Una empresa de taxistas madrileña intenta registrar la marca Uber

Las manifestaciones de los taxistas contra la improvisada competencia de Uber invadieron el pasado mes de junio tanto Madrid como Barcelona. Las protestas callejeras, sin embargo, no constituyeron la única forma de lucha que esta categoría profesional puso en marcha para bloquear la plataforma estadounidense, que permite a particulares ofrecer su coche como medio de transporte. Antes del cierre de la aplicación, después de que un juez ordenase el pasado 9 de diciembre el cese cautelar del servicio, los taxistas intentaron registrar la marca Uber para impedir que la empresa con sede en San Francisco la utilizara en España.

El pasado 10 de julio, un mes después de la huelga, la empresa madrileña Radio Taxi de Madrid puso en marcha una solicitud ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). “El objetivo de la solicitud era ganar tiempo para reflexionar sobre cómo luchar contra Uber antes la inactividad tanto de las autoridades como de las principales organizaciones representativas de los taxistas”, explica Julio Hernández Calvo, presidente de Radio Taxi de Madrid. “Sabíamos que la marca ya estaba registrada y que por ente la solicitud era inútil, pero lo hicimos igualmente para planear con más calma nuestra estrategia. Ahora que el juez ha decidido suspender el servicio el tramite no tiene ningún sentido”, añade.

Técnicamente, la solicitud todavía no ha sido denegada. Se hizo pública el pasado 28 de julio, y el 17 de septiembre Uber presentó su oposición. “El tramite queda en suspenso de fondo desde el pasado 28 de noviembre, ya que Uber tiene una marca comunitaria que tiene valor en toda la Unión Europea. La propia empresa, además, se opuso a la solicitud, que seguramente será denegada”, afirman fuentes de la Oficina Española de Patentes y Marcas. “El pasado 28 de diciembre venció el último plazo para que las partes involucradas hiciesen sus alegaciones, así que la deliberación definitiva llegará a finales de este mes”, detallan.

El éxito que los taxistas españoles han obtenido con la decisión judicial de diciembre es el último capítulo de una lucha que los gremios del sector propugnaron durante meses. La aplicación de las medidas cautelares establecidas por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid obliga a las operadoras de telecomunicación y a las redes de pago a bloquear todos los servicios y todas las transacciones relacionadas con Uber. España se ha sumado así a una lista de 13 ciudades, administraciones regionales y Estados que han sancionado o bloqueado el funcionamiento de la plataforma, que según la página web de la empresa sigue activa en 53 países. Antes de cerrar en España, la firma envió un comunicado a sus usuarios en el que explicaba como actualizar la aplicación para móviles y evitar el bloqueo.