Países de la UE reabren el diseño del mecanismo de quiebras para buscar un acuerdo con el PE

Los países de la Unión Europea (UE) han decidido reabrir el diseño que establecieron en diciembre para el futuro mecanismo único para la quiebra de bancos en la zona del euro, con el objetivo de flexibilizar su postura en las negociaciones con el Parlamento Europeo para lograr un acuerdo.

En la reunión que los ministros de Economía y Finanzas europeos (Ecofin) mantendrán el próximo martes, los Veintiocho repasarán el estado de las negociaciones con el Parlamento Europeo y discutirán "posibles enmiendas", explicaron hoy fuentes comunitarias.

"Nuestro objetivo es tener un mandato (de negociación) revisado, es obvio que por el momento hay una gran distancia entre las posiciones del Parlamento y del Consejo", señalaron estas fuentes, que indicaron que una "gran mayoría" de países se ha mostrado a favor de introducir cambios en la postura pactada.

Sin embargo, para ello será necesario que Alemania acepte, pese a que ha insistido públicamente en varias ocasiones en que no se moverá del consenso de diciembre.

"Somos 28 países y tenemos que mantener a todo el mundo a bordo, puedo decir que una gran mayoría expresa su deseo de tener un mandato revisado y creo que todos entienden que tenemos que movernos, pero es más fácil de decir que mover a todos", señalaron.

Ante la firme oposición de la Eurocámara a cuestiones fundamentales del diseño acordado por los Estados miembros para crear una autoridad que gestione las quiebras de bancos en la zona del euro y un fondo para respaldar estos procesos sin recurrir a dinero público, el Ecofin volverá a discutir cinco cuestiones.

La primera de ellas, es el alcance del Acuerdo Intergubernamental de cara al reglamento del mecanismo único de resolución, uno de los puntos más criticados por los eurodiputados que rechazan que este pacto entre gobiernos sea la base del futuro fondo.

Los países acordaron un fondo dividido en compartimentos nacionales que se irán fundiendo poco a poco durante diez años, de modo que no se convertirá en una verdadera caja única europea hasta 2026, una opción que los eurodiputados también rechazan.

El diseño del fondo será también discutido por los países del euro el lunes por la tarde en la víspera del Ecofin.

El segundo punto a debatir será la posibilidad de crear cortafuegos para hacer frente a imprevistos en el periodo de transición hasta que el fondo de resolución único esté plenamente constituido, una cuestión que los países dejaron fuera de su consenso de diciembre y que los eurodiputados reclaman.

Los Veintiocho también discutirán el modelo de toma de decisiones que acordaron, en el que son los propios países los que juegan el papel protagonista, relegando a un segundo plano a las instituciones comunitarias, un punto rechazado de plano por la Eurocámara.

El Ecofin reflexionará sobre si el poder de objeción del Consejo -la institución que representa a los países- debe restringirse a un número limitado de casos, sobre qué decisiones deben tomarse con una presencia de todos los países o solo de los afectados directamente y sobre las normas de votación en la autoridad.

También plantearán el rol de las autoridades nacionales de resolución frente a las competencias de la autoridad de resolución única a la hora de planear las quiebras y de adoptar los planes de resolución para bancos de un menor tamaño, no considerados "sistémicos", y los que no operan en varios países.

Finalmente, el Ecofin discutirá quién debe tomar la decisión sobre si un banco está a las puertas de la quiebra o no, un punto en el que los Veintiocho quieren mantener la última palabra, mientras que los eurodiputados prefieren que sea el Banco Central Europeo (BCE).