_
_
_
_
OBITUARIO

Vicente Rotger, empresario y mecenas balear

Tejió un potente grupo familiar de distribución editorial y comercial de Baleares

A sus 10 años, Vicente Rotger Buils (Alaior, Menorca, 1918) comenzó a asimilar rudimentos del negocio de la venta y distribución de prensa, libros y postales. Entró a trabajar de mozo en el quiosco Born, en el centro de Palma. Antes había vendido caramelos y rosquillas en los teatros que ya no existen. Con las experiencias de una infancia trabajadora hasta su último aliento, Vicente Rotger —que murió en la noche del miércoles a los 98 años en Palma— tejió con esfuerzo un potente grupo familiar de distribución editorial y comercial de Baleares. En los albores del turismo editó millones de ejemplares de postales de las que era autor. Distribuyó millones de diarios y revistas internacionales y la censura de la dictadura de Franco le obligó a tapar besos de parejas y pechos femeninos al aire. Su red propia de quioscos y librerías se extendió por varios centenares entre 750 enclaves existentes. Invirtió en hoteles, en propiedades agrícolas y en el Diario de Mallorca. En la Distribuidora Rotger —una referencia en el sector español— han trabajado a la vez tres generaciones, el presidente fallecido, su innovador hijo, Vicente Rotger Rebassa, y la nueva ola, el nieto Fredi Mudoy Rotger.

De la derrota al éxito

El patriarca fue melómano, tuvo don de gentes y curtió un estilo empresarial desde una derrota. En la década de los años veinte del siglo XX, su padre perdió la industria de fabricación de bolsos de plata Rotger en Menorca, por el colapso y los impagos motivados por las crisis después de la primera Gran Guerra. La familia, empobrecida, migró a Mallorca. Él se casó con Antonia Rebassa, hija de Jaume Rebassa, socialista exiliado que murió en un campo de concentración nazi. Eso lo cuenta en sus Memorias, publicadas en 1994.

Desde hace años, en Menorca, en su Alaior natal, existe el Espai Cultural Rotger y un aula de música, un legado del pionero distribuidor de prensa nacional e internacional. Los Rotger celebraron exitosas veladas musicales y meriendas de verano en su finca de Son Ripoll, populares y abiertas a sus cientos de amistades. La familia creó un espacio industrial de vanguardia al alzar su sede, obra de Pere Nicolau, y en su red de quioscos de Palma de los ochenta quedó el trazo de la modernidad urbana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_