La central de Garoña se juega una multa de hasta 30 millones de euros
Nuclenor se enfrenta a una sanción por el modo en que decidió poner fin a su actividad en 2012
Nuclenor, la empresa al 50% propiedad de Iberdrola y Endesa dueña de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), se enfrenta a una multa de hasta 30 millones de euros por el modo en que decidió poner fin a su actividad a finales de 2012. El supervisor mantiene abierto un expediente sancionador desde el primer semestre del año pasado, según ha revelado Iberdrola en la memoria de sus cuentas anuales del pasado ejercicio, registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
“En el primer semestre del ejercicio 2013 se ha notificado la apertura de expediente sancionador por parte de la Comisión Nacional de Energía (actualmente integrada dentro de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) a la sociedad filial Nuclenor, asociado a las consecuencias de la decisión de cese anticipado de la actividad en el sistema eléctrico español, ascendiendo el riesgo máximo recogido en el expediente a 30 millones de euros”, indica la eléctrica.
Fuentes de Nuclenor señalaron ayer que la empresa ha realizado alegaciones al expediente sancionador para oponerse a una posible sanción. Entre sus argumentos está el hecho de que las centrales nucleares se rigen por un procedimiento distinto al habitual dada su dependencia del Consejo de Seguridad Nuclear.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes un decreto que permitirá a Nuclenor solicitar la renovación de su licencia antes del 6 de julio, por lo que se abre la puerta a que la planta pueda volver a operar.
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