Bolsa de Diamantes de Panamá espera impulsar jugoso mercado en Latinoamérica
América Latina es la única zona del mundo donde no ha florecido el mercado de los diamantes y el desarrollo de su potencial, calculado en hasta 32.000 millones de dólares por año, espera ser impulsado por la primera Bolsa regional, que operará en Panamá para comercializar esa y otras piedras preciosas.
El comercio regulado de diamante y de joyas elaboradas con esa y otras piedras preciosas en América Latina ronda ahora los 8.000 millones de dólares anuales, mientras que a nivel mundial mueve unos 200.000 millones, dijo en una entrevista con Efe el presidente del nuevo organismo bursátil, Erez Akerman.
Pero con la operación de la Bolsa de Diamantes de Panamá (PDE, por sus siglas en inglés) a partir de finales de este año, "vemos un potencial de crecimiento" del mercado latinoamericano "hasta por cuatro veces" la cifra actual, para llegar hasta a los 32.000 millones en un plazo de 5 a 7 años, dijo Akerman.
No solo se espera un crecimiento exponencial del comercio de los "mejores amigos de una chica" (Diamons are the Best Girl's Friend), como cantaba la mítica Marilyn Monroe (1926-1962), sino una bajada sustancial de sus precios en la región, cuyos joyeros se ven obligados a moverse a otras partes del mundo para adquirir los diamantes o las joyas que se elaboran con ellos.
El consumidor latinoamericano "paga más que cualquier otro por este tipo de mercancía", dijo Akerman sin precisar cifras.
Con la entrada de la Bolsa de Diamantes "podemos esperar 100 % una bajada de los precios, y no solo para los consumidores finales sino en toda la cadena", agregó.
"Todos ganan porque bajarán los precios y subirá la demanda, lo que va a ser una forma de sanear el mercado", el objetivo de la Bolsa, que será presentada al mundo los próximos 17 y 18 de marzo en un acto que reunirá a los principales líderes de la industria, dijo el ejecutivo.
Con el lanzamiento oficial de la Bolsa de Diamantes de Panamá, la número 29 de su tipo en el mundo, comenzará la inscripción de las empresas en el corro, que espera arrancar operaciones en el último trimestre de este año con al menos 200 participantes, dijo Akerman.
"En su máximo potencial, la Bolsa puede acoger de 2.000 a 3.000 empresas de todo el mundo y todas miembros de la Federación Mundial, que actualmente tiene 15.000 afiliadas. Se garantiza un mercado regulado", resaltó el alto ejecutivo.
La Federación Mundial "pone normas para garantizar que los precios son los correctos, y la competencia regulada hace que los grandes ganadores sean los consumidores, porque tienen la mejor oferta, la mejor mercancía y las mejores compañías del mundo compiten por su dinero", sostuvo.
Panamá se interesó desde el primer momento en el proyecto, que se remonta a 2005, y el Estado ofreció todas las facilidades, entre ellas la adhesión del país al Proceso Kimberley de certificación de diamantes en bruto para que puedan ser comercializados desde su territorio.
El "Sistema de Certificación de Proceso Kimberley" (SCPK) fue instaurado en 2002 con apoyo de la ONU por iniciativa de países productores africanos, importadores, exportadores, sociedad civil y la industria, para evitar el desprestigio del comercio internacional legítimo de diamantes en bruto disuadiendo la introducción de piedras extraídas para financiar los conflictos bélicos.
"Desde que se implementó el Proceso Kimberly virtualmente han desaparecido los diamantes de sangre en el mundo. Así que el Proceso funciona perfectamente. La cuestión es que el país lo implemente y el que no lo hace tiene un embargo que le impide comercializar las piedras", afirmó Akerman.
El Estado panameño creó una zona libre donde funcionará la Bolsa y ajustó las normas y procedimientos específicos en las aduanas para la importación-exportación de los diamantes y demás piedras preciosas.
Akerman aseveró que Panamá fue escogida como sede del mercado por su estabilidad política y crecimiento económico sostenido, su ubicación geográfica y su posición geopolítica como nación sin ejército y con una economía de servicios y con una plataforma logística desarrollada.
La sede de la Bolsa de Diamantes estará ubicada cerca del aeropuerto de Tocumen, que sirve a la capital y es el principal del país, para facilitar la logística y seguridad del transporte de las piedras.
El proyecto inicialmente involucra una inversión de 200 millones de dólares.
Una firma privada se encargará de la seguridad de la Bolsa y del transporte hacia y desde el aeropuerto de Tocumen de las piedras y joyas, que se guardará en un bóveda central con peso de 70 toneladas", reveló Akerman.
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