Los expertos lamentan que la propuesta fiscal pase "de puntillas" sobre el fraude
Expertos próximos al Consejo General de Economistas (CGE) han lamentado hoy que la propuesta para la reforma fiscal pase "de puntillas" sobre el problema del fraude, y han mostrado "cierta decepción" por la falta de profundidad general de los cambios que se sugieren.
Además, en un coloquio sobre la viabilidad y consecuencias de algunas de las propuestas de la comisión dirigida por Manuel Lagares, han puesto en duda la consecución de los objetivos recaudatorios que se persiguen.
No obstante, todos han reconocido que los expertos han trabajado con importantes limitaciones de tiempo -seis meses-, con un marco establecido por las recomendaciones de organismos internacionales y con la petición de mantener la recaudación.
Según Luis del Amo, del CGE, el informe adolece de "continuismo" y de "debilidades" como no considerar el problema de la inflación cuando vuelva a ser elevada, aunque incluye aspectos que ha valorado, tales como una mayor ambición en las cotizaciones sociales.
También ha echado de menos una pormenorización de los efectos recaudatorios de cada medida.
En esta línea el inspector de Hacienda y ex director general de Tributos Jesús Gascón ha calculado que el paso a un tipo general de IVA (21 %) de los productos que proponen los expertos -alrededor de un 35 % de los gravados- supondría unos ingresos de unos 5.000 millones anuales.
Entonces, para conseguir los otros 5.000 millones adicionales que por ejemplo se necesitarían este ejercicio para cumplir los objetivos recaudatorios (180.000 millones, frente a los alrededor de 170.000 de 2013), deberían elevarse un 25 % los impuestos especiales y medioambientales.
De hecho, para Manuel de Vicente-Tutor, socio director de Equipo Económico, la fiscalidad medioambiental será "la próxima gran reforma", y puede ser una "herramienta interesante" para acabar cuadrando las cuentas públicas.
Otro de los asuntos que ha suscitado el rechazo de algunos fiscalistas presentes en el debate ha sido la "voluntad centralizadora" de la propuesta en impuestos como el de la renta o sociedades.
Al respecto, Jaume Menéndez, economista y asesor fiscal, ha admitido que en algunos impuestos ha habido un "desmadre absoluto" debido a una mala legislación técnica autonómica, pero ha abogado por solucionar estos problemas y mantener estos tributos cedidos.
El inspector de Hacienda en excedencia y ex subdirector general de Tributos Jesús Quintas ha subrayado que "no se puede hablar de reforma tributaria", porque lo que se propone es "cuadrar cuentas cogiendo de aquí y de allá".
A su juicio, los "grandes ausentes" son los derechos del contribuyente, que parece volver a "una situación de súbdito" como en el "antiguo régimen".
En todo caso, ha recordado Vicente-Tutor, "ahora el Gobierno hará lo que le dé la gana" y si la recaudación continúa como en enero y febrero -una subida del 6 %- habrá espacio para una bajada de tipos de IRPF y Sociedades sin subida adicional del IVA, un margen que no se ha dado a la comisión Lagares para su propuesta.
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