Nintendo entra en España en números rojos

Nintendo Ibérica, la filial de la marca japonesa de videoconsolas en España y Portugal, entró en pérdidas en su ejercicio fiscal 2012-13 (cerrado a 31 de marzo de 2013). Presentó unos números rojos de 77.808 euros, frente a los beneficios de dos millones de euros que obtuvo en el ejercicio fiscal anterior, según consta en la cuentas remitidas al Registro Mercantil.

Las ventas netas descendieron un 23% en relación al año anterior hasta los 144,8 millones de euros, que se tradujo mucho más pronunciadamente en el resultado de explotación, que alcanzó los 1,7 millones negativos frente a los 1,2 millones de beneficio del ejercicio anterior.

Nintendo Ibérica explica esta caída en la debilidad de la economía española, que se tradujo en el mercado de videojuegos con caídas del 15,11% en volumen y del 17,67% en valor. En ese contexto, reconoce que vio erosionadas sus cuotas de mercado de consolas, pasando del 48,8% al 41,6%, siendo más pronunciado el descenso en consolas portátiles (DS), que cayeron casi diez puntos hasta el 52,4%, que en las domésticas (Wii), en las que que perdió seis puntos, hasta el 32% del mercado. En software (juegos), la marca japonesa perdió tres puntos de cuota, hasta el 33,3%.

Las ventas de la Nintendo DS se desplomaron un 58% hasta los 43,2 millones de euros en 2012, mientras que las de Wii cayeron un 47% hasta los 85,2 millones. Las ventas de 3DS, la portátil de Nintendo para juegos 3D sin gafas, que salió al mercado en Europa en febrero de 2011, fueron las que mejor se comportaron, con un incremento del 96%, hasta los 59,7 millones de euros.

Aunque la filial ibérica aún no ha registrado sus cuentas del último ejercicio fiscal 2013-2014 (cerrado a 31 de marzo pasado), en las del ejercicio anterior confía en que las ventas de 3DS y, sobre todo, de Nintendo Wii U, lanzada a finales de 2012, ayuden a mantener la cuota.

Esas previsiones no se están cumpliendo al menos a escala internacional. Durante el último año fiscal, las ventas de la Wii U ascendieron a 2,72 millones de unidades en todo el mundo, menos de la tercera parte de los nueve millones que Nintendo pretendía vender.