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Protestas por los altos sueldos de los directivos y la falta de medios

González cree “lógicas” las críticas contra la parte del sistema bancario “que lo ha hecho mal”

Íñigo de Barrón
Francisco González y Ángel Cano en la junta de accionistas del BBVA.
Francisco González y Ángel Cano en la junta de accionistas del BBVA.F. DOMINGO-ALDAMA

Los 22 accionistas del BBVA que intervinieron, una buena parte de ellos representantes sindicales con grandes paquetes de títulos, supusieron un brusco contrapunto con la imagen de banco tecnológico y en armonía con su plantilla que se proyectó en los discursos del presidente, Francisco González, y el consejero delegado, Ángel Cano, en la junta de accionistas celebrada en Bilbao. Los representantes de ocho sindicatos y asociaciones de exempleados se quejaron de la falta de medios materiales, la prolongación de jornadas y, sobre todo, por la desproporción entre sus ajustados salarios y la aprobación de un bonus de hasta 70 millones para 163 altos ejecutivos, que puede suponer el cobro de 430.000 euros para cada uno en metálico y acciones, dependiendo del cumplimiento de objetivos.

El sindicato vasco ELA pidió al banco que traiga los servicios centrales a Bilbao y destacó que el presidente del BBVA cobraba más que todos los representantes públicos juntos que acudieron al Global Economic Forum celebrado hace unas semanas en Bilbao, incluidos dos ministros, el presidente del Gobierno, la responsable del FMI y el Rey.

"Respecto a los salarios de los empleados, están en la media o un poco por encima respeto a otras entidades”, contesta González

La respuesta del presidente fue contundente: “No me parece justo este tipo de reivindicaciones en un banco que ha creado empleo y paga sus nóminas. Tampoco es ético que se diga que no damos créditos… se habla mucho de lo que ganan directivos pero está en la media de lo que pagan compañías internacionales comparables. Y respecto a los salarios de los empleados, están en la media o un poco por encima respeto a otras entidades”. No obstante, en su despedida final, a las 4.30 de la tarde, tras dos horas de intervenciones, González admitió que era consciente de las protestas que genera “el comportamiento de una parte del sistema financiero, que lo ha hecho mal y me parecen protestas lógicas”. Y añadió que “este banco está contra la corrupción y pagará el precio necesario por enfrentarse a personas” que buscan un beneficio personal.

Continuando con este argumento, respondió a la asociación Ausbanc, sin nombrarla, que estuvo presente por medio de cinco accionistas. “Este banco no gusta algunos que buscan publicidad con amenazas o chantajes, a lo que no se presta ni se prestará el BBVA”.

A continuación González volvió a la defensa del bonus de los directivos: “Es mentira que se vaya a pagar un 200%. Es una autorización que se pide a la junta en el caso de cumplir objetivos. Se hace por una norma europea que está levantando muchas críticas porque está provocando que se vaya talento fuera de Europa a Estados Unidos y Asia”.

Entre los accionistas arreciaron las críticas a las fuertes pérdidas registradas en España por el negocio inmobiliario, la independencia de los consejeros, los problemas por las preferentes de Eroski que vendió el BBVA, el riesgo de la inversión de un banco en Turquía y los números rojos que ha provocado la venta de una participación del banco en el chino CITIC. Estos temas no fueron abordados en los discursos de los dos ejecutivos.

También para estos asuntos la respuesta del presidente fue radical. Negó que 2013 fuera un mal ejercicio para el BBVA porque la acción ha subido un 28% porque ha logrado 10.200 millones de margen neto. Sobre el gobierno corporativo apuntó al accionista: “No acepto que hable de eso. El nuestro está entre los mejores del mundo; los consejeros son independiente, no soy amigo personal de ellos y solo conocía a tres”.

Un accionista que reivindicó el pago de la inversión en preferentes, añoró las juntas de la época anterior, bajo la presidencia de Emilio Ybarra, al que dedicó un saludo. Dijo que eran “más tranquilas” y sosegadas. La contestación de González, fue enigmática: “La ética nos obliga a no pagar a todos porque no estamos autorizados. Sí podíamos tener juntas más tranquilas… pero cuando uno paga para que no vengan a protestar no es buen gestor, como se hacía antes”.

El presidente del banco negó que 2013 fuera un mal ejercicio porque la acción ha subido porque ha logrado 10.200 millones de margen neto

En relación con el riesgo asumido por el banco por la participación en el turco Garanti, aclaró que están en ese país con visión de largo plaza, al margen de los problemas puntuales por la devaluación de la moneda. “Tenemos el control del mejor banco de Turquía, un país con problemas macroeconómicos y políticos que se arreglarán aunque no sabemos cuándo porque no somos políticos”. En respuesta a las críticas por las pérdidas en China, afirmó que “en total, la rentabilidad de esta inversión es del 0,8% hasta ahora. Estar en China sin perder dinero es interesante”.

Respecto a las preferentes de Eroski comentó que han recurrido la condena de un juez “y lo llevaremos hasta donde haga falta para defender nuestra actuación. Si estaos equivocados, rectificaremos, pero dimos a todos la oportunidad de convertir su inversión en acciones y la mayoría han ganado más del 100%. Se dicen verdades a medias que son mentiras muy grandes”.

El secretario, Domingo Armengol, respondió a tres críticas más: la sentencia del Supremo que condenó al banco por tener cláusulas suelo, la no participación en la Sareb y el pago del dividendo en acciones. Sobre las cláusulas, Armengol recordó que han pedido la nulidad y amparo ante el Constitucional y que en 2014, si los tipos siguen igual, “tendrá un impacto de 35 millones netos al mes”.

En relación con la ausencia del BBVA en el accionariado del banco malo, Armengol apuntó que se negó a entrar por tres motivos: incrementaba riesgo inmobiliario, existían conflictos de interés y la Sareb no presentó un proyecto negocio desarrollado. “Luego se decidió una deducción en la participación en el Fondo de Garantía para los que estaban en la Sareb, algo que es contrario a los criterios del BCE, pero eso no nos hace cambiar nuestra política”, afirmó. Por último recordó que el dividendo opción, que permite el pago de dos dividendos en acciones, tiene una gran aceptación y “ha supuesto un incremento de capital de 1.060 millones en 2013”.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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