Gobierno de Argentina defiende el nuevo índice de precios

El Gobierno de Argentina defendió hoy la "rigurosidad" del nuevo índice de precios al consumidor y reiteró las críticas a las mediciones que efectúan consultoras privadas y que arrojan una inflación mayor a la de las estadísticas oficiales.

El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, dijo hoy en rueda de prensa que el índice que mensualmente recoge un promedio de la inflación medida por consultoras privadas y difundido en el Parlamento por legisladores opositores es "un recontra-mamarracho".

Según Capitanich, "no se puede comparar el nivel de rigurosidad de un índice de esta naturaleza", en alusión al que divulga la oposición, "con la calidad técnica y el número de personas que tienen la capacidad de medir adecuadamente los niveles de ponderación correspondientes".

Resaltó que el nuevo indicador es de "carácter federal", incluye 146 localidades, 13.000 locales medidos, 290 encuestadores, 235.000 precios tomados, seis canastas regionales y abarca a una población de 36 millones de personas.

Para Capitanich, "el diseño de este índice muestra a las claras la complejidad para medir la estructura de precios.

"Esto desnaturaliza la utilización de índices de consultoras que no acreditan una metodología veraz y pone en evidencia que el índice de precios utilizado por consultoras y oposición es parte de la acción de los agentes encubiertos de la oposición política o de grupos económicos y/o mediáticos concentrados", aseveró.

El nuevo indicador arrojó para enero un incremento de precios del 3,7 % respecto a diciembre, mientras que para las consultoras privadas fue del 4,6 %.

Tan solo hace un mes, cuando se dio a conocer el último resultado del viejo índice, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) aseguró que en diciembre la inflación fue del 0,9 %.

Sobre el salto de datos mensuales de menos del 1 % al 3,7 % dado a conocer este jueves, Capitanich solo argumentó que se tratan de "metodologías diferentes" entre el viejo índice y el nuevo.

Los datos de inflación oficiales estaban fuertemente cuestionados en su fiabilidad desde que a inicios de 2007 el Indec introdujo cambios metodológicos en la medición de los precios.