“Ser auditor es un oficio de riesgo”
José Luis Perelli, presidente de EY en España, prevé que para 2020 la empresa de asesoría duplique sus ingresos en este país
“En esta compañía, o vas para arriba o para fuera”. José Luis Perelli, presidente de EY (antigua Ernst & Young), no titubeaba al armar la frase. Sabe de lo que habla. Lleva 30 años en la casa. Ahora le toca dirigirla y conoce la exigencia de trabajar en auditoría y en una big four (KPMG, Deloitte, PwC y EY). Mandan los resultados, la presión y también bailar el agua a los escándalos que, a veces, salpican. En el último ejercicio fiscal —finalizó el 30 de junio— dice haber facturado más de 300 millones de euros y para finales del próximo habrán incorporado 700 nuevos profesionales y comprado algunas empresas. Para 2015, la empresa se propone crecer a tasas de dos dígitos. “Hay proyecto y talonario”, asegura Perelli. También habrá que lidiar con la nueva ley de auditoría (procedente de un reglamento y una directiva europea), que limita los servicios que pueden prestar.
Pregunta. ¿El cambio de dirección es un relevo generacional?
Respuesta. Sí. José Miguel Andrés, el anterior presidente, dejó una firma sólida, de alto prestigio en el mercado. Se abre una etapa de crecimiento. Somos líderes en auditoría y tenemos que usarlo para crecer en otro tipo de actividades. Queremos ser la firma preferida de servicios profesionales en 2020.
P. Para esa fecha plantean duplicar los ingresos. ¿Es posible hacerlo con el débil crecimiento de la economía española?
R. Es el objetivo que tiene la compañía a nivel global, no en España. Aquí, lo más importante es ser reconocidos en 2020 como esa empresa de referencia. Y para lograrlo tenemos que ser quienes más crezcamos hasta entonces. Lo vamos a conseguir con crecimiento orgánico e inorgánico. En este último, lo que más valoramos es la aportación de talento que podamos adquirir del mercado. Por eso seleccionaremos a los mejores profesionales y compañías. Ambos tienen que aportar valor añadido a nuestros clientes y además deben ser capaces de compartir los valores de EY.
P. ¿Para eso hace falta proyecto y talonario?
R. Proyecto lo tenemos y talonario no solo contamos con el de España, sino con el de toda la firma. Somos la compañía más globalizada de las big four, y eso significa que disponemos de todos los recursos de la organización a nivel mundial.
P. Su sede central está en Italia. ¿Marcan ellos sus estrategias?
R. Las políticas fundamentales de la firma y sus inversiones se deciden a nivel global y nosotros las aplicamos en España.
P. Pero en Italia sabrán que duplicar los ingresos en la situación económica española es difícil.
R. Hay que marcarse objetivos ambiciosos. Si no, resulta difícil alcanzar las metas que queremos.
“</span><span>En 2014 estaremos por encima de los 300 millones y tendremos un crecimiento de dos cifras en lo ajeno a la auditoría”</span><br /><span><span></span>
P. ¿Cómo ha cerrado el ejercicio fiscal de 2013? ¿Qué previsiones manejan para 2014?
R. Estaremos por encima de los 300 millones. Además, en servicios no relacionados con la auditoría crecemos a tasas de dos dígitos. En cuanto a auditoría, ha sido un año muy exitoso porque hemos ganado los concursos de Bankia, Ebro Foods y Gamesa.
P. Pero perdieron Mapfre...
R. Es cierto que a partir de 2015 perdemos la aseguradora. Pero llevamos 37 años con ella. Así que seguro que prestaremos otros servicios a Mapfre, porque solo nos conoce como auditores.
P. ¿Han utilizado el factor precio para ganar los concursos?
R. El precio es un factor importante, aunque no el más decisivo. Cuando te colocas delante del consejo de administración en un comité de auditoría, lo que ellos valoran es el equipo que efectuará el trabajo y la confianza que ofrece. Enfocamos el tema queriendo ser los preferidos en la propuesta y luego discutimos el precio.
P. Plantean crecer comprando compañías. ¿Qué buscan?
R. Hemos cerrado contrataciones de peso en capital riesgo, donde se ha incorporado Maite Ballester (expresidenta de 3i), y también en bienes inmuebles, con el fichaje de Roger Cook (fue responsable de Cushman & Wakefield). En mi primer año de presidencia seremos activos en la adquisición de compañías relacionadas con la consultoría. También Barcelona será una plaza potente. En 2013 hicimos allí inversiones significativas y seguiremos haciéndolo.
P. ¿Y presupuesto?
R. No tenemos ninguna cuantía cerrada. Estamos abiertos a cualquier tipo de transacción siempre que aporte valor.
P. Ese interés por impulsar el área inmobiliaria supone que regresa el ladrillo. ¿Hay que preocuparse?
”Existen muchas posibilidades en el sector inmobiliario. La Sareb y los bancos tienen que vender y se puede apostar”
R. Existen muchas oportunidades en el sector. Se harán bastantes transacciones. La Sareb [el ente que acumula algunos de los peores activos de la banca nacionalizada] y los bancos tienen que vender inmuebles y es un lugar donde apostar. España ha pasado de ser una nación de riesgo a una de oportunidad.
P. También se la juegan en el área de las finanzas.
R. En este país, el sector financiero es el sector.
P. El año que viene se traspone la directiva de la UE sobre auditoría. ¿Cómo les afecta?
R. Estamos preparados, ya que nuestra cartera de clientes (Bankia, Ebro Foods, Gamesa) es la más joven del mercado.
P. Pero impone unas restricciones severas, por ejemplo en la prestación de otros servicios distintos de la auditoría.
R. Sí. Pero los clientes que tenemos y sus comités de auditoría son de por sí más conservadores que los límites que se vislumbran en el nuevo reglamento y la directiva. Esos límites en los clientes de auditoría no nos afectarán porque ya estamos por debajo de ello. Tenemos mucho que ganar y poco que perder.
P. Después de todo lo que ha pasado con algunas auditorías, ¿qué debe esperar un accionista?
R. Seguridad y que las transacciones que efectúen las compañías estén completamente reflejadas en los estados financieros.
P. Pero hemos visto varias cajas que tenían carteras de activos dañados de las que nada sabían los auditores. ¿Qué sucedió?
R. Puedo hablar de lo que nos ha pasado a nosotros. Por ahora no tenemos ningún problema de reputación. Lo que haya pasado o no habrá que preguntárselo a los consejeros, administradores y auditores de esas compañías.
”Por ahora no tenemos problemas de reputación”
P. Bueno, pero en el fiasco de Gowex son asesores registrados.
R. No tenemos ningún problema con nuestra labor en esa compañía. Nosotros no hablamos de clientes; no tenemos nada que decir y nuestra responsabilidad es ser un medio de comunicación entre el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y la empresa. No nos dedicamos a verificar ni a certificar los estados financieros. Eso es algo que tiene que hacer el auditor, que no somos nosotros.
P. Pero les ha demandado un grupo de inversores...
R. Respetamos cualquier denuncia interpuesta. Sin embargo, el papel de la firma se ha ajustado, como le decía, absoluta y rotundamente a la legalidad. La figura del asesor registrado tiene que vigilar la transparencia de las comunicaciones del cliente al MAB, pero solo desde el punto de vista formal. Esto no implica bajo ningún concepto la verificación del contenido de cuentas que ya han sido auditadas por otra firma. Sería una doble auditoría que no tiene sentido.
P. También tuvieron que lidiar con Lehman Brothers, de quienes fueron auditores.
R. En ese tema, que yo sepa, todavía no existe una decisión contraria al trabajo que se hizo. Hemos tenido un problema de reputación, nada más. EY no ha sido condenada por esa auditoría.
P. Economía probablemente sancione a Deloitte por infracciones graves en las cuentas de Bankia de 2011. ¿Cómo lo interpreta?
R. Ser auditor es un oficio de riesgo. Hay que saber muy bien dónde llegan nuestros límites.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.