal que es el único gestor al que le han dedicado un cómic manga.
“Los países emergentes han cambiado mucho en estas tres décadas. En primer lugar, hay mucho más dinero para invertir en ellos. Nuestro fondo empezó con 100 millones y ahora los fondos que superviso gestionan casi 40.000 millones. En segundo lugar, se han multiplicado los países que se han abierto al capital extranjero. En un principio solo invertíamos en cinco países y ahora tenemos intereses en cerca de 60 economías”, indica.
Un nómada incansable
Mobius pasa más de 250 días al año fuera de casa. En su base de datos hay 21.000 empresas de países susceptibles de entrar en sus carteras. “Creo que soy el mismo inversor que hace 30 años. Mi proceso de selección no cambia: analizar bien las empresas, descubrir aquellas que están infravaloradas y pensar en el largo plazo”. Desde un principio tuvo claro que para conocer un país había que pisar el terreno. Por eso, tras la caída del muro de Berlín, abrió una oficina en Moscú. Hoy dirige una organización que cuenta con 18 delegaciones y dispone de una pequeña ONU: un equipo de 100 personas, de 26 nacionalidades diferentes y que hablan 24 idiomas distintos. “Es absolutamente imposible ver como un todo a los países emergentes. Las diferencias son tremendas entre ellos. Nigeria no se puede comparar con Arabia, ni esta con Vietnam”.
Mobius lleva el mestizaje en la sangre. De padre alemán y madre puertorriqueña, obtuvo el doctorado en Economía en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) en 1964. Antes de llegar al sector financiero trabajó en Philip Morris e incluso hizo incursiones en el mundo de la publicidad. Su apuesta por los mercados emergentes ahora se ve como algo normal, pero al principio era asomarse a terra incognita: el telón de acero dividía Europa, Sudáfrica sufría el apartheid, la hiperinflación fustigaba a América Latina...
Quizás por todo lo que han visto sus ojos ahora no se alarme por el delicado momento que atraviesan los mercados de los países en desarrollo. Al contrario, ve en las recientes caídas un sinónimo de oportunidad. “La inversión siempre conlleva riesgo, no importa del país del que se trate. Siempre se encuentran buenas oportunidades, pero para ello hay que ser paciente y hacer un análisis detallado. Yo diría que actualmente los mercados emergentes conllevan menos riesgos que otras Bolsas como la de EE UU. ¿Por qué? Porque están más baratos”.
“Necesito tener jóvenes cerca. Ellos aceptan las nuevas ideas mucho más rápido”
Antes de fichar por Templeton, Mobius se enamoró de Asia. El primer flechazo lo tuvo con Japón, país que conoció gracias a una beca. Después fundó su propia consultora y vivió en Corea, Hong Kong y Taiwan. “El mayor reto ahora de los países emergentes es la volatilidad. Vivimos un momento de oscilaciones y eso asusta a la gente, paraliza sus decisiones de inversión. Es importante seguir invirtiendo desde una perspectiva del ahorro para la jubilación, sobre todo en un entorno de tipos tan bajos y con muchas monedas depreciándose”.
Mobius renunció a la ciudadanía estadounidense y hoy tiene pasaporte alemán gracias al origen de su padre. Oficialmente dijo que se sentía ciudadano del mundo y que la nacionalidad americana le traía problemas para entrar en países como Cuba o China, aunque detrás de esta polémica decisión —no hay que olvidar que trabaja para una entidad de EE UU— también había motivos fiscales. Como experto en mercados emergentes, este gestor tiene claro que no solo debe lidiar con los datos macroeconómicos, sino que es clave anticiparse a los riesgos geopolíticos. “Hay que tratar de entender qué planea el Gobierno de turno, prestar mucha atención a lo que los nuevos líderes de un país quieren hacer. Lo peor para un inversor internacional es cuando se imponen controles o límites al movimiento de capitales”.
El brillo de china
El mercado chino tiene fascinado a Mobius. No teme la desaceleración que sufre el gigante asiático. “Siempre va a haber un aterrizaje brusco, todas las economías lo han tenido. Sin embargo, después viene la recuperación y conviene recordar que los mercados bajistas, por muy duros que sean, siempre son más cortos que los alcistas”. Todo el tiempo con un mapamundi en la cabeza, su misión es descubrir futuras promesas, mercados frontera desconocidos para la mayoría, pero que esconden gran potencial. “Uno de ellos es Irán, que está negociando el levantamiento de las sanciones. Es un gran país, con muchos emprendedores y una Bolsa atractiva. El otro es Myanmar [antigua Birmania]. Es cierto que todavía no está abierto a la inversión extranjera y que su mercado de capitales es pequeño, pero es un país muy importante en Asia”.
“Hay menos riesgo en los emergentes que en EE UU porque sus Bolsas están más baratas”
Otro área que conoce bien Mobius es Latinoamérica. “Es una región que atraviesa por dificultades. Brasil, su principal economía sufre la desaceleración, tiene inflación y además hay casos importantes de corrupción; Argentina también tiene problemas; México no acaba de arrancar... Y, sin embargo, debido a todos estos problemas es por lo que estoy convencido de que hay muchas oportunidades en Latinoamérica. Las compañías españolas que tienen negocios allí cometerían un gran error si se marchan. Es le momento de invertir. Muchos países de la zona pospusieron las reformas durante los años del boom y ahora son mucho más receptivas a crear un entorno favorable para los negocios”.
Mobius, junto a Warren Buffett o Bill Gross, conviven en el mercado con gestores que podrían ser sus nietos. “La clave es tener en el equipo una combinación de jóvenes y seniors. Gente como yo contamos con la ventaja de la experiencia, pero los jóvenes pueden aceptar nuevas ideas de forma más rápida. Por ejemplo, a mí me cuesta entender que compañías de Internet suban como la espuma sin generar beneficios. Por esa razón siempre quiero a jóvenes en mi equipo”.
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