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MCH da un salto en la construcción de prefabricadas

La firma registra un método más duradero para las viviendas sociales

Dos mil millones de personas viven en chabolas o están errantes en el mundo, según la ONU. Los objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU contemplan el derecho a una vivienda digna para toda la humanidad, y los organismos internacionales trabajan con los gobiernos para conseguirlo de forma sostenible. La mayoría de las soluciones prefabricadas existentes no sobreviven más de diez años, pero el grupo español Essentium asegura haber desarrollado un método para hacer edificios que duran cien años y han empezado a vender su productos en países en vías de desarrollo.

Tras cinco años de investigación, han creado el Método Constructivo Habitacional, que ha dado nombre a la empresa MCH, filial de Grupo Essentium. La mayor novedad de esta industrialización de la vivienda es hacer casas a caballo entre las prefabricadas y las tradicionales, que siguen los estándares de calidad europeos, y que se realizan en la mitad de tiempo que las construcciones urbanas del viejo continente, reduciendo el coste de forma proporcional. Los elementos de las casas salen de fábricas instaladas cerca de la obra.

“Con nuestro método hacemos edificios sólidos con cimientos antisísmicos, resistentes al fuego, a los impactos, a la oxidación y a las agresiones químicas. Desde casas unifamiliares hasta edificios de siete plantas para viviendas o equipamiento. Hemos superado los paneles prefabricados que tienen un mantenimiento caro y que se están empleando para solucionar la erradicación del chabolismo”, explica Raúl Salas, director de Desarrollo Internacional de MCH.

La empresa acomete la realización de urbes completas. “Instalamos la fábrica junto a la ciudad que vamos a levantar, y empleamos a la gente de la zona, a la que antes formamos en oficios que les permitirán tener un empleo estable”, añade Salas. Cada fábrica puede responder a un proyecto de 3.500 viviendas anuales.

De las fábricas de MCH salen piezas en serie que van desde paneles de hormigón, paneles de forjado para entreplantas o cubiertas de edificios, paredes interiores que integran las instalaciones eléctricas y la fontanería, y hasta las piezas de equipamiento urbano realizadas con hormigón, como bancos o los bordillos de las aceras. Hacer 3.500 viviendas, con instalación de fábrica incluida, requiere una inversión de más de 10 millones de euros y genera una facturación de unos 125 millones anuales.

El primer cliente ha sido Venezuela con más de 10.000 viviendas que ya se están empezando a entregar. Le siguieron Angola (5.000 viviendas), Arabia Saudí (20.000) y hay proyectos en Sudáfrica, Senegal y Togo. MCH tramita ante el Banco Interamericano de Desarrollo el certificado como proveedor oficial de los países receptores de las ayudas.

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