La CNMC critica a la Administración por obstaculizar la competencia

El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, criticó este martes de forma abierta las políticas de las distintas Administraciones Públicas en la materia y subrayó que “resulta esencial” una mayor coordinación entre el organismo y otras instituciones, “especialmente con las autoridades de la competencia de las comunidades autónomas y las europeas”.

Marín, que compareció ante la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso de los Diputados para explicar el Plan Estratégico de la CNMC, no se paró en barras: “En nuestro país hay un gran número de actuaciones y comportamientos anticompetitivos que tienen su origen en disposiciones de naturaleza legal dictadas por alguna Administración”. En su opinión, “numerosas regulaciones han creado barreras de entrada en diferentes mercados, resultando ello en precios más altos para los consumidores de los que habría sin dichas trabas”.

El ataque no acabó ahí: “En ocasiones, las propias Administraciones, con el fin de paliar su falta de medios, deciden apoyarse en colectivos o en entidades concretas, limitando de este modo la competencia y, de nuevo, dando lugar a precios más elevados para los usuarios de determinados servicios”. Ante esa realidad, insistió en elevar los contactos entre la CNMC y las Administraciones “para que el proceso de elaboración de normas y en la práctica diaria se tengan en cuenta los efectos de las regulaciones sobre competencia”. “Desde el punto de vista de la competencia, algunas regulaciones elaboradas por distintas Administraciones dejan mucho que desear”, remató.

La propuesta para mejorar esa coordinación es uno de los pilares del plan estratégico del organismo regulador, que contiene 16 acciones. Entre ellas, el plan persigue la integración de los mercados, la lucha contra los carteles (“una de las figuras más perniciosas para la economía”), dotar de un programa de responsabilidad social corporativa y reforzar la acción internacional.

Para cumplir el plan, según Marín, “es fundamental ser independientes y absolutamente transparentes”, así como garantizar la seguridad jurídica. “Independencia no equivale a informar negativamente de cualquier propuesta normativa del Gobierno ni convertir la CNMC en un búnker impenetrable que se niegue a escuchar a los operadores”, destacó Marín, que añadió que “debe alcanzarse escuchando a todos con una política de puertas abiertas”.

Sobre seguridad jurídica, hizo hincapié en que el organismo aprovechará su estructura para dar soluciones globales que garanticen este principio. Para él, se debe reforzar para que los operadores económicos perciban España como un país seguro y atractivo para invertir. “Podemos contribuir mediante decisiones predecibles, argumentadas y razonadas, no mediante reglas inmutables”, sentenció.

Quizá la coincidencia de todos los grupos en el eficaz funcionamiento del organismo, permitió que Marín tuviera una presencia tranquila en el Congreso. Con ese clima placentero, Marín aclaró en el turno de réplicas que el organismo no está solo para “poner sanciones, sino para asegurar que las cosas funcionen bien. En los siete meses de vida, el organismo regulador [aglutinó las antiguas comisiones de Competencia, Telecomunicaciones y Energía, entre otras] “ha sido incómodo en ocasiones”, señaló en referencia a algunas decisiones que ha tomado sobre todo en materia energética. “Eso sí, no caemos en la tentación de creer que cuanto más incómodos somos, es que mejor lo estamos haciendo”, puntualizó.

Además, Marín apuntó que el organismo está para servir tanto a los consumidores como a las empresas. En ese sentido, manifestó que cuando la CNMC lucha contra los carteles, lo hace a favor de las empresas que no los forman y que nunca defenderá los intereses “bastardos”.